Nativa de Laboulaye, egresó de la UNRC en 2016 y es una gran defensora de la Educación Pública.
Durante los últimos siete años estuvo trabajando en diferentes lugares, en contextos de respuesta a la crisis de migración y refugio al movimiento humano en el mundo.
Hace años comenzó a trabajar como voluntaria en distintas organizaciones internacionales humanitarias. Vivió en Europa, en distintos países, trabajando con los refugiados que intentan cruzar el Mar Mediterráneo en las balsas que generalmente naufragan, asistiendo a los refugiados con agua, alimentos, medicamentos y asesoramiento legal.
En la ex-Yugoslavia la detuvieron por algunas horas y luego la deportaron. Hasta diciembre pasado ha estado trabajando para ACNUR (Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados) en Guatemala, ayudando a los migrantes que intentan cruzar por Centroamérica hacia Estados Unidos.
En una entrevista con Puntal realiza un análisis sobre las modalidades de migración.
En relación a los movimientos migratorios, Molina plantea que no es que las personas migren más, sino que la migración se puso en el foco del debate público. "Diferentes regiones del mundo presentan diversos desafíos y en base a eso deben armarse las estrategias de respuesta", consideró.
Añadió que "una base muy buena es el trabajo basado en comunidad, integrando a las personas migrantes solicitantes de asilo y refugio a que participen en las soluciones que se intentan brindar".
En cuanto a lo que sucede en Argentina, indicó que "nos encontramos atravesando un periodo que presenta desafíos que hace un par de años no teníamos. La violencia existió siempre; el tema es que los Estados se han comprometido a dar respuesta a ello y en la Argentina estamos pasando por un periodo de austeridad planeada en el que dar respuesta a estas situaciones ha pasado a un segundo plano".