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In fraganti y con 39 dosis de cocaína, así detuvieron al guardiacárcel local

El agente Néstor Marcelo Leyría, que tenía a su cargo el cuidado de los internos de la Unidad Penitenciaria 6, fue apresado a principios de mes y trasladado a Bouwer. Ya declaró ante el fiscal Pizarro y sostuvo que es inocente

El guardiacárcel Néstor Marcelo Leyría fue detenido in fraganti cuando intentaba ingresar varias decenas de dosis de cocaína al establecimiento penitenciario local. Esa es la imputación que le hizo el fiscal de Lucha contra el Narcotráfico Luis Pizarro. El acusado, que prestaba servicios en Río Cuarto y se encuentra alojado en Bouwer, negó el hecho y se declaró inocente.

En rigor, Leyría está sospechado del delito de suministro de estupefacientes en grado de tentativa agravado, por tratarse de un funcionario público.

La acusación surge a partir de que el agente del Servicio Penitenciario de Córdoba habría sido sorprendido dentro de la cárcel local "en flagrancia", con un paquete que tenía clorhidrato de cocaína en su interior.

Posteriormente, se pudo determinar que el contenido del envase eran 39 gramos de la droga, lo que, según la equivalencia que utiliza habitualmente el Ministerio Público Fiscal, representa 39 dosis.

Lógicamente, al detectarse la irregularidad, esos efectos fueron secuestrados en el acto, lo cual frustró la posibilidad de concretar cualquier otro delito, y de allí que la acusación sea en el grado de tentativa.

El procedimiento se llevó a cabo en la UP6 de Río Cuarto el 1o de abril y el agente quedó privado de la libertad de inmediato, para luego ser trasladado a Bouwer, con el objetivo de evitar roces con los internos de la cárcel local, que tenía a su cargo hasta unas semanas atrás.

Se declaró inocente

Días más tarde, ante el fiscal de Lucha contra el Narcotráfico Luis Pizarro, que investiga el caso, el acusado prestó declaración indagatoria y sostuvo que es inocente. Habría argumentado desconocer el contenido del paquete con el que lo encontraron.

Cumplido ese trámite, Pizarro todavía debe tomar algunas declaraciones testimoniales, en plena etapa de instrucción de la causa.

De momento, Néstor Marcelo Leyría es el único imputado.

La ley nacional 23737, en su inciso e, establece penas de 4 a 15 años de prisión a quien "entregue, suministre, aplique o facilite a otros estupefacientes a título oneroso. Si lo fuese a título gratuito, se aplicará prisión de tres (3) a doce (12) años".

En tanto, el artículo 11 de la misma norma determina que se considera como agravante el hecho de que el delito sea cometido "por un funcionario público encargado de la prevención o persecución de los delitos aquí previstos o por un funcionario público encargado de la guarda de presos y en perjuicio de estos".

Denuncia previa

Rosa Sabena, quien fuera abogada del guardiacárcel Gustavo Albornoz, que en su momento denunció públicamente el ingreso de estupefacientes a la cárcel desde el año 2014, lamentó que pasaron siete años sin novedades en lo que hace a la investigación de oficio por aquellos dichos.

Posteriormente, en 2018, Albornoz había radicado una denuncia en la Fiscalía del propio Pizarro, en la que detallaba cómo era la ruta de la droga hasta llegar a manos de los internos de la cárcel, pero no hubo avances en la causa.