El sacerdote a cargo de la parroquia de San Pantaleón de Río Cuarto seguirá en la mira de la Justicia, por la denuncia de abuso sexual que presentara en su contra su excolaborador Mauricio Ruybal.
Río Cuarto |
La causa judicial que el fiscal de Corral de Bustos, Pedro Matías Guerra, había mandado archivar en diciembre de 2019 “por falta de pruebas” sigue en pie porque el juez de Control de esa jurisdicción encontró argumentos suficientes para pedir que continúen investigando al sacerdote de la Diócesis Villa de la Concepción.
El religioso -cuyas iniciales son C.G.A.- había sido denunciado en la fiscalía de Corral de Bustos y en el Obispado de Río Cuarto por Mauricio Ruybal, un excolaborador del cura, en la parroquia San Roque, de Corral de Bustos.
Ni en la Justicia ni en la Curia encontró eco, por eso Ruybal decidió hacer público su caso en las páginas de Puntal. En un artículo publicado el 4 de noviembre de 2018 (https://www.puntal.com.ar/riocuarto/Denuncia-de-abuso-en-la-Iglesia-el-via-crucis-del--chico-del-campanario-20181104-0009.html) relató que mientras convivía bajo el mismo techo con el cuestionador sacerdote, advirtió movimientos sospechosos.
Describió encuentros nocturnos y peñas en los que desfilaban hombres que pasaban a la habitación del cura a hacerse masajes, un eufemismo que Ruybal oportunamente aclaró: “Iban a tener sexo con el sacerdote, eran tipos casados que de día invitaban al cura a almorzar junto con sus esposas y de noche tenían relaciones con él”.
El tramo más grave de su acusación se centró en un episodio en el año 2012, cuando el sacerdote le habría practicado una “cura de sueño” para superar una crisis nerviosa. Ruybal dijo que cuando despertó, se encontraba desnudo y en su misma cama se encontraba el cura, también desnudo.
Luego de la publicación que fue replicada en los medios nacionales, la Provincia decidió apartar al cura de su rol de director de un colegio de Banda Norte que funciona junto a San Pantaleón y le asignó un rol que no implica el contacto con los estudiantes. En los Tribunales de Corral de Bustos también tomaron nota de su testimonio y reabrieron la investigación.
Sin embargo, en diciembre de 2019 el fiscal Guerra dio por terminada la pesquisa, sin mayores resultados.
La decisión de Guerra había sido fuertemente cuestionada por la Red nacional de Sobrevivientes de Abuso Eclesiástico, que no entendía cómo podían archivar la acusación cuando en la causa existía una pericia psicológica muy desfavorable al cura.
Se trata del estudio que el Servicio de Psicología Forense del Poder Judicial le hizo a C.G.A. que arrojó “claros y abundantes indicadores de perversión en el área de la sexualidad”.
Cómo sigue
Esa misma pericia fue retomada por el asesor letrado Hedelsio Luis Villarroel -el abogado de Ruybal- cuando pidió la intervención del Juzgado de Control para evitar que se archive la causa. Allí le dieron la razón.
El juez de Control envió ahora el expediente a la Fiscalía de Cámara de la ciudad de Bell Ville para que allí resuelvan si confirman el archivo que pidió Guerra o avalan la decisión de profundizar la investigación.
A Ruybal le diagnosticaron estrés postraumático y actualmente se encuentra en tratamiento psiquiátrico. Su decisión, declaró a Puntal, es continuar hasta obtener justicia.
“Esto me da un poco de alivio al alma, no bajo los brazos, la verdad debe prevalecer ante la injusticia, el dolor y todo el daño que me han hecho”, reclamó.
Alejandro Fara. Redacción Puntal
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El religioso -cuyas iniciales son C.G.A.- había sido denunciado en la fiscalía de Corral de Bustos y en el Obispado de Río Cuarto por Mauricio Ruybal, un excolaborador del cura, en la parroquia San Roque, de Corral de Bustos.
Ni en la Justicia ni en la Curia encontró eco, por eso Ruybal decidió hacer público su caso en las páginas de Puntal. En un artículo publicado el 4 de noviembre de 2018 (https://www.puntal.com.ar/riocuarto/Denuncia-de-abuso-en-la-Iglesia-el-via-crucis-del--chico-del-campanario-20181104-0009.html) relató que mientras convivía bajo el mismo techo con el cuestionador sacerdote, advirtió movimientos sospechosos.
Describió encuentros nocturnos y peñas en los que desfilaban hombres que pasaban a la habitación del cura a hacerse masajes, un eufemismo que Ruybal oportunamente aclaró: “Iban a tener sexo con el sacerdote, eran tipos casados que de día invitaban al cura a almorzar junto con sus esposas y de noche tenían relaciones con él”.
El tramo más grave de su acusación se centró en un episodio en el año 2012, cuando el sacerdote le habría practicado una “cura de sueño” para superar una crisis nerviosa. Ruybal dijo que cuando despertó, se encontraba desnudo y en su misma cama se encontraba el cura, también desnudo.
Luego de la publicación que fue replicada en los medios nacionales, la Provincia decidió apartar al cura de su rol de director de un colegio de Banda Norte que funciona junto a San Pantaleón y le asignó un rol que no implica el contacto con los estudiantes. En los Tribunales de Corral de Bustos también tomaron nota de su testimonio y reabrieron la investigación.
Sin embargo, en diciembre de 2019 el fiscal Guerra dio por terminada la pesquisa, sin mayores resultados.
La decisión de Guerra había sido fuertemente cuestionada por la Red nacional de Sobrevivientes de Abuso Eclesiástico, que no entendía cómo podían archivar la acusación cuando en la causa existía una pericia psicológica muy desfavorable al cura.
Se trata del estudio que el Servicio de Psicología Forense del Poder Judicial le hizo a C.G.A. que arrojó “claros y abundantes indicadores de perversión en el área de la sexualidad”.
Cómo sigue
Esa misma pericia fue retomada por el asesor letrado Hedelsio Luis Villarroel -el abogado de Ruybal- cuando pidió la intervención del Juzgado de Control para evitar que se archive la causa. Allí le dieron la razón.
El juez de Control envió ahora el expediente a la Fiscalía de Cámara de la ciudad de Bell Ville para que allí resuelvan si confirman el archivo que pidió Guerra o avalan la decisión de profundizar la investigación.
A Ruybal le diagnosticaron estrés postraumático y actualmente se encuentra en tratamiento psiquiátrico. Su decisión, declaró a Puntal, es continuar hasta obtener justicia.
“Esto me da un poco de alivio al alma, no bajo los brazos, la verdad debe prevalecer ante la injusticia, el dolor y todo el daño que me han hecho”, reclamó.
Alejandro Fara. Redacción Puntal
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