Limpiar el tanque de agua con periodicidad es una tarea vital para quienes habitan una casa. Ese contenedor constituye la reserva del hogar y el uso del agua que allí se almacena se destina principalmente al consumo personal, higiene corporal, cocina y limpieza de alimentos, entre otros.
¿Por qué es importante limpiar periódicamente el tanque de agua?
Por ello es necesario someterlo a tareas de higiene al menos una vez al año y para ello deben tomarse los recaudos correspondientes que garanticen no solo una limpieza eficiente sino a la vez el cuidado personal durante la ejecución.
Entre las medidas preventivas que debemos tener en cuenta al momento de disponernos a limpiar nuestro tanque de agua domiciliario se sugiere contar con elementos de protección personal para la ejecución de tal labor. Por ejemplo, contar con delantal de plástico, botas de goma y guantes de uso doméstico, para prevenir cualquier tipo de salpicadura de cloro al momento de la desinfección.
También es recomendable preparar cepillos, escobas, baldes y cualquier otro elemento para la limpieza, de manera tal de constatar que se encuentren en buenas condiciones y que su uso no implique que pueda generar mayor suciedad en el interior del contenedor.
A la vez, se sugiere leer atentamente las instrucciones de productos como lavandina u otros, de manera tal de estar atentos a su modalidad de uso. Por último y quizás el punto más relevante, debemos asegurarnos que nadie consuma el agua del sistema interno de la casa mientras se realizan las tareas de limpieza. Recién allí podemos empezar a ejecutar la tarea.
Pasos a seguir
- Cerrar la llave de ingreso de agua al tanque. Luego, cerrar la válvula de la cañería de distribución interna y abrir la válvula de limpieza o desagote, hasta quedar un fondo con 15 centímetros de agua, aproximadamente. No agitar ese resto.
- Limpiar el fondo, las paredes y la tapa del tanque. Con la ayuda de un cepillo o escoba de plástico. Solo usar agua, nunca utilizar un cepillo de metal ni detergente, jabón o polvo limpiador.
- Ahora sí, vaciar el tanque completamente y enjuagar varias veces. Eliminar los residuos por la válvula de desagüe, nunca por la cañería de distribución.
- Llenar el tanque hasta la mitad con agua. Agregar, por cada 1.000 litros de agua, 1 litro de lavandina concentrada.
- Una vez lleno el tanque dejar actuar como mínimo durante una hora. Eliminar el agua por la cañería de distribución, abriendo todas las canillas de la casa.
- Llenar el tanque y poner en servicio.
Un punto a tener en cuenta es revisar el estado de la tapa y asegurarse que la misma quede bien cerrada e impida el ingreso de partículas o microorganismos que puedan alterar la calidad del agua.
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