El dirigente radical analizó el presente del radicalismo cordobés, el impacto del documento de Río Cuarto y la necesidad de construir un Estado eficiente.
También se diferenció del rumbo que tomó el gobierno de Milei y cuestionó las alianzas sin base ideológica.
-¿Por qué quiere ser candidato a diputado nacional por la UCR?
-Creemos que el radicalismo cordobés tiene que presentar una propuesta con identidad, candidatos y listas radicales. No descalifico a los otros, pero da la sensación de que miran más hacia afuera del partido que hacia adentro. Nosotros queremos recuperar la base ideológica que nos permitió gobernar ciudades y provincias.
-¿Qué significa “abuenar el partido” en este contexto?
-Es una expresión que usaba Arturo Illia. Algunos la usan hoy con una intención oportunista, pero abuenar significaba llevar el partido a la gente.
-¿Qué balance hace de la reunión radical en Río Cuarto?
-El documento que sacaron los circuitos radicales de la ciudad fue una bisagra. Ahí quedó claro que hay un sector del radicalismo que no quiere ir con La Libertad Avanza. No es un capricho ni nostalgia. Lo que hace este gobierno nacional tiene poco que ver con el pensamiento radical.
-¿Qué pasará con el radicalismo cordobés cuando haya que definir listas? ¿Unidad o ruptura?
-La responsabilidad de que no se rompa es de quienes conducen el partido. Si el radicalismo se rompe en 2025, no será competitivo en 2027. Nosotros tenemos vocación aliancista, pero con fuerzas políticas afines.
-¿Qué mirada tiene sobre el rol del Estado?
-La Argentina es pendular. Este gobierno desprecia el Estado. El equilibrio fiscal se logró licuando jubilaciones y salarios. Nosotros queremos un Estado eficiente, no el Estado hiperpolitizado del kirchnerismo, pero tampoco este modelo que quiere destruirlo. Ni el Inadi de Victoria Donda ni el Inadi cerrado. Hay que encontrar el punto medio.
-¿Cree que lo que pasó en la elección en CABA anticipa algo a nivel nacional?
-Son escenarios distintos. En CABA votó apenas la mitad del padrón. El 30% de los libertarios no es más de lo que ya habían sacado. Hay una porción del electorado que se quedó en casa porque no se siente representada. Ahí es donde tiene que entrar el radicalismo.
-¿Qué piensa de la forma en la que el gobierno nacional se relaciona con las provincias?
-A los gobernadores amigos se les mandan fondos, a los demás no. Eso es pésimo para el federalismo. Además, hay una falta de respeto institucional. Desde el Presidente que no saluda a la vicepresidenta Victoria Villarruel hasta el destrato a Jorge Macri. Este gobierno ni siquiera cumple en la rosca política, mucho menos en la representación.
-¿Cuál es el desafío para el radicalismo?
-Representar a los desencantados de Milei, que ya están.