Las derrotas en cualquier tipo de competencia, pero en fútbol suele ser muy crueles. Eso no sucedió en la noche del jueves en el estadio “Alberto J. Armando” donde la multitud premió la excelente labor desplegada en el campo de juego por el seleccionado de Uruguay y le brindó el especial cariño a esta selección campeona de América y del mundo que le devolvió a nuestro país el máximo escalón en la competencia continental y mundial.
Y las emociones se dieron desde temprano en el estadio. Cómo cuando salió Marcelo Bielsa desde el túnel de los equipos visitantes -ubicado en la cabecea donde habitualmente ocupa “La 12”- y enfiló hacia su banco de suplente.
Cabeza gacha, paso acelerado y masticando chicle, el rosarino cruzó el campo de juego, para vivir una previa de lo que no sería para él un partido más.
Es que la primera sorpresa se la dio el riocuartense y actual integrante del cuerpo técnico del seleccionado nacional, Pablo César Aimar.
El ayudante de Scaloni, había llegando antes al sector de los bancos, cuando lo vio acercarse al rosarino a ese sector, sigilosamente se llegó hasta esperarlo y estrecharse en un abrazo interminable de afecto, reconocimiento muto y amistad.
“Bielsa fue el mejor técnico que tuve”, señaló en más de una oportunidad, el riocuartense.
Así que el, cuando el ayudante de campo lo interceptó, lo detuvo, fueron a ese abrazo de segundos, que parecieron eternos, y transmitidos a todo el mundo por la TV.
Trascendió a través de la prensa que se escuchó ""¡Pablito!, amigo mío. Te veo triunfando. Me alegro mucho, Pablito. Lo mejor".
Posteriormente, Bielsa, fue a saludar al director técnico de la Albiceleste y lo llenó de elogios. "Felicitaciones. Un equipo de autor en su primera experiencia. Felicitaciones de verdad", le dijo el rosarino a Scaloni.
Y por si todo esto fuera poco en la conferencia de prensa, Marcelo Bielsa dejó estos conceptos: "No fue un partido que se definió por aspectos tácticos, nosotros defendimos mucho y bastante bien, a partir de la recuperación de la pelota pudimos elaborar algunos momentos de buen fútbol como para crear situaciones suficientes para convertir", resumió Marcelo Bielsa en conferencia de prensa. "Argentina es un campeón del mundo inolvidable, pero ganarle al campeón del mundo no otorga nada de lo conseguido al oponente. Casi siempre se exageran ese tipo de valoraciones", concluyó.
Aunque no muchas veces es fervoroso frente a goles de sus propios equipos, Bielsa mantuvo la compostura cuando Ronald Araújo y Darwin Núñez marcaron los tantos de la victoria de Uruguay.
Cabeza gacha, mirando un punto fijo y masticando chicle.
Cuando llegó el turno de Lionel Scaloni en conferencia de prensa y al hablar de su sentimiento sobre el técnico uruguayo, sentenció: “Le sacamos una sonrisa antes del partido, que eso es muy difícil. Después tenía una sonrisa lógica. Sus palabras que fueron muy lindas y muy bonitas. Lamentablemente nos ganó, pero es una alegría poder verlo”.
Ya en la rueda de prensa previa al encuentro en la Bombonera, el oriundo de Pujato había sido consultado por la presencia del Loco en el banco de suplentes rival: “Poder saludarlo, haber estado con él. Para nosotros es una referencia. Es una alegría, no en el momento del partido, porque todos sabemos lo que es enfrentar a un equipo de él. Todos estamos marcados por su mano y además salimos de Newell’s”.
Un Marcelo Bielsa auténtico se paseo por la Bombonera. El mismo escenario que le dio su primera gran alegría cuando dirigiendo a Newell’s Old Boys de Rosario le ganó en la final a Boca Juniors en el inicio de los ‘90.
El abrazo con Pablo Aimar, selló esa simbiosis que hay entre ambos, como fue aquella noche cuando sorprendió a los riocuartenses presenciado el último partido oficial de Aimar, en Río Cuarto con Estudiantes por la Copa Argentina. La tribuna Oeste (la Alta) del estadio “Antonio Candini” lo tuvo con la simpleza de ser uno más.