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Créditos irregulares: la financiera apuntó al gremio de los Municipales

Finrio sostiene que el conflicto entre el sindicato y los afiliados "ubica a la empresa en carácter de damnificado". Además, afirma que no tiene ningún vínculo comercial ni patrimonial con la organización obrera

Las deudas que se habrían generado a nombre de empleados del Estado local desde el Sindicato de Trabajadores Municipales siguen dando que hablar. Ahora, es la propia financiera Finrio quien deslinda responsabilidades en la organización sindical. Algunos de los pasivos en cuestión ya están judicializados, pero hasta ahora no se conoce que la firma haya pedido ejecutar embargos sobre los sueldos de los afectados. Aseguran que todavía existe la posibilidad de llegar a acuerdos de pago con el gremio o con los particulares.

A través de un escrito dirigido a Puntal, la abogada patrocinante de la crediticia Finrio, Bárbara Golino (MP 2-1549), decidió exponer la versión de los hechos de la parte que representa “a los fines de otorgar mayor claridad con respecto a una serie de cuestiones que tienen relación con las notas periodísticas con respecto al conflicto que mantiene el sindicato de empleados municipales (en adelante SEM), con algunos de sus afiliados y que ubica a la empresa en carácter de tercero damnificado”.

La crediticia Finrio aclara que no tiene relación comercial ni patrimonial con el Sindicato de Trabajadores Municipales ni sus autoridades.

“Como primera instancia ratificamos, en carácter de tercero nombrado en las notas, la totalidad de lo vertido en las mismas”, señala la abogada en la misiva.

“Respecto a la modalidad de los créditos otorgados con descuento por recibo, los mismos fueron concedidos a solicitud del SEM, a los efectos de bridar un servicio financiero a sus afiliados”, detalla la representante de Finrio.

Por su parte, el SEM (también conocido como Sindicato de Trabajadores Municipales) se encargaba de “la individualización de las personas que podían acceder a los créditos”.

Además, precisa que, en cada uno de los casos, siempre el SEM emitía una orden de compra a favor del afiliado solicitante para que se otorgara el crédito correspondiente, acorde a sus posibilidades de cumplimiento.

“También se hacía cargo de liquidar los pagos mensuales de los descuentos efectuados en los salarios de los afiliados para el pago de los créditos”, aclara el texto que la financiera envió ayer a este diario.

Indicó que, ante la falta de pago del sindicato a la empresa, se notificó oportunamente a los afiliados, que eran los deudores responsables de los créditos.

“Esta acción se llevó a cabo por diversos medios. Telefónicamente en algunos casos, por nota en domicilio y/o personalmente. Frente a esta circunstancia la empresa acreedora otorgó un plazo extenso y sumamente considerable con el objetivo de que sea posible la regularización de la situación, tanto al SEM como a los afiliados que por su cuenta decidieron regularizar su situación deudora”, apunta el escrito.

“No hay vínculo con el sindicato”

Además indica que, previamente al inicio de las demandas judiciales, hubo en cada caso “una gestión de acercamiento con el deudor, a los efectos de evitar la misma”.

En otro orden de cosas, Finrio se ocupó de aclarar también que “no existe ningún tipo de relación comercial, patrimonial de la empresa acreedora con el SEM ni con ninguna de sus autoridades. La empresa acreedora desconoce totalmente los motivos por los cuales el sindicato retiene los montos descontados a los afiliados que tenían como destino el pago de las cuotas”.

Finalmente, la firma crediticia ratifica a través del documento “su voluntad conciliadora y de flexibilización ya sea para el SEM o sus afiliados a los efectos de dar solución a este conflicto”, atendiendo al hecho de que “esta situación es sumamente preocupante y a los fines de evitar cualquier tipo de perjuicio el acreedor”.

Vale recordar que los empleados endeudados por falta de pago del gremio se ocuparon de hacer pública la irregularidad, por sí mismos o a través de sus abogados, durante la segunda semana de febrero.

Los afectados son trabajadores que tomaron préstamos y los oportunamente los pagaron, pero cuando la financiera Finrio les empezó a exigir abultadas sumas de dinero se anoticiaron de que el gremio nunca había cancelado las deudas. En algunos casos, les reclaman $ 200 mil, varias veces más de lo que alguna vez recibieron. Alrededor de 20 empleados municipales fueron afectados inicialmente por esta situación.