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"No se lo deseo a nadie, tenía miedo por mi hija; me trató como basura"

La mujer que denunció al policía rompió el silencio. Afirmó que se animó a acusarlo para que otras mujeres no pasen por esa situación desagradable. Aseguró que la Fiscalía tiene los elementos que lo incriminan al oficial

La mujer que denunció al oficial subinspector que la abusó cuando estaba alojada en una de las celdas de la alcaidía de Unidad Departamental local afirmó: “No se lo deseo a nadie” y que en la denuncia presentó las pruebas del grave delito.

“Me despierto y el oficial estaba al lado mío; me intentó parar y me tomó de los cabellos y me dijo que me quedara sentada sobre el banco donde dormimos. Me obligó a hacer sexo oral y me da vuelta y me penetra”, relató llorando la víctima.

La mujer (reservamos su nombre por tratarse de un delito de instancia privada) aclaró que era la única que estaba detenida en ese sector de la alcaidía.

“Hizo lo que quiso conmigo en ese momento”, siguió describiendo la gravedad del hecho.

Embed - TESTIMONIO DE LA MUJER ABUSADA EN LA ALCAIDIA

En diálogo con Puntal, la víctima explicó: “No grité porque me amenazó con que le iba hacer algo a mi hija. Ella me llevaba la comida casi todos los días. Yo tenía miedo por mi hija. Estaba amenazada. Cualquiera se queda callado cuando te amenazan con un familiar. Fue un momento terrible”.

“No se lo deseo a nadie lo que me pasó. Sé que he hecho algunas cosas malas y por eso estaba detenida, pero me trató como una basura, no voy a permitir que me traten así”, expresó mientras se secaba las lágrimas.

No se lo deseo a nadie lo que me pasó. Sé que he hecho algunas cosas malas y por eso estaba detenida, pero me trató como una basura, no voy a permitir que me traten así No se lo deseo a nadie lo que me pasó. Sé que he hecho algunas cosas malas y por eso estaba detenida, pero me trató como una basura, no voy a permitir que me traten así

Sostuvo que tiene varias prendas de vestir manchadas con semen del uniformado, que fueron secuestradas por la Fiscalía de Instrucción de Segundo Turno, que son las pruebas contundentes contra el policía abusador.

“Me da vuelta y me manchó con semen la espalda y un pantalón negro. Luego, me limpié con una remera rosa que tenía sobre el banco”, sostuvo.

Apoyo y contención

Agregó que cuando se realiza el cambio de guardia, le comentó sobre la gravedad de lo sucedido a una oficial, quien la contuvo y la acompañó para realizar la exposición que terminó con la detención del policía de 38 años, quien se encuentra detenido en la cárcel imputado del delito de abuso sexual con acceso carnal agravado por la condición de funcionario público en ocasión de su función.

“Ella me pidió que me calmara y se puso en mi lugar y no de su compañero de trabajo”, afirmó.

En la continuidad del protocolo dispuesto en estos casos, la denunciante fue trasladada al Hospital San Antonio de Padua, donde fue revisada por el médico forense y le realizaron una serie de estudios, que fueron incorporados a la causa que lleva adelante el fiscal Javier Di Santo.

Las cámaras ubicadas en el pasillo de la celda de mujeres es otro de los elementos que ubican al oficial a cargo de la guardia en la escena del hecho denunciado por la mujer, que habría sucedido minutos antes de las 7 del lunes pasado.

Tras la denuncia y la intervención del Ministerio Público Fiscal, el Tribunal de Conducta de las Fuerzas de Seguridad dispuso el pase a situación pasiva del uniformado.

Pedido

Una vez que se hizo pública la denuncia por el abuso sexual del policía, otra mujer se presentó en la Fiscalía de Di Santo para exponer su situación con el acusado cuando estuvo detenida en la alcaidía.

En este sentido, la primera denunciante pidió al resto de las víctimas a animarse a realizar la acusación “para que no vuelva a pasar y tenga su castigo”. “Las chicas en la cárcel me dijeron que hay muchas violaciones, por eso tenemos que reclamar por justicia. Hay más casos; no es mentira lo que estoy diciendo”, indicó.

La víctima, madre de cuatro hijos, señaló que “tiene miedo” y no se anima a estar en su casa.

“Desde que recuperé la libertad no salgo, tengo miedo de andar por la calle. No duermo. Estoy pensando que me puede pasar algo, pero sobre todo tengo mucho miedo por mi hija de 14 años”, disparó para romper en un llanto desconsolado.

Desde que recuperé la libertad no salgo, tengo miedo de andar por la calle. No duermo. Estoy pensando que me puede pasar algo, pero sobre todo tengo mucho miedo por mi hija de 14 años Desde que recuperé la libertad no salgo, tengo miedo de andar por la calle. No duermo. Estoy pensando que me puede pasar algo, pero sobre todo tengo mucho miedo por mi hija de 14 años

“Tengo miedo, tengo miedo de estar en mi casa, tengo miedo de andar por la calle. No aguanto más, estoy en pie por el apoyo de mi familia”, finalizó.