Pero tiene otra particularidad, tal vez menos conocida: un fuerte vínculo con Córdoba, y en particular con el sur provincial, ya que es productora en la zona de Buchardo, en campos que originalmente eran mixtos pero que una seguidilla de inundaciones obligó a abortar el plan ganadero y se convirtieron netamente en agrícolas. Pero además vivió 12 años en Córdoba, tiene un hijo nacido en la provincia y la semana que viene, su hija celebra su casamiento en la capital provincial.
En diálogo con Tranquera Abierta, también analizó los temas duros de la agenda: retenciones, Milei, tipo de cambio, panorama productivo y agenda 2030.
“La empresa familiar tiene campos en el sur de Córdoba, en Buchardo concretamente. Hacemos agricultura y en su momento hacíamos ganadería; teníamos un feedlot, pero nos agarró tres años seguidos la inundación del río Quinto y se llevó la ganadería. Y aunque siempre tenemos la idea de retomarla, cuando uno se descapitaliza es bastante complicado”, comienza relatando ante la consulta de su vínculo con la provincia. Y agrega: “Además viví 12 años en Córdoba capital y tengo un hijo cordobés”.
¿Qué sensación le deja ser la primera mujer en llegar a ese cargo de la Sociedad Rural Argentina?
Me produce mucha alegría porque uno cuando trabaja desde lo gremial en una entidad siempre quiere llegar a lo más alto, y lo tiene como un objetivo. Me alegró muchísimo que Nicolás Pino me honrara con este cargo.
Ya venía trabajando con él...
Desde que empezó Nicolás en la gestión hace 3 años y medio me nombró como secretaria de la comisión directiva, algo que ya me había parecido un honor enorme. Fue el inicio del trabajo con él en la gestión y fue muy lindo todo lo que hicimos.
En las últimas semanas fueron noticias las mujeres que ocuparon cargos importantes en el agro, la semana pasada fue en Federación Agraria con Andrea Sarnari...
Sí! Lo de Andrea me alegró muchísimo porque es una mujer muy parecida a mí en su pensamiento en cuanto a cómo llega a estos cargos. La verdad que la vine escuchando estos días decir que lo vivimos con mucha naturalidad y destacar el rol de la mujer en estas organizaciones tan masculinas.
Fue un proceso lento pero empieza a asomar en la superficie...
Sí. Creo que cada vez más aparecen en los censos que las mujeres están a cargo de las empresas familiares del agro y de a poco van a aparecer entonces más mujeres en el gremialismo del sector para ocupar estos cargos. Y también espero que la presencia como la de Andrea o la mía, haga que más mujeres quieran y se animen a participar en el gremialismo. Porque si les gusta el tema, es muy lindo y no tienen que tener ningún temor a hacerlo.
¿Cómo ve el panorama para los productores en el arranque de la gruesa?
El clima, que siempre es la mayor preocupación del productor, nos está jugando una pasada media complicada. Pareciera que va a venir con un poco de sequía, pero esperemos que se revierta. Por otro lado, los precios de los commodities parece que empiezan a avanzar a la suba y eso colabora claramente. El tercer punto es el reclamo histórico por los derechos de exportación, que venimos esperando y ya no damos más. En el caso del maíz y del trigo debería ser inminente que nos quiten las retenciones. Es algo que este Gobierno nos prometió en campaña, que los iba a quitar y nos sigue prometiendo; pero nos dice que tenemos que tener un poco más de paciencia. El ancla fiscal es lo que asegura que nos va a permitir alcanzar una mayor estabilidad y una vez que eso se dé, prometen cumplir. En el mientras tanto están tratando de acomodar ciertas desregulaciones que supuestamente van a favorecer al costo argentino para que nuestros productos de exportación se equiparen contra los de otros países; eso debería generar un beneficio y que sea un paliativo hasta que llegue el bendito día que este impuesto tan injusto y distorsivo para el sector deje de existir.
Tenemos el reclamo histórico por las retenciones, que venimos esperando y ya no damos más Tenemos el reclamo histórico por las retenciones, que venimos esperando y ya no damos más
En el mientras tanto hay una silenciosa buena noticia vinculada al recorte de la brecha cambiaria, algo que también preocupaba y mucho...
Si, claramente. Este Gobierno comenzó con una brecha mucho más alta. Estamos esperando que converja y pareciera que de a poco se acerca ese día. Eso también va a favorecer que cuando eso ocurra, se acerque también el momento de quitar este impuesto tan distorsivo como es el de derechos de exportación.
Con respecto a las retenciones, mencionó maíz y trigo, ¿deberían ser prioridades?
Pareciera que sería lo ideal, más allá de que no soy quién para decirle al Gobierno lo que tiene que hacer. Pero sería lo que tal vez al país más le sirva. Porque si le dan una señal al productor, enseguida se ve la reacción. Si le quitan las retenciones a esos dos cultivos, rápidamente se va a ver que el productor va a llenar los campos de maíz y de trigo y eso es un beneficio para todos.
Eso no sólo sería positivo porque multiplican la actividad económica, sino también por la sustentabilidad de los suelos...
Exacto. Y es cierto que duplican o triplican los fletes, la mano de obra del contratista, y el uso de esos granos para otras actividades.
¿Cómo valora la relación con el Gobierno?
La relación es buena, tenemos un buen diálogo y eso es un punto de partida positivo. Como decía, el ministro (Federico) Sturzenegger está trabajando y mucho en ir sacando todas esas regulaciones perjudiciales y así eliminar costos extras que tiene la producción argentina. En el mientras tanto, el ministro (Luis) Caputo trabaja para que el ancla fiscal, que dice que será un cambio rotundo de esquema económico, permita que finalmente quiten las retenciones y además no las vuelvan a poner nunca más. Que sea un cambio estructural de modelo de país. En ese diálogo fluido que tenemos nos manifiestan su intención de avanzar en ese sentido. Es un Gobierno que apuesta al campo, y si en este país no se apuesta al campo es porque no se entiende en el país en el que se vive.
¿Es un Gobierno que apuesta al campo?
Sí, sí, claramente. Lo viene manifestando incluso desde antes de ser Gobierno. Y aunque no cumplió todavía con su promesa de campaña, demostró que sí, que apuesta al campo.
¿Creen que este Gobierno va a terminar eliminando las retenciones?
Creo que no tenemos ningún indicio para no creerle, por más de que el sector viene aportando desde hace 22 años este impuesto y durante mucho tiempo nos dijeron que lo iban a eliminar. Tendríamos más que razones suficientes para dudar. Pero hay una sensación de un cambio de modelo de país que nos están queriendo señalar. Siento que entiende que el campo es el motor de la Argentina. Y avanza en un cambio en el modelo de país, con otro orden y con este ancla fiscal que mencionaba antes. Lo manifestó el ministro de Economía en muchas ocasiones, que buscan que el país vuelva a ser creíble porque a la Argentina no le creía nadie. Y pensemos cómo eso afecta a la hora de salir a vender nuestros producidos. Porque fuimos tantas veces incumplidores que eso también termina impactando hasta en el valor de nuestros productos y por supuesto en las dificultades para ingresar a los mercados. Eso es por el historial que tenemos. Va a llevar un tiempo recuperar esa confianza, y creo que en eso se está trabajando.
Por último, se posterga la vigencia de las restricciones europeas a los productos del agro, ¿cómo lo tomó?
Es algo muy positivo. Lo veníamos diciendo hace rato porque la Unión Europea está equivocándose en querer imponernos algo que está por encima de nuestra reglamentación, de nuestras leyes. Así no se hacen las cosas. Por otro lado, la fecha que ponen de corte parece más una barrera paraarancelaria que otra cosa porque si la corremos hacia atrás, ellos también entrarían en las mismas dificultades. Por eso es muy positivo parar un poco la pelota; esperemos que ahora en noviembre que ingresan los nuevos parlamentarios a la Unión Europea y se pueda rever todo.
¿Más que postergarlo, revisarlo íntegramente?
Totalmente. Habría que revisar todo, porque insisto en que parece más una barrera paraarancelaria. Además, este tipo de imposiciones y normas tal vez deberían discutirse mejor en la OMC y no de manera unilateral. Porque al final es un tema de comercio mundial.