El primer tiempo fue, en su mayoría, del Pincha. Manejo de la pelota, llegadas al campo rival y oportunidades de gol. Una de las más claras estuvo a los dos minutos de juego, y fue una de las jugadas del partido. Tras un córner que jugaron corto, un centro perfecto llegó al pecho de Federico Fernández que la bajó en la puerta del área, pero la pelota rebotó en el palo y otro remate volvió a dar en el otro extremo del arco para negarle el primero a la visita. La jugada siguió y llegaron Tiago Palacios y Edwin Cetré, pero el arquero Guido Herrera también se hizo cargo y tapó ambos tiros. Quizás, la única buena que tuvo el Pincha en los 90 minutos.
Si bien otro acercamiento con Cetré a la cabeza acercaba a Estudiantes a adueñarse de un triunfazo en Córdoba, nuevamente Herrera bajó la línea y predijo lo que sería una valla en cero.
Ahora sí, todo arrancó de ida y vuelta, con centros y jugadas largas que demostraba la necesidad de triunfo para ambos equipos. Talleres tuvo la suya a los 20 minutos que demostró buena conexión colectiva: pelota para Blas Riveros que recibió por izquierda, tiró el centro perfecto, pero Federico Girotti no alcanzó a empujarla de frente al arco. Rubén Botta fue clave para que el equipo vaya para adelante y fue importante su visión del juego para crear ataque.
Fue así que llegó el primero del encuentro. Otra vez manejo de pelota y con el diez enchufado que pidió la pelota por derecha y definió bien al palo izquierdo sobre el final de la primera mitad. Sentenció sorpresa para el conjunto de Eduardo Domínguez que se acercaba a abrir el marcador.
El segundo tiempo se planchó y mantuvo a Talleres, que recientemente se quedó sin DT, al frente. Con pocos tiros al arco e intentos, los tres puntos quedaron en Córdoba. Ahora, espera por Boca en la Copa Argentina y buscará dar el golpe definitivo con la vuelta del Cacique Medina, que ya confirmó su regreso al frente de la T.