Los aranceles que el histriónico presidente rubio acaba de aplicarle a casi todo el mundo han puesto a los mercados patas para arriba:las bolsas caen y las inversiones buscan destinos más seguros que la imprevisible tierra de Donald Trump.
Según Fantini, el mundo podría ir hacia una reconfiguración que pondría a China en el centro de la escena económica y a Europa y a países de relevancia como Japón y Corea del Sur definiendo nuevas asociaciones con un gobierno políticamente comunista.
- Las medidas anunciadas por Trump han generado un desastre en sus primeras horas de aplicación.
- Era de esperar que en lo inmediato tenga una consecuencia caótica:ha puesto a los mercados internacionales en estado de caos y desorientación. Habrá que ver si luego ese caos va transformándose en un nuevo orden a partir de las cláusulas de reciprocidad cuando Estados Unidos empiece a negociar país por país. Pero no hay por qué tener expectativas tranquilizadoras, no sobran motivos para el optimismo porque lo que uno ve en el mundo es un estado de preocupación generalizada. La palabra caos se repite en las voces de muchos gobernantes y dirigentes empresariales en todos los puntos del planeta.Demasiado a menudo está apareciendo la imagen de una recesión profunda de la economía mundial y eso genera preocupación. Por donde uno mire lo que ve son señales más vale preocupantes. No sé si para Estados Unidos va a tener algún resultado positivo esta patada de tablero que dio Donald Trump con el sistema de libre mercado de imperó desde mediados del siglo pasado hasta este 2 de abril, el Día de la Liberación como pretenciosa, frívola y hasta cínicamente denominó Trump al inicio de esta era de proteccionismo.
“Europa estaba tomando distancia económicamente de China. Que no nos sorprenda que vaya a integrarse mucho más con China”.
- ¿Implica un cambio de era? Muchos analistas dicen que el mundo cambió con respecto a cómo venía funcionando en las últimas décadas ¿Son de tal profundidad los cambios?
- Habrá que ver si esos cambios se sostienen y cuál es el impacto inmediato en la propia economía americana. EnEstados Unidos hay un antecedente. Por un lado hay una etapa que marcó a medio mundo: estuvo el proteccionismo que impuso la Gran Depresión de la década del 30. Pero hay otro ejemplo de proteccionismo a través de barreras arancelarias impuesto por un gobierno norteamericano, que fue el que presidió William McKinley, que gobernó desde 1897 hasta 1901 que fue el año en que fue asesinado. A McKinley, Trump lo admira por el proteccionismo y, además, porque fue expansionista:fue quien anexó las islas Hawai, entre otras acciones. La cuestión es que el ejemplo de McKinley con sus políticas de aranceles altísimos para todo el mundo tuvo un primer momento de buenos resultados, benefició a las empresas norteamericanas, creció la industrialización de Estados Unidos pero en el mediano plazo empezaron a aparecer las contraindicaciones y en el largo plazo esas contraindicaciones terminaron echando por tierra esa políica arancelaria. Habrá que ver qué pasa con este momento. En lo inmediato, de lo que podemos estar seguros es de que, de algún modo, esto beneficia a China, más allá de los problemas económicos que le va a generar. La beneficia porque va a converitr a China en el paladín del libre comercio en el mundo.
- Una ironía histórica.
- Si, así es. Y también parece irónico y paradojal, porque lo es, el hecho de que los espacios económicos y políticos que han sido históricos aliados y socios comerciales de Estados Unidos, como Canadá, Europa, Japón, Corea del Sur, van a terminar alineándose económicamente con China.De hecho Japón y Corea del Sur ya están firmando tratados de libre comercio con China y fue Estados Unidos el que los empujó a eso.Del mismo modo va a pasar con Europa. Europa estaba tomando distancia económicamente de China. Incluso, se estaba alejando de la ruta de la seda, un proyecto muy ambicioso de China que había empezado muy bien en Europa y de repente empezó a frenarse porque Europa empezó a recelar de China. Que no nos extrañe que Europa y Canadá, después de asociarse, tambián vayan a integrarse mucho más con la República Popular China. Esta medida convierte a China en el paladín de libre comercio mundial porque Trump pateó el tablero del libre comercio.
“Los espacios económicos y políticos que han sido aliados históricos de Estados Unidos van a terminar alineándose con China”.