Según la resolución, a la que accedió Infobae, el fiscal González solicitó el procedimiento “a fin de reunir mayores elementos probatorios vinculados con las hipótesis investigadas” y teniendo en cuenta que Fabiola relevó del secreto médico profesional a todos los profesionales que la asistieron. En ese contexto, el representante del Ministerio Público entendió que era “útil y pertinente” que personal policial se hiciera presente en la clínica Fertilis para que “entregue toda la historia clínica de Fabiola Yáñez, todo archivo administrativo relacionado con el tratamiento atención que recibió la nombrada y todo papel, documento anotación y constancia que contenga su nombre”.
El operativo fue autorizado por el juez Ercolini como una orden de presentación. El documento advirtió que si la clínica oponía resistencia, se debía concretar un allanamiento a los fines de hacerse con la documentación buscada. Pero, de ser así, debía pedirse la autorización del procedimiento al juez federal de San Isidro, donde se encuentra el centro médico.
Según confirmaron a Infobae fuentes del caso, no hizo falta. Las autoridades médicas habilitaron el procedimiento donde se logró secuestrar la información buscada.
La causa se inició hace un mes cuando Fabiola Yañez decidió impulsar la denuncia contra su ex pareja. Los primeros indicios contra el ex presidente surgieron de otro expediente: la investigación por corrupción por los negociados con los seguros durante el gobierno anterior. Allí, la secretaria presidencial María Cantero -investigada junto su marido y Alberto Fernández- hablaba con Fabiola y la entonces primera dama le revelaba cómo estaba siendo golpeada y ya no aguantaba más.
“Sabiendo que puedo estar embarazada me pegó una patada en la panza”, decía Fabiola a Cantero, según reveló Infobae al exponer todos los diálogos que quedaron bajo la lupa de la justicia. En ese cruce de mensajes, Fabiola exhibía una foto con el ojo en compota y otra con un moretón en el brazo.
Fuente: Infobae