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Gastón Malgieri: "Entendí que mi lírica no podía ser masculina"

El escritor local cuenta de "El reinado de las abejas", su nuevo libro que presenta mañana en el marco del Aguante Poesía!

Mañana a las 20hs. en la Tintorería Japonesa y en el marco de la XV edición del Aguante Poesía!, el escritor local Gastón Malgieri presenta su nuevo libroEl reinado de las abejas”, con la participación de Ferny Kosiak y Camila Vazquez.

En 2019 el escritor nacido en Mar del Plata, pero radicado hace 3 años en la ciudad de Río Cuarto, Gastón Malgieri, presenta “Animales poco útiles” (Editorial Cartografías). En el epílogo de dicha publicación, el filósofo Eduardo Mattio dice: “La que habla en el poema es la voz de la marica que conjura la lengua materna; que adivina sus consabidos giros, que repite sus intenciones fallidas, que lamenta sus peligrosas bendiciones. Que aprende un mantra amoroso que se ensayará fallidamente en/con otros cuerpos”.

En ese mismo sentido, podría decirse que esta nueva publicación de Malgieri, “El reinado de las abejas” (Editorial Camalote), retoma esa experiencia, no ya para conjurar la voz materna, sino para volver propia esa voz femenina. Un giro estético/político que pone el acento en la ruptura del mandato de “lo masculino”, como un gesto vital.

Para reafirmar esta idea, podríamos citar los versos de apertura de esta nueva publicación en formato fanzine:

“No quiero ser más mi madre

soñando que un pescador le besa las branquias

Huyo en tacos de la escollera del linaje

donde fue a parar

la torpe boca que fui

minutos antes

del diluvio del primer sustantivo (…)”

El poeta cubano José Lezama Lima comenzaba su poema “Llamada del deseoso”, con aquel recordado verso: “Deseoso es aquel que huye de su madre”. Hay algo en el gesto poético de Malgieri que podría anclarse en esta idea de la huida. En otro de los poemas de la publicación, el autor establece, de algún modo, un dialogo con el poeta cubano, para desdecirlo.

Dice Malgieri:

La fuga

si acontece

deberá ser siempre

desde la ciénaga del padre

o lo que es lo mismo

la del maestro

la de la autoridad

la ciénaga de Dios.

Porque si hay huida también

habrá poema

y si hay poema

indefectiblemente

habrá deseo.

Salir a la caza de la propia voz, que es también, salir en búsqueda del propio deseo. Esa premisa atraviesa todos y cada uno de los poemas de “El reinado de las abejas”.

Libro gaston.jpg

Hablamos con Gastón:

-¿Por qué el título “El reinado de las abejas”?

-Surgió de un intercambio con Ferny Kosiak, editor de Proyecto Camalote. Hay un verso de unos de los poemas del fanzine que dice: “disputo de las abejas, el reinado”, y a él le pareció que esa idea tenía que ver con el tono general de los textos. Esta sugerencia encajó perfectamente con una noción muy primal que me rondaba, en forma de pregunta, durante el proceso de escritura: ¿qué pasaría si en la colmena se revirtiera la carga de poder adjudicada a la abeja reina? Lo que me interesaba de esa pregunta era pensarla en términos de vía de escape a la opresión a la que son sometidas aquellas identidades que bordean o quedan fuera de ciertas normas establecidas.

Cuando apareció el título, apareció también la ilustración de portada. La estética en general responde a la que ya viene utilizando en toda la colección de Camalote.

-Decís que en este libro ponés el acento en la ruptura del mandato de “lo masculino”, como un gesto vital. ¿Fue una necesidad natural expresarlo en palabras?

-No lo sé si natural. No lo plantearía en esos términos. Diría más bien “irremediable”, como algo que decantó de otros procesos vitales y que luego volqué en lo que escribo. En “Animales poco útiles” (Ed. Cartografías, 2019), mi anterior publicación, el yo poético, la feminidad del yo poético estaba anclada, en principio, en la voz de mi madre. En ese poemario la alquimia de escritura tenía que ver con la búsqueda de su voz, de inventarle una voz. En el epílogo de dicho libro, el Dr. en Filosofía, Eduardo Mattio, hace una apreciación al respecto, que ni siquiera yo había tenido en cuenta durante el proceso de escritura: “la que habla en el poema es la voz de la marica que conjura la lengua materna; que adivina sus consabidos giros, que repite sus intenciones fallidas, que lamenta sus peligrosas bendiciones. Que aprende un mantra amoroso que se ensayará fallidamente en/con otros cuerpos”.

Entonces, a partir de “El reinado de las abejas” entendí que mi lírica no podía ser masculina. Bajo ningún punto de vista. En principio porque la masculinidad siempre representó en mí un lugar del que había que fugarse, en el que nunca encajé, y luego porque tenía que poder aceptar esa fuga como una elección, ahora sí, vital. Mi poética es, de algún modo, la poética que asume el desplazamiento del mandato, no como una carga, sino como una potencia.

El título del libro surgió de un intercambio con Ferny Kosiak, editor de Proyecto Camalote. Hay un verso de unos de los poemas del fanzine que dice: “disputo de las abejas, el reinado”, y a él le pareció que esa idea tenía que ver con el tono general de los textos. Esta sugerencia encajó perfectamente con una noción muy primal que me rondaba, en forma de pregunta, durante el proceso de escritura: ¿qué pasaría si en la colmena se revirtiera la carga de poder adjudicada a la abeja reina? Lo que me interesaba de esa pregunta era pensarla en términos de vía de escape a la opresión a la que son sometidas aquellas identidades que bordean o quedan fuera de ciertas normas establecidas El título del libro surgió de un intercambio con Ferny Kosiak, editor de Proyecto Camalote. Hay un verso de unos de los poemas del fanzine que dice: “disputo de las abejas, el reinado”, y a él le pareció que esa idea tenía que ver con el tono general de los textos. Esta sugerencia encajó perfectamente con una noción muy primal que me rondaba, en forma de pregunta, durante el proceso de escritura: ¿qué pasaría si en la colmena se revirtiera la carga de poder adjudicada a la abeja reina? Lo que me interesaba de esa pregunta era pensarla en términos de vía de escape a la opresión a la que son sometidas aquellas identidades que bordean o quedan fuera de ciertas normas establecidas

-¿Cómo llegás a la publicación en Proyecto Camalote, de Paraná (Entre Ríos)?

-El año pasado Camalote, publicó la antología FLOTAR, cuya temática era el río, con poemas de autores argentinos, entre los que tuve el honor de estar, junto a Camila Vázquez, Antonella Tosco y Melisa Gnesutta, autores también de Río Cuarto.

A partir de ese intercambio, con Ferny empezamos a pensar en la posibilidad de trabajar juntos, en la que sería la primera publicación individual de un autor que no es de la provincia de Entre Ríos. Así nace “El reinado de las abejas”.

Camalote comenzó a funcionar en 2018 y tiene editados, hasta el momento, 19 títulos, junto con la antología “Flotar”.

-Como escritor y partícipe ¿cuáles son las expectativas para esta XV edición del Aguante Poesía!?

-El Aguante Poesía es mi casa. He participado de las últimas 3 ediciones, como autor, pero también como productor general en la edición que realizamos el año pasado en plena pandemia. Celebro que esta vez, teniendo en cuenta todos los cuidados necesarios, podamos volver a la presencialidad. Es tan necesaria. Tan, ahora sí, del orden de lo vital.

Me gusta pensar el Festival como una ronda en torno al fuego. El año pasado, en el contexto de la pandemia, esto fue imposible. Por lo tanto, te diría que mis expectativas tienen que ver con eso: con el reencuentro. Con que volvamos a encontrarnos con la poesía como excusa.

Sobre el autor

Gastón Malgieri (Mar del Plata, 1977). Escritor, fotógrafo y diseñador gráfico. Reside en la ciudad de Río Cuarto. Ha publicado Furia Garaje (Editorial Martín, 2000); Estrim y Out (Ediciones Independientes, 2008); Porfía (Dársena 3, 2009); Mediopelo Sidecar (Difusión Alterna, 2010); Transversos (Atarraya Cartonera – Puerto Rico, 2010) y Animales poco útiles (Editorial Cartografías, 2019). En 2020 realizó la curaduría y producción general de la edición 14ta. del Encuentro Nacional de Poetas, Editores y Lectores, Aguante Poesía, de la ciudad de Río Cuarto, Córdoba, Argentina. Como diseñador gráfico trabaja actualmente para la editorial argentina Llantén. Obtuvo, entre otras distinciones, el Primer Premio en la Bienal Nacional de Arte Joven (Mar del Plata, 2006). Ha participado con su poesía de dos antologías: Antología O, editada en Puerto Rico en 2006, y «FLOTAR, 100 poemas sobre ríos | 100 poetas argentinxs», editada en 2021 por Proyecto Camalote, Argentina.