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Miles de riocuartenses buscan alquilar entre un puñado de viviendas

Las propiedades disponibles son apenas unas decenas. Las inmobiliarias tienen listas de espera y los inquilinos se pasan meses rastreando casa o departamento. La poca oferta que hay es cara y con muchos requisitos

La falta de oferta de alquileres cobra por estos días la fuerza de una evidencia irrebatible. Basta con escuchar, por caso, la experiencia de un estudiante o una familia que necesita un techo: la mayoría pasa meses anotados en las listas de espera que implementaron las inmobiliarias. Al menos un par de meses, hasta que aparece algo, los llaman y firman contrato sin ponerse muy exigentes, con tal de no perder esa oportunidad.

La diferencia entre los dos extremos del mercado parece enorme. Mientras miles de riocuartenses buscan alquilar, la oferta disponible se resume en un puñado de viviendas.

La Encuesta Permanente de Hogares del Indec revela que, con una población de 179.415 habitantes, Río Cuarto alberga a 66.663 personas (37%) sin casa propia.

La brecha se explicaría porque muchos propietarios, enojados con la ley vigente desde hace casi dos años, optaron directamente por “cerrar” sus inmuebles. Tal vez, a la espera de condiciones más ventajosas que las actuales para alquilar o para vender (ver página 13).

Para el inmobiliario Fabio Luzcubir, la coyuntura se puede definir sin demasiados rodeos: “No hay casi inmuebles en alquiler”, sentencia y detalla que lo disponible es ínfimo al lado de la demanda.

“Para todo Río Cuarto, las propiedades en alquiler con un grado de deseabilidad bueno, que llegan a las inmobiliarias, son apenas 20 o 30. Hablamos de propiedades sanas, ubicadas en sectores ventajosos, seguros y comerciales, con todos los servicios”, explicó.

Luzcubir se refiere a viviendas ubicadas, por ejemplo, en el micro y macrocentro de la ciudad, barrios residenciales como Banda Norte o en algunos sectores del sur de la ciudad.

Pese a lo complejo del cuadro, el dolor de cabeza no termina ahí para quienes buscan alquilar hoy en día. Las casas y departamentos que se ofrecen tienen precios y requisitos inaccesibles, al menos para la mayoría de los sectores de ingresos fijos. De piso, 35 mil pesos de canon locativo, mes adelantado, comisión y varias garantías para poder ingresar.

“Por supuesto, lo poco que hay, se encuentra a valores muy altos. Y por otro lado, la demanda es tal que las inmobiliarias ni siquiera llegamos a publicar los avisos”, señala Luzcubir, ratificando la percepción de los inquilinos.

Y agrega: “En mi caso, que soy propietario de una inmobiliaria mediana, tengo una lista de interesados que reúnen las condiciones para alquilar y, una vez que aparece una propiedad en alquiler, directamente les avisamos telefónicamente. Y se alquilan rápido, porque no hay mucha oferta. Los que quedan en alquiler son las propiedades que administran directamente los dueños”.

Luzcubir indicó que la mayoría de las inmobiliarias tienen una lista de espera de al menos 7 interesados. Dijo además que en la ciudad hay unas 500 inmobiliarias, de las cuales 210 están nucleadas en el Colegio de Profesionales Inmobiliarios y avaladas por ley.

Esa proyección da cuenta de una demanda total de alquiler ni más ni menos que de 3.500 personas.

Aseguran que los inversores “cerraron” numerosos inmuebles

Quienes trabajan en el sector inmobiliario no tienen demasiadas dudas: el déficit de la oferta de alquileres se debe a que muchos inversores -sobre todo los grandes- decidieron retirar del mercado propiedades que antes tenían ese destino comercial. Y no solo eso, sino que tampoco las pusieron a la venta. Directamente, las “cerraron”, como explica el profesional inmobiliario Fabio Luzcubir.

Son lo que podrían definirse como “viviendas ociosas”, objeto de un eventual tributo específico, en caso de que prospere el proyecto regulatorio en tal sentido. Cientos o miles de propiedades en toda la ciudad cuya única actividad, al menos desde el punto de vista económico, es pagar un par de tributos y algún servicio.

¿Cuál es la lógica detrás de esto? Podría decirse que los grandes propietarios pueden sacrificar varias de sus rentas mensuales sin afectar gravemente su economía.

Para Luzcubir, el porcentaje de viviendas cerradas “es muy importante” en Río Cuarto.

“Los inversores con muchas propiedades tienen un comportamiento particular, en el sentido de que con la renta de diez inmuebles pueden generarse los ingresos necesarios para su propia economía”, explicó.

Reacción a la ley de alquileres

Luzcubir subrayó el concepto con un ejemplo bastante gráfico al respecto. “Un inversor inmobiliario que tiene 30 propiedades, lo que hace en este momento es dejar solamente diez en alquiler, mientras que a las otras 20 las mantiene cerradas”, sostuvo.

Finalmente, indicó que se trata de una reacción a la ley de alquileres, que les quitó a los propietarios unas herramientas, como la fijación de aumentos y extendió un año los contratos.

Leonardo Brochero. Redacción Puntal