La industria turística, que para Córdoba es vital, pero que para gran parte del país representa un movimiento económico de envergadura, no podrá escaparle a la crisis generalizada y avanza hacia una de las peores temporadas de verano de las últimas dos décadas. Es que, en resumidas cuentas, los costos de vacacionar quedaron demasiado lejos de los bolsillos de buena parte de los argentinos, que además dudan en viajar y tienen un comportamiento conservador frente a la incertidumbre por lo que puede venir.
En ese marco, un reciente trabajo de la Universidad de Belgrano, mostró que el 52% de los consultados decidió modificar sus planes para el verano a partir de las medidas económicas anunciadas por el gobierno de Javier Milei. Dentro de ese universo, el 32% dijo que había recortado el tiempo de su descanso ya planificado y el 31% que había cambiado el destino original. Siempre dentro de los que modificaron sus planes, el 22% dijo que había suspendido sus vacaciones.
De hecho, uno de los puntos destacados de la costa atlántica como es Pinamar, muestra números escalofriantes. Allí, la Cámara de Turismo reportó una caída en las reservas del 80% al 40%. "Estamos frente a una temporada de las que hace mucho tiempo no veíamos por la poca cantidad de reservas. Estamos absolutamente preocupados", se sinceró ayer Alfredo Baldini, presidente de esa organización empresaria.
En ese marco, el gobernador Axel Kicillof lanzó ayer el tradicional Operativo Sol y utilizó tres calificativos para la temporada: “Compleja, difícil y dura”. De hecho, en el Municipio de la Costa aseguran que la ocupación hotelera está actualmente en el 31%, muy por debajo del nivel del 68% que mostraba en diciembre de 2022.
En las últimas horas, la Asociación Empresaria Hotelera Gastronómica de Calamuchita advirtió que las reservas están en torno al 55%, muy deprimidas frente a la temporada pasada. La situación se refleja así en todo el país.
Hay un par de preguntas más en el trabajo de la Universidad de Belgrano que tal vez ayuden a contextualizar la situación y a explicar el comportamiento de los turistas, o de los que iban a serlo: cuando se les consultó sobre el sentimiento que domina en estas Fiestas, el 41% destacó que es la “preocupación”. Y cuando le preguntaron cómo iba a estar la economía dentro de tres meses, el 33% consideró que “igual” y un 30% dijo “peor”. Por último, con respecto a las preocupaciones sobre su economía personal, el 51% dijo que temía que sus ingresos no pudieran solventar los gastos.