Los espacios se viven y la experiencia de ello puede estar supeditada a varios factores. Sin dudas que la decoración y el diseño de interiores son variables que incidirán en la manera en que vivamos un espacio, pero existe un factor que adquiere relevancia sensorial casi con el mismo protagonismo: la manera en que huele un lugar.

Una casa puede resultar estéticamente acogedora pero los aromas que de ella surjan van a inclinar la balanza en nuestra experiencia de habitarla.

Una serie de recomendaciones y hábitos a tener en cuenta ayudarán a que nuestros espacios conserven la frescura de espacios ventilados y a evitar que se originen focos de olores indeseados.

Ventilación diaria

Renovar el aire interior diariamente favorecerá la circulación y con ello se dejará salir el aire viciado que durante horas fue acumulando los aromas propios de una vivienda en donde conviven personas y se elaboran alimentos, por ejemplo. Abrir todos los días las ventanas durante al menos diez minutos permitirá que el “olor a encierro” se adueñe de nuestro interior. Y, en caso que haya ambientes que carezcan de contacto exterior, es recomendable dotarlos de purificadores para contribuir con el fin de acumular malos olores.

Higienizar cañerías y desagües

Muchas veces dejamos olvidados algunos circuitos que son el nexo de los efluentes que utilizamos a diario en el hogar y se convierten en focos de olores indeseados. Por ejemplo, las cañerías que trasladan el agua con jabón de la ducha o la de la pileta de la cocina pueden acumular restos de residuos que no llegan a encausarse hasta salir el desagüe cloacal y en ese ínterin generen aromas por su estado de descomposición. Existen productos que mezclados con agua permiten lavar las tuberías en su recorrido domiciliario y evacuar consigo los restos que puedan ser focos de olor.

Poner atención en el lavarropas

El uso del lavarropas demanda prestar atención a su secado interno poslavado. Es recomendable dejar algunos minutos la puerta abierta luego de cada uso a los fines que la humedad retenida en el interior pueda encontrar salida y no retenerla de inmediato cerrando la tapa. Por la utilización permanente de jabón también es probable que cada tanto demande de una limpieza de los circuitos debido a que la descomposición del mismo provoca malos olores. Existen productos químicos para ser utilizado con un lavado de higiene que arrasan con esos restos y favorecen a la limpieza del artefacto.

Tender la cama, en tiempo y forma

Es considerado un gran hábito quien se despierta y tiende la cama al levantarse. Pero más recomendable aún sería primero sacudir las sábanas y almohadas y dejar unos minutos esas capas extendidas para que primero se ventilen. Luego de unos minutos, sí es el momento ideal para tender la cama y salir a encarar el día, previa ventilación general del ambiente donde descansamos, tal lo referido en el punto anterior.

Limpiar los textiles periódicamente

Alfombras, sillas y sillones tapizados en telas pueden convertirse en puntos de absorción de aromas y acumular con ello los olores indeseados. Efectuar periódicamente una limpieza de estos componentes del hogar y aspirarlos ayudará a erradicar esos focos de aromas.

Lavar la vajilla de inmediato

Dejar los platos sucios para después puede convertirse en un hábito contraproducente al momento de intentar mantener un aroma agradable en casa. Los aromas propios de la elaboración de comidas ganan terreno fácilmente en el ambiente y mantener expuestos los utensilios y vajillas sucias durante mucho tiempo se convertirá en un importante foco de olor.

Prestar atención a las mascotas

Tener mascotas en casa no significa un obstáculo pero sí es recomendable conocer cuáles son sus lugares favoritos en el hogar para prestar atención a la higiene de esos sectores. Que descansen en la cama o en los sillones puede implicar que esas zonas deban ser mejor atendidas que otras. También eligen sectores para sus necesidades fisiológicas lo que debe ser higienizado permanentemente.

La heladera, otro artefacto a atender

Muchas veces sucede que percibimos un olor desagradable sin encontrar explicación u origen. Controlar que en la heladera no existan alimentos en descomposición es indispensable tanto para prevenir olores indeseados como para la salud de las personas debido a que puede tener injerencia en otros alimentos para consumo. Se deben atender principalmente los productos frescos como frutas y verduras para evitar que se pudran y den mal olor.

Evitar acumular basura dentro de casa

Es el principal foco de malos olores dentro del hogar. Por eso es muy importante sacar la basura constantemente y desinfectar los contenedores antes de volverlos a usar. Y, si el cronograma de recolección no coincide con tu acumulación de residuos, se recomienda retirarla al patio o un espacio abierto lejos de las aberturas del hogar hasta tanto llegue el momento de sacarla a la calle.