Tomás Becker tiene 24 años y, tras su experiencia laboral en Paraguay, decidió escribir un libro en el que relata cómo fue su crecimiento personal, el aprendizaje constante que le brindó su trabajo y las técnicas empleadas que beneficiaron su presente.
A sus 18 años, trabajando en la parte de jardinería de un complejo turístico, allí conoció a una persona que vio potencial en él para que sea parte de una agencia de viajes.
Así, el riocuartense comenzó a crecer en el aréa de ventas y coordinación.
Ejerciendo esta labor, surge una gran oportunidad para Becker: trabajar en una empresa de viajes en la ciudad capital de Paraguay, Asunción.
“Lo pensé muchísimo, era un gran cambio para mi vida, irme a otro país, salir de mi zona de confort y dejar vínculos muy importantes para mí”, comentó el joven, quien decidió adentrarse a un nuevo país que conllevó a un estilo de vida muy diferente al que tenía en Argentina.
“Si sos joven y te equivocás, tenés la capacidad de asumir riesgos, animate y, si no salió como esperabas, aprendes de ello”, dijo Becker.
Su experiencia en Asunción no fue la que el joven esperaba, sufrió pérdida de peso y estrés constante pese a su corta edad, ya que, al estar en una ciudad desconocida y de gran tamaño, se le sumaron complicaciones en su ambiente laboral.
Pese a esto, el riocuartense no bajó los brazos y siguió apostando a su trabajo y a cumplir su objetivo por el cual él había viajado hasta allí.
Uno de sus cables a tierras ante esta situación fue realizar actividad física, la cual le permitió poder relajar su cuerpo y su mente.
“Asunción es una ciudad grande y yo la recorría a pie todos los días, hasta que empecé a crear relaciones junto a un gerente de las empresas, quien me brindó su vehículo para que yo pudiese desempeñarme mejor”, enfatizó el joven y sumó que, gracias a este vínculo, conoció a quien hoy es su jefe y mentor.
“Viajé a Ciudad del Este, yo no conocía, lo cual fue un plus de esta experiencia, conocí el complejo turístico, a mi actual jefe y allí decidí trabajar con él”, relató el joven.
Fue así que en febrero del año pasado, comenzó a ejercer su trabajo en un complejo turístico llamado Las Nubes Eco Lodge, ubicado en una zona rural de la ciudad donde desempeña la gerencia y la venta del establecimiento.
“Estuve nueve meses en soledad, pasé mi cumpleaños y fechas importantes absolutamente solo, al principio fue díficil pero después lo tomé como una oportunidad”, enfatizó Becker haciendo hincapié en que ese momento comenzó la escritura de su libro Dealers.
El vivir una nueva vida en otro país
Tomás Becker es el autor del libro Dealers, el cual fue escrito en un momento de caos en su vida, así lo expresa el escritor.
“Siempre tuve como meta escribir un libro por lo que representa tener un libro de tu autoría y además es algo que queda plasmado físicamente”, enfatizó el riocuartense.
A pesar de que al principio resonaba en su cabeza: “¿Quién soy yo para escribir un libro?”, el joven, con la convicción que lo caracteriza, empezó a redactar en sus días libres de trabajo y dentro de su habitación en el complejo las cien páginas que contiene y lo culminó al cabo de un año.
“Fue un trabajo de hormiga el de escribir un libro, me servía para relajar y pensar un lado mío más creativo. Hoy en día estoy muy conforme con el resultado”, expresó el joven, quien destacó que Dealers se desarrolló en dos niveles, una visión más tibia y otra más cruda de la realidad.
“El libro va redactando ciertas técnicas que fui aplicando en mi vida laboral, el crecimiento y conocimiento propio desde mis 18 hasta mis 24 años de edad”, apuntó Becker y agregó que cada una de estas situaciones las escribió de manera anecdótica.
Este libro, asegura el autor, fue escrito frente a la frase: “Si ayuda a tus cercanos, debe ser creado”, teniendo en cuenta a su familia y a su grupo de amigos.
Becker creció en barrio Jardín Norte junto a su familia y a sus amistades de la infancia.
“Mi familia es más partidaria de trabajar que de estudiar, por lo que nunca se me presionó a tener un título universitario”, remarcó el joven, quien terminó sus estudios secundarios de manera nocturna.
Becker comentó que, cuando se cambió de domicilio, conoció a un nuevo grupo de amigos y su mentalidad cambió.
“Ellos me fueron contagiando ese querer un poco más y el buscar ser alguien orgullosamente exitoso en su familia”, enfatizó el riocuartense y destacó que él quiere que su familia también se contagie de esta manera de pensar y accionar.
“Me sentiría muy orgulloso de poder brindarle a mi mamá lo que ella necesite por equi motivo, quiero ser una persona que pueda ser un pilar para solucionar los problemas que se les presentan a mis cercanos”, acentuó el joven.
En diálogo con Puntal, Becker apuntó a que su niño de la infancia no creería en lo que él se convirtió ahora y a todo lo que le está sucediendo, ya que cuando era pequeño era muy tímido.
“Mi yo de 8 años vería a este Tomi de 24 años con admiración”, dijo el joven y sumó: “Es importante tener ambición, buscar el ser feliz y saber soportar la presión”.