El presidente de Ucrania, Volodimir Zelenski, afirmó anoche que el ejército invasor ruso prepara una ofensiva final para tomar Kiev, la capital.
Zelenski dijo que Rusia prepara un asalto final
Previamente, Putin exhortó a las Fuerzas Armadas de Ucrania a derrocar al jefe de Estado, al que tildó de "neonazi y drogadicto"
"No podemos perder la capital. Me dirijo a nuestros defensores, hombres y mujeres de todos los frentes: esta noche, el enemigo va a utilizar todas sus fuerzas para romper nuestras defensas de la forma más vil, dura e inhumana. Esta noche, van a intentar un ataque", dijo Zelenski en un video publicado en la página web de la Presidencia.
"Hoy ha sido un día difícil, pero con coraje. Hemos combatido por nuestro Estado en todos los frentes, en el sur, el este, el norte y en muchas ciudades de nuestro hermoso país", añadió.
El mandatario ucraniano refirió que había hablado durante el día con varios dirigentes occidentales, entre ellos Joe Biden, Emmanuel Macron y Olaf Scholz.
"Les he explicado la respuesta que esperan todavía los ucranianos ante esta agresión. He aceptado más ayuda y apoyo. Una ayuda significativa para nuestro Estado", resumió.
"Nuestro principal objetivo es acabar con esta masacre. Las pérdidas del enemigo han sido muy importantes", aseguró.
La advertencia de Zelenski se conoció al cierre de una jornada en la que su colega ruso, Vladimir Putin, llamó al Ejército ucraniano a "tomar el poder" en Kiev y derrocar al jefe de Estado y a su entorno, a los que calificó de "pandilla de neonazis y drogadictos".
Mientras, las tropas rusas seguían cercando a Kiev, donde la situación es "amenazante", según alertó el intendente de la capital.
"Tomen el poder entre sus manos. Me parece que será más fácil negociar entre ustedes y yo", lanzó Putin al Ejército ucraniano en una intervención en la televisión rusa, y afirmó que no combate a unidades del Ejército, sino a formaciones nacionalistas que se comportan "como terroristas" usando a civiles "como escudos humanos".
El mensaje del líder ruso se conoció por la tarde, luego de que reportes militares de los dos países admitieran que el segundo día de la invasión de Rusia a Ucrania se había iniciado con al menos dos fuertes explosiones en el centro de la capital, Kiev, con edificios civiles afectados.
Una estratagema
En tanto, las dilaciones a la hora de emprender las negociaciones eran tomadas por Moscú como un recurso de Ucrania para desplegar lanzacohetes múltiples en barrios residenciales.
"La pausa continúa un largo tiempo. Desafortunadamente, esa pausa va acompañada de que en ciudades grandes los elementos nacionalistas efectúan el despliegue de lanzacohetes múltiples en barrios residenciales, incluido Kiev", dijo el vocero oficial ruso.
Hasta el momento la invasión ya contabiliza más de 100 muertos y unos 100 mil desplazados ucranianos, mientras que fuentes del Ejército defensor afirman que unos 800 soldados rusos fueron abatidos desde el inicio de la invasión.
Las fuerzas militares rusas estrechaban ayer su cerco sobre Kiev, en cuyos barrios ya se registraron combates y hasta hubo un ataque con misiles a la madrugada.
Mientras las autoridades aseguraban "hacer todo lo posible" para resistir, pedían a sus habitantes que tomen las armas y clamaban por más sanciones internacionales contra Moscú.
Según Zelenski, las zonas de civiles ya son un blanco militar y su país se siente "solo" ante una comunidad internacional que no ha reaccionado firmemente.
El primer mandatario ucraniano difundió ayer un breve video para mostrar que permanece en Kiev "defendiendo" a su país frente al avance de las tropas rusas, en lo que parece una respuesta a algunas versiones que hablaban de su salida del territorio nacional.