Hacer simple lo complejo: de eso se trata la arquitectura. Y la complejidad puede estar supeditada a diferentes aspectos: las características del terreno, los requerimientos del comitente, el sistema constructivo elegido, entre otros factores.
Simpleza y distinción en una misma obra
Volúmenes puros se articulan entre sí a través de dos patios internos que aportan luminosidad a los ambientes. La escalera, una gran protagonista. El mármol y la madera, los materiales nobles
En una de las experiencias de los arquitectos que conforman el estudio Donnelly + Estevez, el desafío estuvo dado desde el inicio, cuando el cliente llegó al primer encuentro con otro proyecto en mano ya desarrollado.
Al comitente lo movilizó hasta el estudio el hecho de no estar convencido del producto final, que en definitiva iba a ser su vivienda familiar, y arribó con una segunda condicionante: había adquirido los materiales que esa primera propuesta demandaba para su ejecución.
Los profesionales Karen Donnelly y Diego Estevez son socios del estudio desde hace unos diez años y cuentan a Puntal ADC que es común que, en los proyectos que abordan, la etapa de entrevistas con el cliente y de análisis de la funcionalidad del espacio que necesita sea “más extensa de lo habitual”, por considerar que deben agotarse todas las dudas e inquietudes y que luego ello redunda en mayor fluidez de las instancias posteriores.
En esta experiencia, el cliente necesitaba el proyecto y ejecución de su vivienda familiar para ser construida en country Riverside, de Río Cuarto. Luego de un par de reuniones y de analizar el proyecto inicial, acordaron que debían rehacer de cero la propuesta pero contemplando el uso de aquellos materiales que mantenía en acopio.
“Hacemos mucho hincapié en esa primera instancia, en el análisis de la forma de vida de quienes habitarán la casa y en preguntar qué tipo de vivienda quieren”, sostiene Donnelly. Y agrega: “A esa primera instancia la profundizamos mucho porque nos parece que es sumamente rica para llegar al resultado acorde al tipo de vida del comitente”.
Por su parte, Estevez añade: “La idea inicial estaba planteada a partir de un sistema constructivo tradicional, por lo que pudimos hacer un proyecto totalmente nuevo, aprovechando los materiales, y realmente les encantó”.
Ambos profesionales muestran especial interés por esta obra en particular y afirman que asumieron el desafío como si se tratara de su propia casa. “Tuvimos la suerte de trabajar con gente abierta, que nos dio total libertad en el diseño. Eso desembocó en la posibilidad de jugar con varios tips arquitectónicos que no son muy frecuentes”, precisa Diego.
A lo que Karen agrega: “Nos dejaron volar, lo que está muy bueno pero a la vez te compromete. Nos dejaron la hoja en blanco para que ‘podamos hacer’”.
Volúmenes puros
La morfología de la vivienda se resume en volúmenes puros que se vinculan entre sí, articulados por dos patios internos que aportan singular luminosidad a los interiores. De estilo minimalista, la casa se resume en líneas simples y planos despojados de ornamentaciones.
El blanco predomina en el exterior y se conjuga en la fachada con una piel de madera que no sólo realza el gran pórtico de más de 6 metros de altura, sino que a la vez muestra continuidad hacia el portón de las cocheras y ofrece “un todo” bajo una estética uniforme.
“Se recurrió a volúmenes puros, simples. Es una casa bien geométrica que habla mucho de la nobleza de los materiales debido a que hay escaso material industrializado o manipulado y predominan la madera y el revoque fino de hormigón”, señala Donnelly y resalta: “El juego de la luz termina siendo fundamental”.
Es que en el interior de la casa, de 460 metros cuadrados, todos los ambientes están naturalmente iluminados y eso se logró gracias al diseño de volúmenes entrantes y salientes que se articulan con patios internos. A la vez, la disposición de ambientes con doble altura alternados con espacios de un solo nivel jerarquiza los distintos sectores internos de la casa. “Hay un contraste de escala desde el hall exterior en el paso de un ambiente a otro que invita al recorrido espacial por el interior”, comentan.
La nobleza de la madera
La madera es nuevamente el material noble que toma protagonismo en el interior, ya sea en el entablonado de los pisos o como revestimiento de paredes.
Una gran escalera minimalista parece suspendida en el aire y es realmente la pieza escultórica de la casa que vincula la planta baja con el primer nivel. Una ventana superficial a modo de raja horizontal permite el ingreso de luz diurna y logra que los haces del sol le aporten mayor dinamismo a la escalera según la hora del día.
”Jugamos mucho con la luz y con el ventanal del patio, que, si bien es un patio de servicio, desde el interior no se advierte esa condición. A través de distintos recursos se intentó lograr que cada espacio pueda absorber lo óptimo de esos dos patios de luz”, cuenta Donnelly.
Por su parte, Estevez manifiesta que el hecho de haber recurrido al uso de madera, tanto en el interior como en el exterior de la casa, les demandó un análisis de cada resolución técnica y de selección de especies apropiadas para cada fin.
“Por ejemplo, en lo que son los exteriores, terminamos por elegir guayubira e incienso, que son maderas que responden muy bien y que mejor se adaptaban al tipo de arquitectura”, sostiene el profesional.
La distinción del mármol
El concepto volumétrico se mantiene en los distintos componentes de la casa. Tal es el caso de la extensa mesada de mármol ubicada en el baño, de 5 metros de largo, con bachas también del mismo material, y que parece suspendida en el aire debido a que permanece instalada con una estructura flotante totalmente oculta.
“Al igual que las mesadas de la cocina, son piezas de materiales nobles que dan forma a volúmenes puros, como el concepto general de la casa”, finaliza Estevez.
Esas piezas fueron fabricadas íntegramente por la firma local La Elenense lo que también significó un desafío por las proporciones y las terminaciones especiales que requerían.
La vivienda se encuentra habitada desde hace casi un año y los arquitectos aseguran que los comitentes “quedaron fascinados”. Lo mismo se puede percibir en esta joven pareja de profesionales, quienes a lo largo de la entrevista no dejaron de resaltar la posibilidad de haber podido volcar toda su pasión por la arquitectura en esa misma obra.
Por Javier Borghi
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