Pero para sumar al análisis de esa factibilidad planteada en el proyecto de presupuesto presentado por el Presidente el domingo a la noche, se agregan un par de datos más: incremento del 9% en las exportaciones para 2025 y un tipo de cambio que terminaría en $1.207, lo que daría una devaluación en torno al 18,3%, alineado con inflación. Es decir, el alza en el cobro de retenciones en pesos se daría sin una fuerte devaluación y sin dar un salto en los volúmenes exportados. A partir de allí se encendieron las alarmas en el sector agropecuario. ¿Habrá suba de retenciones?, se preguntaron productores, dirigentes y hasta algunos economistas.
Lo cierto es que en el medio, el Gobierno debió aclarar la situación y ensayó una explicación. Primero fue el ministro de Economía, Luis Caputo, quien salió a negar cualquier incremento en los derechos de exportación y a prometer una explicación sobre los números. A las pocas horas, fue el economista y asesor del ministro, Martín Vauthier, el que se explayó: “La recaudación está influida por factores adicionales a la nominalidad. El cambio en los plazos de pago de DEX y el dólar soja hizo que la recaudación de derechos de exportación 2024 dejara una base de comparación baja, dados los mayores pagos en 2023. Esto afecta la variación interanual prevista en 2025”, indicó la voz que puso el Gobierno a despejar el malestar generado.
Luego siguió: “En 2024, la recaudación estimada es menos de 1% del PIB, apenas x encima del 0,8% de 2023 (con sequía). En la recaudación influye el tipo de cambio promedio, las cantidades, los precios y otros factores como el plazo de pago, que no necesariamente coincide ni con la registración de declaración jurada ni con el embarque”, indicó Vauthier.
Según el economista, “en 2023, las tasas en pesos muy negativas frente a una expectativa de devaluación, generaban un incentivo a pagar los derechos de exportación en el menor plazo posible luego de la registración de declaraciones juradas. Esto se fue revirtiendo en 2024, dada la estabilización macro y la fuerte mejora en las expectativas”.
Por último, Vauthier remarcó que “al normalizarse el efecto de los plazos de pago y ya sin dólar soja el año previo, en 2025 puede esperarse una recaudación por derechos de exportación más cercana a la media de la última década. La variación interanual nominal ‘alta’ se explica por una base de comparación ‘baja’ en 2024”, indicó el economista.
En esa línea, David Miazzo, economista de Data Miazzo y especializado en temas agropecuarios, remarcó primero que los números podían estar vinculados a un 2024 de baja recaudación y destacó la explicación oficial en ese sentido. Pero advirtió: “Como suponíamos, el tema central es una recaudación 2024 baja. Igualmente, según nuestras cuentas, sigue habiendo una diferencia de casi 2 billones de pesos”.