Mientras que hasta marzo pasado la curva comparativa mostraba al IPC por encima del ICL, la tendencia opuesta se verifica en los últimos cuatro meses de los que hay datos oficiales de inflación.
En efecto, abril ya evidenció un 2 por ciento de diferencia a favor de la fórmula de actualización de los contratos de locación: subió 10,80 por ciento respecto al mes anterior, mientras que la diferencia mensual de la inflación medida por el Indec fue del 8,80 por ciento.
Con el correr de los meses, esa brecha no hizo más que agrandarse, alcanzando ya en mayo un diferencial de 8,19 por ciento. Ese número surge de restar el 4,20 por ciento del IPC de ese período del 12,39 por ciento de suba mensual del ICL.
Los alquileres parecen alejarse cada vez más de los salarios.
En junio, los alquileres subieron un 9,35 por ciento más que la inflación general: el índice de locación siguió creciendo hasta llegar al 13,95 por ciento mensual, mientras que el IPC del Índice cerró en 4,6 por ciento.
La brecha se profundizó todavía más en julio, cuando llegó al 11,67 por ciento, como consecuencia de que el ICL arrojó un 15,60 por ciento de incremento mensual y el IPC, apenas un 3,93 por ciento para el mismo período.
Pero la cosa no queda ahí, porque los dos últimos registros del Indice de Contratos de Locación (ICL) siguen a la suba: 17,10 por ciento en agosto y 18,05 por ciento para este mes. Aunque todavía no se conocen los números de la inflación general para estos dos meses, todo indica que estarían por debajo del aumento de los alquileres.
En este contexto, los inquilinos manifestaron que la coyuntura es muy grave y que cada vez hay más cantidad de desalojos.
"Hoy en día, un inquilino está eligiendo entre comer o tener un techo. En Córdoba, realmente el tema de la comida y el tema de tener una vivienda digna son las últimas necesidades básicas que uno deja de pagar o tratar de mantener. Y hoy, muchas familias que alquilan están definiendo esta situación. Empiezan a alquilar en el barrio, después van a un barrio más periférico, alquileres informales, piezas y después llegan a las pensiones, que es más barato. El sector etario de inquilinos que más golpeado en el momento de crisis son los jóvenes y los adultos mayores".
"Recientemente, un informe reveló que casi el 40 por ciento de las personas que tienen entre 25 y 35 años vuelven o están viviendo con sus padres, producto de la situación económica. Un joven puede aspirar a un sueldo de más o menos 600 mil pesos y hoy un alquiler llega a los 300 mil pesos".