Tranquera Abierta | Agricultura |

Las condiciones de los cultivos empeoran, pero siguen siendo buenas

La llegada de las altas temperaturas con importantes zonas productivas que no recibieron lluvias hizo que en el promedio nacional exista un deterioro en los lotes de soja y maíz. Se vienen semanas claves.

Si bien en los alrededores de Río Cuarto no hay una situación aún preocupante de falta de humedad en el suelo, sí la hay por las altar temperaturas y los casos en los que las tormentas dejaron granizadas importantes y obligaron a muchos productores a tener que resembrar ya con un techo productivo más acotado.

Pero en otras regiones, en particular en la zona núcleo, las lluvias no fueron buenas en las últimas semanas y eso está generando ya señales de alarma; en particular porque los pronósticos no muestran cambios en las próximas semanas, que serán claves para definir rindes.

Por eso, Dante Romano, profesor e investigador del Centro de Agronegocios y Alimentos de la Universidad Austral, trazó un panorma sobre los principales cultivos, destacando que, si bien el balance aún es positivo, comenzó un deterioro en los lotes.

En el caso de la soja remarcó que en Argentina la siembra está prácticamente concluida. “La condición hídrica de la soja entre adecuada y óptima bajó casi 10 puntos y se ubicó en 81%, y la condición de cultivos buena a excelente perdió 7 puntos a 53%. De todas formas, sigue siendo de las más altas a esta altura del ciclo”, explica en su análisis.

En el caso del maíz “el avance de siembra llega a 87%, lo que representa un adelanto frente al 79% previsto para la fecha. Se observan avances 10 puntos porcentuales mayores a los habituales tanto en NOA como en NEA, lo que hace pensar que los productores anticipan la implantación para minimizar riesgos de chicharrita”, remarca Romano.

En cuanto a la condición hídrica del maíz argentino adecuada a óptima bajo casi 10 puntos a 81%. “Por el momento, el estrés hídrico solo se nota en el sur de Santa Fe”, indicó.

En tanto que la cosecha de trigo está prácticamente concluida con 95% recolectado, muy adelantada frente a otros años. Los rindes promedio superaron levemente los 30 quintales por hectárea, lo que es una muy buena marca.