En términos generales, en el país se observa que claramente las ciudades de más de 500 mil habitantes tuvieron mejores “amortiguadores” para soportar el golpe de la crisis económica desatada especialmente por efecto de la fuerte devaluación y la prolongada recesión. Hubo una significativa pérdida de poder adquisitivo que hundió a muchos argentinos debajo de la línea de la pobreza y sin posibilidades, por ahora, de retornar a la superficie. Pero en esos grandes conglomerados la pobreza pasó 40,1% a 52,2% mientras que en los de menos de 500 mil habitantes escaló de 39,8% a 56%. Ahí podría haber una primera dimensión a considerar el por qué Río Cuarto tuvo ese comportamiento al estar dentro de este segundo grupo. Y aunque el valor final muestre que dentro de las ciudades de su rango terminó por debajo de la media, también hay que considerar que, en promedio, las demás aumentaron algo menos la pobreza.
Es una situación no demasiado común que los niveles de pobreza sean menores en las grandes ciudades que en las de menor tamaño. De hecho, en los sucesivos estudios del Indec es más habitual encontrar una relación a la inversa.
Volviendo al plano regional, donde la ciudad comparte perfiles de actividad económica más notorias que, por ejemplo, con sus partes patagónicas, allí se observa una particularidad. Ni Bahía Blanca, ni Concordia, ni Córdoba, ni Rosario, ni La Plata, ni Paraná, ni Santa Fe, ni Mar del Plata, ni Santa Rosa, ni San Nicolás tuvieron un ascenso tan elevado de pobreza entre el primer semestre del año pasado y la primera mitad de este año. Sí hay en ese grupo ciudades con niveles de pobreza muy superiores, como el caso de Concordia, que muchas veces apareció como la ciudad con peores índices a nivel nacional; ahora ese ranking quedó en manos de Gran Resistencia o Formosa con 76,2% y 67,6% respectivamente. De todos modos, la ciudad entrerriana alcanzó el 65,8% de su población en condición de pobreza. Hay otras dos en la Región Pampeana que superaron en cantidad de pobres a Río Cuarto: Santa Fe (59,8%) y San Nicolás (55,2%). Pero en ambos casos venían de pisos más elevados y por eso su salto fue menor; ninguna escaló 16,9 puntos porcentuales en un año como lo hizo Río Cuarto.
Embed - Carlos Juncos: La pobreza durante el primer semestre fue del 54,3%
Es decir, en la región parece diluirse la posibilidad de encontrar razones que permitan desprender de la actividad económica dominante, claramente vinculada al campo y la agroindustria, la razón excluyente del ascenso de pobreza riocuartense. Es más, ante algunas sugerencias que apuntaron al agro como posible explicación del deterioro social habría que recordar que el sector fue el único que se mantuvo en un crecimiento muy fuerte durante los últimos 10 meses; incluso con períodos de mejora que superaron el 80% en el nivel de actividad fruto de que se comparó contra un año muy malo por el efecto de la tercera Niña en fila y las más severa de todas. Lo que se cosechó entre abril, mayo y junio de 2023 fue la mitad del promedio de las últimas 5 campañas. Este año, en cambio, se volvió a valores similares a los de aquel promedio a pesar del efecto de la “chicharrita” del maíz que se cobró miles de hectáreas. De todos modos, al observar el EMAE (Estimador Mensual de Actividad Económica) que también elabora Indec, el campo y la agroindustria evitaron que la recesión sea aún más fuerte en la primera mitad de 2024 en el país. Y aún más: al poner la lupa en Río Cuarto, los campos de la zona fueron de los menos afectados por la plaga que en el norte, centro y noreste cordobés arrasó.
Incluso, los economistas advierten que Río Cuarto tiene respecto al campo un actividad procíclica: cuando al agro le va bien, la actividad económica de la ciudad crece por encima de la media nacional; cuando le va mal, cae también más fuerte. Si se observa que el agro viene creciendo contra el año pasado, sería lógico entonces que ahí no debería haber una razón para el deterioro social local.
Por último, siempre se observó que la ciudad tiene una característica en su estructura laboral algo más débil que el promedio del país; con más incidencia del empleo no registrado. De hecho, años atrás fue considerada “la capital del empleo en negro”, con casi el 40% de sus trabajadores en esa condición (aunque luego fue bajando). ¿Puede eso estar incidiendo para que la crisis económica vigente haya impactado más entre los riocuartenses? Allí habrá que poner la lupa, aún sin tener disponibilidad como ocurría antes de esos datos por parte del Indec. Pero hay alguna pista en el último informe de empleo cuando se observó que de los 87 mil trabajadores (entre ocupados y desocupados) que tiene Río Cuarto, 20 mil no están conformes con su situación. Vale recordar que sólo 5 mil no tienen empleo; hay otros 15 mil que teniendo algún tipo de trabajo quieren otro, posiblemente para mejorar sus ingresos en medio de la tormenta de la crisis económica.