“La situación es un desastre. Un viaje que antes hacían en 8 o 10 horas, hoy les lleva entre 2 y 3 días”.
Con esas palabras, un trabajador de una estación de servicios local describió el escenario en el que hoy (y desde hace varias semanas) les toca trabajar a quienes deben transportar cargas por el país y no encuentran gasoil para cubrir el viaje.
En Río Cuarto, las estaciones que tienen stock dispensan un cupo de hasta 50 litros por transporte, lo que alcanza para cubrir poco más de 100 kilómetros de recorrido, y pone de malhumor a más de un chofer que debe hacer escala en cada pueblo rogando que haya disponibilidad de combustible para continuar su viaje.
“Los camioneros están desesperados”, resalta el trabajador, que admite que en ocasiones hasta recibió algún que otro insulto por la limitación al expendio, restricción que de más está decirlo, escapa de su alcance.
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