El gobernador Martín Llaryora pidió ayer agravar las penas de las personas que agredan a policías.
Lo hizo al recibir en el Centro Cívico al cabo Mauricio Ferreyra y al sargento Héctor Heftif, arrollados durante controles policiales en la vía pública.
“Estamos aquí para reconocer públicamente el valor en el cumplimiento del deber y la prestación de servicios que hicieron ambos efectivos. Les agradecemos en nombre de los cordobeses por su entereza”, expresó Llaryora.
“Necesitamos penas más duras para los que atacan o resisten la fuerza de la autoridad. Hay que cambiar de paradigma, los buenos son los de azul. Para combatir la delincuencia necesitamos que la policía sea respetada”, remarcó.
El gobernador estuvo acompañado por los ministros Juan Pablo Quinteros y Julián López y el subjefe de Policía, Marcelo Marín.