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Prórroga a la ley de biocombustibles: tres puntos claves para las etanoleras

La extensión de la norma rige hasta el 12 de julio, pero no descartan un plazo mayor si no prospera la discusión en el Congreso. La industria quiere que se garanticen los actuales cortes como piso y un esquema de precios

Finalmente, ayer se publicó en el Boletín Oficial la prórroga por 60 días de la ley de biocombustibles que rige desde 2006 y que vencía esta medianoche, tras 15 años de vigencia. Eso abrirá el plazo hasta el 12 de julio para definir un nuevo marco normativo que ordene cómo continuará el sector que produce etanol a base de maíz o caña de azúcar y biodiesel a partir de soja.

Pero ya en el texto oficial hay un primer indicio: se discutirá sobre la base del proyecto del diputado santafesino del Frente de Todos, Marcos Cleri. Sin embargo, no es el único que tiene ingreso parlamentario en la Cámara Baja. Hay otros, como el que presentó el año pasado el diputado de Hacemos por Córdoba Carlos Gutiérrez, en sintonía con el conjunto de provincias que integran la Liga Bioenergética, que reúne a las productoras de biocombustibles. Pero el objetivo del oficialismo, ya deslizado en el texto del Boletín Oficial, es partir del “proyecto Cleri”.

Ese primer punto ya demostró que genera resistencia, especialmente de las productoras de etanol de maíz y de buena parte de las de biodiesel. Cleri logró sólo respaldo de un sector de la caña de azúcar y de un pequeño sector del biodiesel. Fue eso lo que terminó por demorar el tratamiento en Diputados e impulsó la prórroga que finalmente salió ayer. No hubo consensos, incluso en el terreno político, donde el escenario está diversificado. Hay oficialistas que forman parte de las provincias productoras que muestran su recelo con el proyecto, y opositores de jurisdicciones azucareras y patagónicas que ven con agrado la propuesta.

Frente a ese panorama, hay un borrador de prioridades para modificar algunos puntos esenciales de la propuesta oficial. Concretamente son tres elementos que las etanoleras de maíz buscan incorporar para evitar retrocesos significativos en el desarrollo alcanzado en los últimos 15 días: que el corte mínimo de etanol no baje del 12 por ciento; un esquema de determinación de precios “razonable” y claro, y sustitución de importaciones como política central.

Uno por uno

El primero de los puntos busca evitar lo que temen justamente las productoras de alcohol de maíz y es que puedan perder hasta la mitad de la producción que hoy entregan a las petroleras. El “proyecto Cleri” deja abierta la posibilidad de que la Secretaría de Energía defina una baja en el aporte de estas empresas al corte general. El proyecto establece que el etanol será el 12% de un litro de nafta, pero el 6% está asegurado para el sector azucarero y el restante 6% para el maíz; sin embargo, este último puede sufrir un recorte y quedar en el 3%. Ese margen que otorga el proyecto es lo que rechazan las empresas. Por eso piden que el 12% sea un piso inamovible.

“La opción del oficialismo va en contra de lo definido en 2006 bajo la presidencia de Kirchner porque intenta volver a la matriz del petróleo, a contramano del mundo”, remarcaron las etanoleras.

El segundo es un elemento clave: el precio. Si ahí no encuentran una regla clara temen que de un momento a otro la actividad sea inviable. Hay mucho ruido en torno a eso porque hasta se piensa en la chance de que el precio del etanol esté atado al de la nafta: por ejemplo, que represente un porcentaje del valor final del litro en surtidor. Eso ataría el precio del biocombustible al petróleo. “Si hacen eso van a mezclar dos cosas que no tienen nada que ver. Cuando sube uno por ahí baja el otro y los movimientos no se copian”, explicaron desde el sector. El tema del precio fue siempre motivo de discusión ya que en su momento existió una fórmula automática que muchas veces los gobiernos rechazaron porque mostraba una incidencia muy fuerte de la materia prima y cuando ésta escalaba en los mercados, impactaba de lleno en el precio. Después se mutó a un esquema más arbitrario de Energía (durante la gestión Macri) y ahí fueron las empresas las que reclamaron que les “pisaban” los valores y les generaba problemas en la ecuación.Más acá en el tiempo, el año pasado fue de alta conflictividad porque Energía congeló los precios casi un año y hubo hasta presentaciones judiciales de las empresas. Por eso, ese será un capítulo central para debatir en los 60 días.

Por último, la mención a la sustitución de importaciones es el último foco de atención y las empresas quieren que efectivamente se aliente ese capítulo y de manera más contundente. Quieren que se explicite que la importación de combustibles sea la última opción antes de reclamar entrega a las productoras de biocombustibles. Hasta la pandemia se importaban, aún con los cortes correspondientes, hasta 500 millones de dólares de nafta. Allí la intención es poner a producir más fuerte a las etanoleras para evitar esa fuga de divisas. Pero aseguran que el proyecto no es tan contundente en ese punto y piden una mayor fuerza y determinación.

Hacemos por Córdoba reiteró que escuchará al sector productivo antes de votar

“Vamos a sostener la misma posición que mostramos hasta aquí. Nosotros presentamos un proyecto para alentar más aún al sector de los biocombustibles en la Argentina porque entendemos que es el camino que debe tomar el país. Si la discusión es sobre el proyecto del oficialismo, seguramente habrá mucho debate porque hay muchos puntos por corregir, pero siempre escucharemos al sector productivo antes, porque es muy importante esta actividad para Córdoba”, adelantaron desde el bloque de Hacemos por Córdoba luego de conocerse la prórroga por 60 días que dispuso el Gobierno mediante una publicación en el Boletín Oficial.

Por su parte, el titular de la Asociación Argentina de Biocombustibles e Hidrógeno, Claudio Molina, destacó a Puntal que “evidentemente el Gobierno no quería la prórroga e hizo lo posible para evitarla, pero no pudo. Y así como están las cosas en el norte había un conflicto en puerta porque comenzó la zafra de caña y la incertidumbre es total”, explicó.

El dirigente destacó que “de todos modos, si el punto de partida es el proyecto del diputado Cleri habrá mucho para discutir porque claramente es una propuesta que atenta contra los intereses de Córdoba y Santa Fe. El diputado debería explicar cómo yendo a la baja de una actividad se puede al mismo tiempo alentar esa actividad, que es lo que dijo durante la presentación. Nos dijo que quería impulsar al sector y lo que propone es un baja en el corte de etanol de maíz y en el biodiesel. Sinceramente no lo entiendo y sería oportuno que lo explique”, indicó.

De todos modos, para Molina, “60 días es poco tiempo”, algo que también remarcaron desde la industria y desde el bloque de Hacemos por Córdoba. “No sería raro que haya una nueva prórroga”, agregaron y recordaron que el Senado en octubre dio media sanción a una prórroga de 4 años porque entendía que en 8 meses era imposible discutir otra ley.

Gonzalo Dal Bianco. Redacción Puntal