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Hacia una "nueva longevidad": oportunidades, riesgos y desafíos

Convocados por la Fundación Plenavi, el médico y kinesiólogo Diego Bernardini (M.P. N° 94.447) y la reconocida “Doña Jovita”, colmaron el Teatro municipal para abordar desde el arte y el humor una temática que nos atañe a todos: transcurrir un envejecimiento digno. Salud & Ciencia los entrevistó en la antesala de la presentación, en una charla íntima y profunda

Siesta soleada casi sin viento en Río Cuarto. El tranquilo patio de un hotel en el oeste de la ciudad es el escenario natural que nos recibe para poder hablar con dos grandes defensores de la longevidad. Horas después, iban a colmar el escenario mayor del Teatro municipal con una obra tan desopilante como reflexiva.

El médico de familia y kinesiólogo, Diego Bernardini (DB), junto al actor, humorista y músico José Luis Serrano (JLS) -conocido popularmente por su histórico personaje “Doña Jovita”-, expresaron su visión compartida sobre lo que denominan “la nueva longevidad” y destacaron la importancia de poder proyectar nuestro envejecimiento digno.

En diálogo exclusivo con Salud & Ciencia, los referentes convocados por la Fundación Plenavi se explayaron sobre las oportunidades, riesgos y desafíos que deben asumirse en la segunda etapa de la vida.

Embed - DIEGO BERNARDINI Y JOSÉ LUIS SERRANO

- ¿Cómo define la nueva longevidad y en qué se diferencia del concepto tradicional de envejecimiento?

-DB: Si yo tendría que definir la nueva longevidad, tendría que decir que es cómo estamos deseando vivir una segunda mitad de la vida, que cada vez es más larga, con más oportunidades, pero que también presenta riesgos y desafíos. Se trata básicamente de no vivir más, sino de decidir, de elegir y de tener un poco de suerte para ver cómo vivimos ese tiempo. Si me preguntás en qué se diferencia de otros paradigmas o marcos conceptuales, esto es un paradigma que vengo trabajando desde el año 2017, que ya tiene conceptualización desde lo teórico y, por supuesto, también está escrito. Y la diferencia es, primero, si hablamos de envejecimiento, está el estereotipo, el prejuicio, la idea de que envejecer de alguna manera va ligado a la enfermedad, va ligado a la dependencia, va ligado a los cuidados. Pero ya no se habla de demencia senil, porque eso básicamente lo que encubría es que a medida que nos ponemos mayores nos volvemos dementes, y eso es totalmente falso. Por eso hoy hablamos de deterioro cognitivo. Y también dejamos de hablar de envejecimiento activo, porque la nueva longevidad en ese sentido se diferencia en lo que es el empoderamiento de la persona, de nosotros como sujeto de derecho hasta el último día de nuestras vidas, donde hay algo que no nos tenemos que olvidar, que no se puede perder, y es el respeto a la dignidad, la dignidad de cada uno de nosotros.

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- ¿Estamos preparados, social y culturalmente, para vivir más tiempo y mejor?

-DB: Es una buena pregunta. Primero, porque la nueva longevidad es un fenómeno extremadamente nuevo. Estamos hablando de los últimos 30 años y para que te des una idea, los últimos 30 años en países que registran un dato duro de, por ejemplo, lo que son tasas de divorcio en personas mayores de 60, en los últimos 30 años, se ha duplicado. Por ejemplo, en España, los partos de mujeres de 40 años y más, hace apenas 10 años atrás eran el 3%. Hoy, son el 12%. O sea, es un fenómeno que es nuevo. Entonces, esto nos habla de que ahora nos estamos preparando. Ahora estamos entendiendo lo que significa llegar a una segunda mitad de la vida con una información, con un conocimiento científico médico que antes no teníamos. Y eso nos brinda una oportunidad, pero también hay desafíos. Hay desafíos de entender que la jubilación ya no se debe ser interpretada como lo era en el siglo pasado. Muchas personas me dicen: "Ey, doctor, pero antes no había tanta demencia”. Claro, porque nos moríamos antes. Hoy el deterioro cognitivo va de la mano o aumenta prevalentemente en función a la edad que tenemos. Vamos a tener que ahorrar más, porque si estamos viviendo más, vivir cuesta dinero. Vamos a tener que reinventarnos y hacer lo que realmente nos gusta, independientemente de que la sociedad nos diga: "Gracias por tus servicios prestados, te jubilamos". Todo esto, como digo, es un desafío, es algo muy nuevo y somos muchos los que venimos trabajando en esto. En este caso, a la nueva longevidad me tocó conceptualizarla a mí y estamos cada vez distribuyendo más estas ideas y la gente las está tomando en cada oportunidad que tenemos como ahora, con ustedes.

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- ¿Cuál es el rol social del adulto mayor? ¿creen que es reconocido?

-JLS: El adulto mayor para mí siempre fue una causa y a lo mejor no era consciente de ello. Era un sentimiento de pérdida que tuve ya en casi en la adolescencia, con la pérdida de mis abuelos, y me identifico mucho con algo que a veces digo, que es una frase ajena y a la vez nuestra, y que la dijo Ricardo Rojas a principios del siglo pasado: cada abuelo que se nos muere, es una biblioteca que se quema. Entonces, lo que estamos perdiéndonos en esta ideología de mercado, esta ideología del consumo que es la única ideología que gana, es que los viejos pierden. Entonces, pensarlo desde la dignidad es lo que me mueve integralmente. No solo con la conciencia, sino también con el corazón, porque me gustaría no perder la alegría, la dignidad, la chispa. No importa cuánto tiempo, como dijo el doctor.

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- ¿Cómo se vinculan el arte y la medicina?

-DB: El arte es medicina y la medicina también es un arte. En ocasiones, los médicos dejamos la humanización muchas veces por la super especialización: hablamos de rodillas, hígados y cerebros, y nos olvidamos de la persona. Y nos damos cuenta que en este llenar de sentido de vida, una segunda mitad de la vida que cada vez es más larga, el arte es fundamental. De esto estamos hablando, de una transformación. Y una transformación no es cambio, una transformación es algo más profundo. Es un cambio con sentido y es algo que nos involucra a todos nosotros y tomo, para cerrar la idea de algo que comentaba también José Luis (Serrano), que esto no es un tema solo de personas mayores. Esto es un tema de cada uno de nosotros. Yo no quiero que, si llego a los 70 años, a los 80 o a los que tenga que llegar, nadie venga y me diga: cómo tengo que vestirme, qué tengo que comer, con quién me tengo que acostar y a quién tengo que abrazar. Eso es la dignidad. Me parece que eso es fundamental y es esa transformación con sentido que tenemos que hacer todos. Y esto es una causa, no es una moda, no es un tema. Es un área de conocimiento de investigación, una causa. No es un tema de personas mayores, es un tema comunitario, social.

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- ¿Qué consejo darían a quienes transcurren la segunda etapa de la vida?

-DB: Si vamos a lo médico, exclusivamente, es que hay que moverse más, hay que rodearse de buenos amigos, de buenas relaciones. Somos seres sociales, tomamos decisiones desde lo emocional, desde lo social y en eso el ecosistema vivo que nos rodea, es fundamental. Pero a la vez tenemos que buscar ese sentido de vida que tiene que ver con el disfrute de la cotidianeidad, el disfrute de las pequeñas cosas. Y esto no se consigue por MercadoLibre, ni en Amazon, esto es encontrar el momento y disfrutarlo. Y por sobre todo las cosas, prepararnos, pensar. No como muchas veces leemos en las revistas: “a prepararnos para vivir 100 años” o “Cinco tips para ser felices”. No, no. La vida no va de tips y yo no sé si quiero vivir 100 años abandonado, con pañales o sin reconocer a quien me rodea. Yo creo que hay que vivir con autonomía, con libertad y con dignidad, el tiempo que nos toque vivir. Y eso va con proyectos. Así como un día nos dicen: "A los 6 años vas a ir a la escuela y a los 18. o estudiás o te vas a trabajar", bueno, también hay que saber que en determinado momento de la vida la sociedad, si no la cambiamos, si no aprovechamos estos momentos para modificarla, nos va a decir: "Gracias por todo, nos va a apartar y nuestra familia quizás nos siente en la punta de la mesa". Bueno, estamos trabajando en esto, hay que prepararse y nunca es tarde para empezar. En la segunda parte de la vida, nunca es tarde para comenzar.

-JLS: Creo que hay que poner en marcha el “solo por hoy”, que es lo que más tengo a mano y aquí, en mi metro cuadrado desde la autoestima. Mi espacio, el aire que respiro y en el solo por hoy, decir: “solo por hoy no voy a hablar mal del vecino”, porque también es una de las adicciones. No solamente las sustancias son adicciones, sino los pensamientos.

-DB: Siempre nos dicen que tenemos un niño o una niña dentro. También hay que saber que tenemos un viejo y una vieja, y que tenemos que amigarnos con ese viejo y esa vieja, porque nos va a tocar convivir mucho tiempo. Y a eso lo tenemos estudiado. Las personas que se llevan mal con el paso del tiempo no solo sufren más, sino que viven menos.

Javier A. Borghi

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