Después de los incendios que arrasaron las Sierras del Sur entre septiembre y octubre, los especialistas señalan que el mes de febrero será crucial para la recuperación de los ambientes más afectados por el fuego. Además, buscan evitar todo lo posible la presencia de ganado, especialmente en aquellos sectores donde el fuego produjo un daño más profundo en el ecosistema. Un relevamiento que hicieron la Universidad Nacional de Río Cuarto, el Inta y la Fundación Conydes determinó que la zona más afectada de esta región fue la de Alto Lindo y parte de Las Albahacas. La bióloga Evangelina Natale indicó al respecto que la preservación de estos ecosistemas de las actividades productivas es fundamental, en particular en aquellos lugares donde hay vertientes y otros cursos de agua.
En la zona de Alto Lindo, el fuego arrasó con el bosque serrano. “Afectó las primeras capas de suelo, las más fértiles. Trabajamos fuertemente con el Inta, que tienen más acceso a los productores, para sistematizar los campos para ayudar a recuperar los ecosistemas. Ellos los necesitan para criar a los animales”, explicó Natale.
“Allí, hay que esperar unos 4 meses desde los incendios, y evaluar si no hay que reforestar con nativas. Una vez que veamos cuánto se recupera por sí solo, veremos si hay que ayudarlo o no. A esto lo vamos a intentar posiblemente en febrero”, indicó.
Junto a la Fundación Conydes, dictaron un taller para los productores de esa zona con la idea de que, “al menos a la zona de los mallines la pudieran preservar, porque allí hay vertientes y mucha humedad, sin poner el ganado para permitir una mejor recuperación”.
“Hay zonas que se van a recuperar si las dejamos descansar para que rebrote la vegetación que quedó viva. Es un proceso de largo plazo. Ojalá podamos acompañarlos durante todo el año. Por otro lado, intentamos que los productores puedan ir controlando las especies invasoras, que son colonizadoras y crecen muy rápido, más que las autóctonas”, aclaró la bióloga.
Especialistas de la Universidad Nacional de Río Cuarto, el Inta y Conydes realizaron previamente relevamientos en los terrenos afectados por los incendios de septiembre y octubre pasados, a los 30 días y a los 40 días después de ocurridos los siniestros. “Recorrimos la zona quemada de Alto Lindo, Las Albahacas, El Chacay, a pedido de la misma gente”, relató por su parte la bióloga e investigadora de la UNRC Antonia Oggero.
“Pudimos ver que la zona de Alto Lindo y parte de Las Albahacas fueron de las más afectadas. Hubo muchísimo daño, no sólo en la vegetación sino también en el suelo, donde se han perdido centímetros de la capa orgánica. Eso lo hace mucho más difícil y más lento en su recuperación”, detalló Oggero en Radio Universidad.
“En otros sectores, el fuego fue superficial, y quemó parte de la vegetación. Lugares donde ya hubo una respuesta de la vegetación con un rebrote, por rama o por corona de la base de los troncos. Parte de la vegetación del lugar, lentamente se va recuperando”, concluyó la docente.