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El rincón de las mascotas también decora el hogar

Se celebró el Día del Animal, una fecha que tiene como objetivo celebrar la vida animal en cualquiera de sus formas y que se estableció originalmente para conmemorar el fallecimiento de Ignacio Lucas Albarracín, un referente en la lucha por los derechos de los animales en nuestro país, quien murió el 29 de abril de 1926.

Y en nuestro país, como así también en casi toda la cultura occidental, tener una mascota en casa se ha convertido en un hábito incorporado casi desde nuestro nacimiento, reconociendo al animal como un miembro más de la familia. Así, convivir con un perro o un gato bajo un mismo techo se transformó en un estilo de vida y en una manera de vincularnos desde muy pequeños con la vida animal. Si bien están los detractores de permitir que las mascotas ganen el interior de una vivienda, es una realidad que el cariño por el animal nos vuelve más permisivos al punto tal de aceptar que duerman a los pies de la cama, e incluso, sobre la misma.

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Y concebido como un usuario más de nuestros espacios de vida es que consideramos que cada animal debe tener su propio rinconcito dentro de la casa y que no por ello debemos descuidar la decoración y el diálogo con el entorno.

Pero lo primero que hay que tener en cuenta es que todo lo que generemos para nuestras mascotas lo pensemos a conciencia y con responsabilidad, priorizando la calidad de vida del animal por sobre cualquier criterio estético. Una vez que los componentes seleccionados garanticen la comodidad y el bienestar de nuestra mascota recién allí pasaremos a trabajar en lo decorativo. Así, como un integrante más de la familia, los animales merecen también tener en la casa su propio lugar con una cama, alimentos y juguetes. A continuación, algunas recomendaciones para propiciar un bueno espacio para nuestro amigo animal.

Elegir el sector de la casa

Definir el ambiente y el lugar donde tendrá su propio espacio el “rey de la casa” estará supeditado a distintas consideraciones. Tenemos que tener en cuenta que allí pasará gran parte de su tiempo y por ende será el lugar donde pueda registrarse el derrame de agua o de alimento, y también allí podrá acumularse algo de pelaje que en el recambio el animal vaya desprendiendo.

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En muchas ocasiones adaptamos un rincón de la sala de estar, del dormitorio o de algún pasillo para acomodar la cama y los recipientes con agua y comida de nuestra mascota. Es importante tener en cuenta que el lugar elegido no quede expuesto a condiciones climáticas incómodas, tales como muy próximas a un artefacto de calefacción o a la intemperie directamente del exterior.

Seleccionar los componentes

Es momento de elegir qué elementos va a necesitar nuestra mascota. Un perro puede demandar de una cama acolchonada que se ubicará sobre otro componente que le permitirá aislar al primero del contacto directo con la superficie. En espacios semicubiertos o exteriores, muchas veces se elige por construir o adquirir casas de fibra de vidrio que sirven de aislamiento térmico para mitigar el impacto de las condiciones extremas. En caso de que sea un gato el animal que vamos a agasajar con un espacio acorde a sus necesidades podrá analizarse si es a nivel superficial o en altura que tendrá su propio lugar de descanso y de alimentación. Los gatos pasan gran parte del tiempo en las alturas por lo que elegir un espacio elevado puede ir en favor de sus intereses.

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Sector personalizado

Cada familia conoce los gustos y preferencias de sus mascotas. El tamaño y los hábitos de conducta también pueden ser variables que nos permitan “mimarlos” al momento de confeccionar su lugar en la casa. Divertidas telas o pomposos almohadones serán del agrado de nuestro animal y nos permitirán jugar con el diseño general del entorno y la combinación de los colores dando una impronta homogénea al sector elegido.