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Una riocuartense, en el proyecto de instalación del radiotelescopio chino más grande de Sudamérica

Se trata de Natalia Núñez, vicedecana de la Facultad de Exactas de la Universidad de San Juan. El instrumento, que mide 40 metros de altura y pesa más de mil toneladas, se monta en el predio del Observatorio. Días atrás arribaron los primeros camiones con componentes

Natalia Núñez nació en Mendoza, vivió parte de su niñez y adolescencia en Río Cuarto, para radicarse luego en San Juan, donde en la actualidad se desempeña como vicedecana de la Facultad de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales de la Universidad Nacional de esa provincia cuyana.

En la actualidad participa en uno de los proyectos más ambiciosos de la astronomía internacional, debido a que es parte activa del proyecto de instalación del radiotelescopio más grande de la región que desembarca a partir del aporte de capitales chinos.

“Este nuevo paso forma parte de un proyecto que mantenemos con el Observatorio Astronómico Nacional de la Academia de Ciencias de China (CAS-NAOC), que tiene origen en los años 70, en tiempos en los que se empieza a tener interacción con el país oriental a partir del primer instrumento implementado, el ‘astrolabio’”, introduce la investigadora en diálogo con Puntal, para precisar que dicho artefacto permite efectuar observaciones relacionadas con un láser satelital que posibilita medir la posición exacta en la cual se instalan, proceso al que conocemos como georreferenciación.

El radiotelescopio llega como corolario de un proyecto científico que la Universidad de San Juan mantiene con China desde la década del 70.

Y continúa explicando: “¿Y por qué ahora un radiotelescopio? Porque en realidad la referencia que nosotros tenemos para posicionar cualquier punto sobre la Tierra tiene como marco de referencia a las estrellas más lejanas, es decir, objetos muy distantes que para nosotros no se mueven en el cielo, entonces nos permiten definir un sistema de referencia a partir del cual medimos nuestra posición”. Para agregar: “Hay cuatro técnicas que permiten definir lo que es un sistema de referencia fundamental y nosotros empezamos a tener el láser, a tener otro instrumental en el Observatorio ‘Félix Aguilar’ y surge, hace más de 20 años, la propuesta de China de instalar un radiotelescopio para completar el sistema”.

Un nuevo instrumento

Así se empezó a gestar el proyecto. China propone traer e instalar la antena y a partir de allí comenzar con los trabajos en conjunto a la Argentina.

“Al inicio fueron directamente todos convenios entre el Observatorio, la Facultad, la Universidad y los observatorios nacionales de China, pero a medida que fue avanzando el proyecto se observó que se necesitaba también reforzar muchos sistemas, por ejemplo, el sistema eléctrico, el sistema de agua potable en la zona donde se iba a instalar el radiotelescopio y el suministro de energía eléctrica, entre otros, por lo que ahí se empezó involucrar también al gobierno provincial a través de las secretarías vinculadas a la producción y a la Ciencia y Técnica. Todo ello, para poder gestionar este tipo de requerimientos anexos a la antena en realidad”, señaló la vicedecana, quien es hija del ex jefe de bloque de concejales justicialistas Víctor Núñez.

También comentó que en el año 2015 se rubricó un convenio entre todas las instituciones participantes que dio lugar a un convenio cuatripartito. A partir de ello se abrió paso a la conformación de diferentes comités: un comité directivo que define las acciones a seguir a nivel de fondos y de obras; un comité científico, que es el que va a definir cuáles son las líneas de investigación que se van a realizar con la antena; y, a nivel de la provincia, se genera en el ámbito de la Universidad un comité Ejecutivo del que forma parte Núñez, con el fin de gestionar las obras necesarias.

-¿Cómo se utilizará el radiotelescopio?

-Estamos en el proceso de definir los protocolos de manejo, es decir, cómo vamos a administrar el funcionamiento de la antena. Por convenio, nosotros tenemos la posibilidad de un 20% de uso exclusivo de la Argentina, hay un 20% más en el cual nosotros podemos participar de investigaciones con otros países y después hay un 20% que pueden interactuar China-Argentina y otros países. El resto es tiempo exclusivo para China. Y el mayor porcentaje se lo lleva China porque justamente son los que ponen el instrumento y generalmente es de esta forma como se maneja el uso del instrumental en astronomía. Estimamos que en un año se terminará el proceso de instalación de la antena, se dará paso luego a la prueba del radiotelescopio y ya en unos meses más se podrá empezar a trabajar a nivel científico. En definitiva, a finales de 2024 e inicios del 2025, aproximadamente.

-¿Qué tipo de información astronómica brinda el instrumento?

-En astronomía el instrumento principal es un telescopio. Al telescopio uno le puede agregar diferentes instrumentos anexos que darán la posibilidad de observar en diferentes longitudes de onda. Podemos observar en infrarrojos o en el visible, aumentando nuestra capacidad de ver en esa banda. Podemos observar en ultravioleta, ya que hay satélites que observan en rayos X y, al complementar con la parte de radio, se suman los eventos que ocurren a nivel del universo que no podemos observar en otras longitudes de onda. Entonces, toda la información que nosotros podemos llegar a tener de diferentes longitudes de onda nos permiten tener un conocimiento más completo de cualquier fenómeno que nosotros querramos analizar. Y, en el caso de la radioastronomía, la mide en una determinada frecuencia y se trata de la misma banda en las que emiten las AM y las FM de las radios. Y, justamente por ello, uno de los requerimientos que tiene el radiotelescopio es que no haya emisiones cercanas que puedan ser detectadas y que puedan interferir en la en la detección del instrumento.

-¿Qué requerimientos demandan un correcto uso?

- Lo que más le afecta a esta frecuencia de radio es el vapor de agua, es decir, la humedad y la nubosidad, porque funcionan como un filtro a esa frecuencia que nosotros queremos observar. Por eso se instala en zonas secas, tal como lo es en San Juan, porque permite que podamos realizar las observaciones durante mayor cantidad de días al año. Y en la parte de geodesia permite observar objetos que están muy lejanos que serían prácticamente imposibles de observar con los telescopios habituales. Objetos como cuásares, estrellas en interacción o galaxias muy lejanas, todo eso lo podremos ver con el radiotelescopio. Estamos trabajando también junto con Córdoba y con el Instituto Argentino el Radioastronomía, porque en realidad en Argentina hay otros radiotelescopios, pero de menor tamaño. Este va a ser el más grande de Sudamérica y la idea es que los radiotelescopios se contacten entre sí a través de su antena justamente porque, si yo tengo dos antenas que están observando el mismo objeto, es como si yo tuviese un radiotelescopio del diámetro igual a la distancia que yo tengo entre las antenas. Es decir, puedo disponer de un megarradiotelescopio si yo tengo una antena a una determinada distancia en la cual pueda hacerlas trabajar en la misma frecuencia. Y esa es la posibilidad más interesante de poder trabajar en la misma banda de radio.

Núñez descartó un uso militar de la antena: “Está avalado a nivel científico”

Puntal consultó a la investigadora respecto de los rumores y suspicacias que podrían tejerse en torno a la posibilidad de dar un uso militar a un instrumento de semejante envergadura promovido de manera conjunta al gobierno chino, a lo que Núñez respondió que la propuesta atravesó -previo al inicio de su ejecución- todas las instancias gubernamentales y ministeriales que acreditaron que se trata de un proyecto netamente científico-técnico.

“Se trata de una antena que solo va a recepcionar información de objetos astronómicos. Lo que se pretende es que observen las estrellas lejanas que permiten definir el sistema de referencia y por otro lado objetos más distantes que se puedan estudiar a nivel de radioastronomía”, señaló la investigadora.

Para explicar: “Se recibió previamente el aval del Congreso para llevar adelante el proyecto porque justamente quedó en evidencia que no tenía ningún tipo de utilidad militar. Es más, el terreno donde se está instalando es propiedad del Parque Nacional asignado al Observatorio y no se dona al Gobierno de China, es decir, sigue siendo nuestro terreno”.

En ese contexto, dijo que se trata de “un instrumento que se suma al Observatorio” y que esa estación de altura astronómica “se fundó a partir de un proyecto de cooperación con Estados Unidos y luego se comienza a trabajar desde la Universidad Nacional de San Juan para sumar otros proyectos conjuntos, por ejemplo, con Alemania en el área de física solar, con Rusia a partir de observación de telescopios robóticos”.

Para finalizar: “Está más que avalado que nosotros en la estación de altura trabajamos a nivel científico y no a nivel militar. Así que, una vez que se obtuvo esa aprobación del Congreso, se pudo avanzar con el proyecto y ahí sí empezó el trabajo definitivo de la construcción de antena”.