Todo comenzó el jueves pasado, cuando la AFA designó (palabras utilizadas por ellos mismos) a Rosario Central como Campeón de Liga 2025 por haber sido el equipo que más puntos sumó en la tabla anual.
En este contexto, Estudiantes fue uno de los clubes que expresó en las redes sociales su repudio ante esta situación, a lo que la AFA contestó obligando a sus jugadores a hacer un pasillo para Rosario Central, cuyos jugadores y dirigentes se encuentran en una realidad paralela en la que sienten orgullo por este título inventado. Esto vino de la mano con la provocación y la burla del tesorero en X de la Asociación del Fútbol Argentino, Pablo Toviggino.
Cercanos a Claudio “Chiqui” Tapia, salieron en su defensa. Un claro ejemplo de esto fue el barrabrava devenido en presidente de Almirante Brown, Maxy Levy, con tweets como “La AFA unida jamás será vencida”. O el club del poder en el ascenso, Deportivo Madryn, que le paga el alojamiento a árbitros y dirigentes de la AFA y cuyo presidente le confesó que con Tapia y Toviggino todo se les hace “más fácil”.
Estudiantes aceptó el pedido de la AFA, pero con una verdadera declaración de guerra: sus jugadores le dieron la espalda a los de Rosario Central. Solo para hacer un repaso, el año que viene se disputarán ocho torneos: el Torneo Apertura, el Torneo Clausura, el Campeón de Liga, la Supercopa Argentina, la Copa Argentina, la Supercopa Internacional, el Trofeo de Campeones y la Recopa de Campeones.
El descontento se ve reflejado incluso en la vandalización a varios murales en honor al Mundial 2022 ganado por la Selección argentina, por las acusaciones a la mayoría de sus jugadores de ser cómplices de Tapia. En este sentido no se salvan ni siquiera Lionel Messi o Rodrigo de Paul, apuntados por los clásicos mates con el presidente de la AFA antes de cada partido.