Los blancos fueron las sucursales de Cata Cargo y Crucero Express, empresas dedicadas al despacho y recepción de encomiendas personales y comerciales. De ambos lugares se llevaron dinero en efectivo, paquetes cerrados, equipos de trabajo y documentación, según las denuncias presentadas.
Uno de los encargados describió la escena al llegar cerca de las 7 de la mañana: “Cuando nos avisaron, vinimos y encontramos todo destruido. Notamos la falta de muchas cosas, incluso la caja registradora. También violentaron la cabina de la playa de estacionamiento. Fue la que se llevó la peor parte”.
La ciudad aún dormía bajo el frío de una madrugada invernal. En ese silencio y oscuridad, los delincuentes forzaron puertas, rompieron vidrios y candados, y utilizaron herramientas como una barreta y martillos, que fueron hallados en el lugar. Una de las rejas internas evitó que pudieran llevarse toda la mercadería, pero aún así lograron sustraer varios elementos de valor. La Policía recuperó más tarde en la calle una caja registradora, una balanza, un posnet y un paquete, lo que indica que parte del botín fue descartado durante la huida.
El lugar del robo está ubicado a solo diez metros de una de las entradas principales de la terminal, muy cerca del estacionamiento y frente a un garaje. A pesar de ello, nadie notó los ruidos ni los movimientos sospechosos durante las horas del robo, lo que evidencia la falta de vigilancia efectiva en ese tramo horario.
Diego, responsable de uno de los locales afectados, expresó: “Es la segunda vez que me pasa algo así en cuatro años. Uno trabaja con la confianza de la gente, y encontrarse con este nivel de vandalismo te deja sin palabras. Tuvimos suerte de tener una reja detrás de los vidrios, si no se llevaban todo”, describió a una radio cordobesa visiblemente conmocionado.
Según explicó, sólo uno de los depósitos cuenta con sistema de alarma, mientras que la vigilancia por cámaras depende de la infraestructura general de la terminal. Sin embargo, se desconoce si ese sistema estaba funcionando en el momento del hecho. Tampoco se ha confirmado si hubo registros fílmicos útiles para la investigación.
La Policía Judicial trabaja en el análisis de cámaras de seguridad, huellas y posibles rutas de escape. Por ahora no hay detenidos ni se conoce un monto estimado de lo sustraído, aunque los responsables creen que los ladrones actuaron con rapidez, conocimiento del lugar y objetivos claros. Las sospechas apuntan a posibles grupos que frecuentan la zona por la noche, donde la circulación disminuye y el control se reduce.
Durante el día, la zona de la terminal se llena de pasajeros, taxistas, comerciantes ambulantes y trabajadores de distintas empresas. Este viernes feriado, con actos patrios y turistas que llegaban desde temprano, el movimiento no era menor, lo que hace aún más llamativo que el robo haya pasado completamente inadvertido. Muchos de los comerciantes del sector aseguraron que se enteraron del robo recién por los medios o al llegar a trabajar.
En el parte oficial, la Policía informó que se denunció el daño a las medidas de seguridad de los locales y el robo de bultos cerrados y dinero. El caso quedó a disposición de la Fiscalía correspondiente y sigue en etapa de investigación.
Mientras tanto, comerciantes del sector reclaman mayor presencia policial durante la noche y mejoras en los sistemas de seguridad, para evitar que estos hechos se repitan en una zona tan transitada y clave para la logística de la ciudad.