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Dramático relato del productor que en 5 minutos perdió su cosecha de tabaco

Había comenzado la cosecha pero una tormenta detuvo los trabajos, llegó el granizo, y en paralelo las hojas recolectadas no pudieron secarse en las estufas por un extenso corte de electricidad. La indignación de un productor salteño.

Sergio Parra es un productor salteño del Valle de Lerma con una profusa participación en las redes sociales. Y desde allí suele mostrar el paso a paso de varios cultivos no tan habituales de escuchar en la zona central del país y menos en la Pampa Húmeda como tabaco, poroto, chía o anís.

Esta vez, hizo un seguimiento del tabaco desde los almácigos, la implantación y el paso a paso del crecimiento, incluyendo la desfloración, clave para que la planta no pierda vitalidad. El tabaco es particular, muchas de las tareas sobre el lote se hacen a mano, con una carga alta de personal. Un proceso que luego termina con la cosecha de las hojas y un atado que entra a las estufas para secar y entregar.

Parra difunde y explica, especialmente para aquellos que no están tan habituados con esos cultivos. Pero también cuenta las penurias de ser productor agropecuario en su Valle de Lerma. Y esta vez le tocó la peor parte: una intensa granizada terminó casi por completo con una plantación de tabaco, cuando estaba iniciando su cosecha. Había transitado todos los estadíos; apenas le quedaban los días de recolección, pero no llegó.

Y contó su amargura en X: “En 5 minutos el viento y el granizo se llevaron la cosecha de tabaco y con ella mis ganas de trabajar como burro y apostar. Me cansé de ver desastres , me cansé de sufrir , me cansé de llorar y a las horas empujar más fuerte. Levantaremos lo que dejó y veremos”, escribió el productor salteño acompañando el posteo con dos imágenes de cómo había quedado su plantación de tabaco, que hasta pocas horas antes lucía esplendorosa.

“No hay caminos y no va a haber porque desde el año pasado que algunos no sirven más, no hay luz hace 13 horas y el tabaco que coseché y está en las estufas se pudrió. No había señal de teléfono, no hay nada, es tierra de nadie. Lo único que hay es la cara de mis empleados asustados”, contó Parra en medio de la conmoción por lo sucedido.

Luego relató: “Y yo llorando frente a las estufas sabiendo que para poder cosecharlas tuve que pedir plata a las empresas acopiadoras y ahora tampoco tengo para devolverla, tampoco tengo cómo levantar lo poco que queda por que el anís no vale nada y la chia menos, nada se vendió”.

Esta semana se dieron casos graves de granizo entre Ordóñez y San Marcos Sud, con miles de hectáreas. También hubo destrozos en Carlos Casares.

Y continuó: “¿Vendrá alguien a ver si estamos vivos? Nadie, sólo servimos para que nos esquilmen. ¿Alguien le dirá algo a Edesa por la luz? Nadie, que se cague el boludo que hoy debería al menos levantar la hoja que está en el suelo y secarla. ¿Alguien arreglara el camino? Nadie”, indicó en alusión al corte de luz que afectó sus estufas y la empresa distribuidora salteña.

Más tarde remarcó: “Porque claramente somos nadie, un montón de boludos, me canse de sufrir en medio de la nada , estoy harto”, agregó.

En un párrafo aparte, Parra describió lo que veía a su alrededor, con su personal: “Y ahora están todos sentados afuera esperando que les diga cómo seguimos y la verdad no tengo la más puta idea, porque no tengo ni plata, ni luz, ni caminos y ni ganas de seguir, cerraría todo a la mierda”, escribió el productor salteño en su cuenta de X, que rápidamente se colmó de comentarios que acompañaron el dolor de lo perdido. También hubo otros, que parecieron no conmoverse por la historia.

Por último, Parra cuantificó rápidamente los daños: “Hay seguir después de esto. Ocho mil dólares por hectárea de inversión”, contó Parra. Ayer, el trabajo en el lote seguía, intentando rescatar las hojas sanas que dejó la granizada.