Mientras la versión final del Presupuesto 2021 aún es una incógnita en el Congreso, el campo ya tiene una certeza: la posibilidad de aumento de retenciones que el Ejecutivo tuvo este año y no usó, decidió sostenerla para 2022.
Es una carta que la Casa Rosada mantiene a su alcance y que puede jugar en el momento que crea conveniente sin tener que llevar el tema a discusión del Congreso.
La posibilidad consiste en elevar el porcentaje en trigo y maíz del 12% al 15% y en la carne, del 9% al 12%. Mientras las entidades del campo piden señales al Ejecutivo de reducción o eliminación de los derechos de exportación, esta carta va en el sentido contrario. Incluso con la medida tomada esta semana por la cual se bajó o eliminaron retenciones a algunas economías regionales del país, como fue el caso del maní que ahora pasó a pagar un porcentaje menor, algo que la Cámara del sector celebró, al tiempo que remarcó que esperan “por la eliminación total” de esos aranceles.
“Es una amenaza que siempre tiene el Gobierno en su afán por intentar domar de manera artificial el precio de los productos. Sabemos que tiene una vocación intervencionista, y de intervenciones distorsivas, muy fuerte. Y esta es una amenaza fuerte que intenta ocultar los problemas de fondo que muestra la economía como el déficit fiscal, el descontrol de la inflación y el de la emisión. Y pretende encausar artificialmente el precio de los alimentos, cayendo en errores que ya sabemos donde conducen porque se cometieron en varias oportunidades en el pasado. Finalmente vemos que muchas veces termina con resultados contrarios a los que se buscan, como con la carne”, enfatizó ayer Gabriel De Raedemaeker, presidente de la Fundación Mesa de Enlace Córdoba y vicepresidente de CRA.
El dirigente, que esta semana fue parte de la reunión con el gobernador Juan Schiaretti en El Panal junto al resto de los integrantes de las entidades del campo de Córdoba, remarcó que con respecto a la posible suba de retenciones, “está todo dentro del mismo paquete y si bien hoy hay más preocupación por la carne, sabemos que por allí van a tomar alguna medida de este tipo ante una suba en el pan. Porque las exportaciones de trigo ya se están regulando en los hechos. Pensemos que vamos a tener una producción cercana a las 21 millones de toneladas y hay contratos de exportación por poco más de 9 millones. Eso deja un volúmen que ni por cerca es el que consumimos en el país y sin embargo no se inscriben más contratos de exportación. Eso se da por una intervención solapada del mercado que perjudica al productor y beneficia a un sector de la exportación que cuida su quintita”, remarcó De Raedemaeker.
Esta semana el Gobierno anunció bajas en retenciones a economías regionales, ¿no es una señal positiva?
En el caso del maní era un planteo que se venía haciendo mucho desde Córdoba aunque hay que ver después la letra chica para ver en detalle a qué se hace referencia porque en un anuncio anterior se lo presentó de una manera y finalmente no era beneficioso porque era marginal. De cualquier manera es una lucecita de esperanza en el largo camino que tenemos que transitar. Hay que ir discutiendo seriamente la reducción progresiva de los Derechos de Exportación, siendo conscientes de que no podemos desfinanciar al Estado en la situación de crisis social tan grave que hay, con 50% de población debajo de la línea de la pobreza. Por eso los Derechos de Exportación deberían ir trasladándose a un sistema impositivo más justo como puede ser el de Ganancias, que contempla los resultados productivos. Pero no vemos un interés en discutir estos temas por parte del Gobierno.
Las buenas noticias vienen desde lo productivo, con un clima que hasta acá acompaña...
Hay una expectativa climática de normalidad. Siempre los interrogantes vienen desde lo político porque tenemos un Gobierno que no es amigable con lo productivo y tiene un diagnóstico equivocado de cuál es la salida de este país.
¿Cuánto preocupa la brecha cambiaria y cómo impacta en el sector?
La brecha cambiaria sigue haciendo mucho ruido en la producción porque nosotros vendemos nuestros productos a un tipo de cambio oficial menos los derechos de exportación y en la práctica pagamos insumos y repuestos al dólar blue. Porque tuvimos una inflación tremenda en dólares de nuestros costos. Y ese es otro freno letal para la producción, es otra retención encubierta. Ojalá el Gobierno se ponga a trabajar en esto para permitirnos pagar y vender al mismo tipo de cambio.
Se volvieron a encontrar con Schiaretti esta semana, ¿qué hablaron?
Hay una comunición permanente con miembros del gobierno provincial y en ese marco matuvimos hace dos meses un encuentro con el gobernador y la Mesa de Enlace Nacional y allí surgió la posibilidad de hacer un encuentro conjunto entre dirigentes nacionales y provinciales con Schiaretti. Pero preferimos desdoblarla para poder tratar temas más locales.
¿Y qué temas analizaron?
Le volcamos la preocupación del escenario nacional y la falta de perspectivas que tenemos hacia adelante como consecuencia de la ausencia de un mensaje claro del Gobierno en materia económica, de políticas sociales, y no sólo de la parte agropecuaria. Eso permitiría mejorar el clima de inversiones, porque estamos inmersos en un cortoplacismo exasperante y no se ve una salida inmediata.