Con el cambio de estación y la llegada del otoño, el jardín necesita cierta limpieza para recibir el frío del invierno, a fin de conservar los mejores cultivos.
También, ésta es una buena época para sembrar algunas verduras y se deben tener en cuenta algunas recomendaciones para aprovechar el período y sus beneficios.
Además de disfrutar el final de las temperaturas agobiantes, se pueden planificar algunas podas y siembras durante el otoño.
Podar no es solo cortar
La poda es la eliminación del crecimiento no adecuado en las plantas, pero podar es mucho más que cortar algunas ramas, ya que una poda mal realizada puede causar la muerte de una planta.
En los árboles frutales, por ejemplo, la poda regula el momento de producción, ya que el crecimiento excesivo afecta las flores y frutos.
Recortar un árbol favorece la adecuada distribución de las ramas, de modo de garantizar que la luz del sol llegue también al interior de la planta, y de ese modo, crezca de manera armónica y florezca mejor.
También sirve para eliminar partes dañadas o enfermas, alargando la vida de la planta en condiciones sanas.
A activar la huerta
En cuanto a la siembra, existe una gran variedad de verduras y hortalizas capaces de soportar el frío.
Para armar una huerta en casa, no es necesario un inmenso jardín, ya que el balcón, la terraza o el patio también son lugares aptos para cultivar vegetales.
Por ejemplo, el otoño es una de las mejores épocas para plantar acelga, ya que soporta bajas temperaturas y en dos meses crece en su totalidad.
El ajo también se puede plantar en esta época -no necesita mucho espacio para crecer-, al igual que el brócoli, que necesita bastante sol, pero madura en los meses más fríos.
El hinojo crece muy bien en climas fríos y se arregla con riego poco frecuente y tierra con buen drenaje.
En tanto, el puerro es una de las especies más fáciles de plantar, ya que puede hacerse en cualquier tipo de suelo.
El repollo también soporta bien las heladas, pero atención, necesita riegos periódicos.