Un docente de la Universidad recibirá el premio Houssay Trayectoria por su trabajo con energías renovables

“Es un premio que no me imaginaba recibir. Hace un tiempo el secretario de Ciencia y Técnica de la Facultad me contactó y me preguntó si tenía algún inconveniente con que me postularan para los premios Houssay, y le dije que en realidad era un honor para mí que me postularan, que no creía que iba a ganar”, señaló García en diálogo con Puntal sobre este premio que también se entrega en las áreas: ciencias de la salud, ciencias y tecnologías ambientales y ciencias humanas. El investigador agregó: “Del Ministerio me invitaron a cargar mis datos en una base y una comisión especial por cada una de las áreas definió entre todos los postulantes quiénes ganarían el premio”.

García comentó que incluso este año fue una de las ediciones con más postulaciones y que cuando le notificaron el resultado no lo podía creer. “En este momento estoy concentrado en un curso internacional con más de mil inscriptos en cada módulo, organizado desde una red iberoamericana que coordino con más de 50 grupos de investigación y empresas de 13 países”, declaró el investigador, quien explicó que el trabajo actual en la virtualidad ha sido muy intenso. Y agregó: “Cuando llegó el mail del Ministerio pensé que me notificaban mi participación, pero en realidad era para avisarme que me habían elegido para recibir el premio, hasta tuve que consultarlo con mi esposa y con uno de los miembros de la comisión evaluadora que justo conocía, quien me confirmó que me habían elegido”.

- Para tomar magnitud de la importancia del premio, ¿es frecuente que los investigadores de Río Cuarto sean elegidos en los Houssay?

- No, para nada, justo el año pasado una investigadora de Ciencias Exactas de nuestra Universidad le dieron el premio en su área, pero en Ingeniería nunca. Estos 4 elegidos para el premio ahora quedamos nominados para el premio de Investigador de la Nación, que es como el “oro”. Es para mí una locura, nunca me lo esperé.

- ¿Qué respuesta ha tenido de sus colegas ante esta distinción?

- Por supuesto que hay algunos que se alegran mucho, pero otros que felicitan con cierta envidia. Un investigador amigo de Buenos Aires me escribió felicitándome y me dijo que lo hacía con envidia porque era la tercera vez que lo postulaban y nunca lo había recibido, siendo que ya se jubilaba. Pero por suerte ha sido un buen acompañamiento.

- ¿Cómo es su especialidad dentro de la Ingeniería?

- Yo soy ingeniero electricista electrónico. Me recibí en la Escuela Industrial y me fui a estudiar a Córdoba, donde me recibí pero no tenía la posibilidad de hacer un posgrado ni investigar sobre ingeniería. Empecé a trabajar en instalación y mantenimiento de equipos grandes de computación, y después de un tiempo comencé a interactuar con investigadores del Conicet, hasta que el decano de la Facultad de la Universidad de Córdoba me llamó junto a otros profesionales con la noticia de que querían hacer el doctorado de Ingeniería, pero no tenían doctores y alguien debía ir al exterior, doctorarse y volver. Yo estaba mal económicamente, era 1986, y me fui a Río de Janeiro por 7 años, donde hice la maestría, el doctorado y trabajé en algunos proyectos de empresas. Allá me especialicé en electrónica de potencia y control de máquinas eléctricas, es la parte de la electrónica que sirve para convertir y controlar la energía, algo fundamental en la actualidad con las energías renovables.

García expresó que volvieron a Argentina y como la oferta en Córdoba no era buena, vino a Río Cuarto, donde ya se instaló definitivamente. “Mi equipo de investigación fueron 3 chicos de primer año que me fueron a ver porque querían aprender algo más, y empezamos con una beca de 700 pesos por una investigación anual”, recordó.

Consultado por detalles sobre su investigación, el premio Houssey riocuartense comentó que “los paneles fotovoltaicos son de corriente continua de baja tensión, y si uno quiere convertirlo en 220 50Hz, tiene que subir la tensión y convertirla en corriente alternada, es lo que hace la electrónica de potencia, o con la energía eólica, que son generadores de velocidad variable que generan frecuencia variable, por lo que hay que pasarla a continua y luego a alterna, de tensión y frecuencia constante para poder inyectar la energía en el sistema convencional; y el almacenamiento de energía”.

García explicó que es fundamental analizar “los recursos locales de cada una de las fuentes de energía, si hay viento con la eólica, en otra región hay sol sumar la solar e integrar todo, o con un río con la hidráulica, convertir la energía e interconectar con el sistema convencional”, detalló el especialista. En este sentido, aseguró que la electrónica de potencia es fundamental para muchos desarrollos, como lo pueden ser los vehículos eléctricos. “En Río Cuarto, cuando volví de Brasil, por la demanda de la industria comencé a trabajar en tres líneas: integración de energías renovables; vehículos eléctricos; y detección, diagnóstico y tolerancia a fallas en sistemas eléctricos”, dijo.

Señaló que son los temas más trabajados en la actualidad, “y van de la mano, porque las microrredes son un sistema celular de energía que pueden trabajar independientemente o interconectados intercambiando información y energía, y los vehículos eléctricos son consumidores y cuando tienen la energía cargada y no se la usa, también se puede vender la energía de la batería, es un almacenador de energía distribuido”, explicitó el especialista y completó: “Si tenés 10 vehículos no pasa nada, pero en una ciudad grande con millones de vehículos será una energía importante la que se usará, tanto al momento de cargar las baterías como para vender esa energía”.

La Comisión de la Distinción que definió a los ganadores estuvo conformada por el ministro de Ciencia, Tecnología e Innovación, Roberto Salvarezza; en representación del Consejo Federal de Ciencia y Tecnología (Cofecyt), Luz Lardone (quien además, es integrante del Directorio del Conicet) y en representación del Consejo Interinstitucional de Ciencia y Tecnología (Cicyt), Celeste Saulo. La última gran etapa de “Distinción Investigador/a de la Nación 2020” será cuando el presidente de la Nación anuncie al Investigador/a de la Nación, que resultará elegido entre los ganadores del Premio Houssay Trayectoria.

Los premiados en el certamen de 2020

Los otros ganadores del premio Houssay 2020 son:

• Ciencias de la Salud: Fernando Héctor Andrade, investigador principal del Conicet en la Facultad de Cs. Agrarias de la Universidad Nacional de Mar del Plata.

• Ciencias y Tecnologías Ambientales: Silvia Diana Matteucci, investigadora independiente ad-honorem del Conicet en la UBA.

• Ciencias Humanas: Hilda Iris Sabato, investigadora superior ad-honorem del Conicet en el Instituto de la Historia Argentina y Americana "Dr. Emilio Ravignani".