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Denuncian falta de asistencia de los Estados a la comunidad trans durante la pandemia

Es un relevamiento de Amnistía Internacional a partir del trabajo con referentes de todo el mundo. Salud, empleo, educación, algunos de los puntos más demandados

Desde la organización Amnistía Internacional Argentina lanzaron un informe sobre la situación de las personas trans y la falta de acompañamiento de los gobiernos en todo el mundo a sus necesidades, por lo que consideran que no han sido protegidas del Covid-19 ni de la violencia y los asesinatos.

Así, presentaron el trabajo de Nadia Rahman, investigadora y asesora de política del equipo global de Género, Sexualidad e Identidad de Amnistía Internacional, quien aseguró: “Puede que la Covid-19 sea un nuevo asesino, pero el odio nos mata desde hace decenios”.

El trabajo de la ONG analiza las conclusiones más recientes del proyecto Observatorio de Personas Trans Asesinadas (TMM), que contempla que entre 2008 y 2020 han aumentado cada año los asesinatos de personas trans y de género diverso. “En el año transcurrido hasta el 30 de septiembre de 2020, fueron asesinadas en todo el mundo 350 personas trans y de género diverso”, indica el informe, que agrega: “Las estadísticas del proyecto TMM para este periodo ponen de relieve asimismo las formas interseccionales de discriminación que afectan a muchas personas trans: el 79% de las personas trans asesinadas en Estados Unidos eran racializadas y el 62% de las personas trans asesinadas de profesión conocida eran trabajadores/as sexuales”.

En este marco, y considerando la gravedad de las cifras, desde Amnistía Internacional destacan que la violencia que se vive a diario es aún mayor: “La violencia y los abusos contra las personas trans han aumentado durante la pandemia. En algunos casos, esto es consecuencia directa de las medidas de confinamiento que obligan a las personas trans a aislarse y convivir con familiares hostiles”, dijeron y agregaron: “Otras se han visto forzadas a ponerse en peligro para ganarse la vida; esto ocurre sobre todo con las personas trans trabajadores/as sexuales, que se han arriesgado a exponerse al virus o que atienden a clientes en lugares poco seguros para seguir trabajando durante el confinamiento”.

Del mismo modo, el relevamiento contempla que esta discriminación ha llevado “a muchas personas trans a la marginación, haciéndolas vulnerables a los estragos económicos de la Covid-19”. Y sostienen: “Con motivo del Día Internacional de la Memoria Trans, Amnistía habló con personas trans de todo el mundo sobre sus experiencias durante la pandemia. Sus testimonios dejan claro que los sistemas económicos, de empleo y de salud establecidos de todo el mundo marginan a menudo a las personas trans de maneras únicas”.

Variables trabajadas

Entre las variables analizadas por Amnistía Internacional se encuentra el acceso a la educación y al empleo formal, cuestión que, asegura, es excluyente de las personas trans en todo el mundo, “lo que las confina a un abanico limitado de oportunidades laborales; gran parte del trabajo disponible es informal o está en sectores que se han visto muy afectados por la pandemia”.

En este sentido, destacan que “es evidente que los obstáculos que afrontan históricamente las personas trans para trabajar han dejado a muchas de ellas en situaciones precarias. La pandemia está siendo devastadora económicamente para millones de personas, pero ha afectado en especial a las que están excluidas del mercado laboral debido a la discriminación y el odio. No debería hacer falta una pandemia para llamar la atención sobre esto, pero ahora los gobiernos deben actuar para garantizar que las personas trans tienen igualdad de acceso al empleo y a la seguridad social”.

Por otra parte, se refiere a que las medidas de confinamiento, en algunos países “han incluido la obligatoriedad de mostrar un documento de identidad cuando alguien sale de su domicilio para llevar a cabo tareas esenciales”, indica el informe, y agrega: “Las personas trans y las no binarias que viven en países donde no pueden cambiar legalmente el género nos dijeron que esto tuvo como consecuencia una avalancha de hostigamiento y hostilidad”. Esto, contemplando que también en algunos países se niega a las personas la documentación que necesitan para acceder a las prestaciones de la seguridad social.

Sobre la atención médica, Amnistía Internacional señala que también resultó de difícil acceso. “Personas trans de diferentes regiones dijeron a Amnistía que la pandemia ha exacerbado el estigma y la discriminación que sufren históricamente en el acceso a la atención médica”.

Falta de apoyo

En el relevamiento, la ONG comentó que al preguntar a las personas de la comunidad trans si habían recibido algún tipo de acompañamiento por parte del Estado, éstas reaccionaron “con incredulidad”.

“Ante la inexistencia de ayudas oficiales y de planes de incentivos específicos, muchas personas trans han tenido que recurrir a la ayuda de otros miembros de la comunidad trans o de la comunidad LGBTI en general”, dice el informe, y agrega: “Hay algunos ejemplos alentadores de activistas y comunidades trans que se han unido en esfuerzos locales para ayudar a quienes más lo necesitan. En Latinoamérica, la organización RedLacTrans creó una red de solidaridad que unió a 18 países de la región y proporcionó fondos limitados para cubrir necesidades básicas, como alimentos, para quienes más lo necesitaban. En Pakistán, activistas trans se unieron para difundir conocimientos básicos de higiene y desinfección, y repartió desinfectantes, inmunoestimulantes y mascarillas”, sostiene el informe.

Por lo tanto, concluyen: “Respetar y promover los derechos humanos de las personas trans es una obligación nacional e internacional de todo gobierno. Mientras la pandemia hace estragos en todo el mundo, los gobiernos deben reconocer su responsabilidad de impedir que quienes ya están en los márgenes de la sociedad caigan al abismo”.