Un comerciante riocuartense fue condenado ayer por la Justicia a 6 años y 4 meses de cárcel por el abuso sexual de su propia hija cuando era apenas una niña. Si bien el veredicto de la Sala 2 de la Cámara lo declara penalmente responsable, el hombre mantiene su libertad hasta tanto la sentencia quede firme.
El tribunal, a cargo del juez Daniel Vaudagna, consideró probados los cargos en contra del hombre de 40 años y le impuso una pena de 6 años y 4 meses de prisión.
Este tipo de juicios se realizan a puertas cerradas y con acceso acotado al público para preservar la integridad de las víctimas.
La víctima era niña cuando fue abusada
Los hechos ocurrieron cuando la chica era tan solo una niña -todavía hoy es menor de edad- y habrían sido advertidos a la Justicia por el entorno familiar.
Los datos personales del condenado se mantienen bajo reserva con la exclusiva finalidad de no revelar la identidad de la víctima, tal como lo indican la legislación protectiva de los derechos de la niñez en nuestro país y la Convención Internacional sobre los Derechos del Niño.
Según pudo conocer Puntal de diferentes fuentes judiciales, el condenado tampoco estuvo detenido en ningún otro momento de la investigación en su contra.
La causa llegó a juicio con la calificación legal de "abuso sexual gravemente ultrajante y calificado por el vínculo" en contra del comerciante, después de que la instrucción del fiscal de segundo turno, Javier Di Santo, lograra reunir elementos de convicción suficientes para requerir el debate oral y público.