La siembra de sorgo muestra una curva de recuperación en la Argentina y en Córdoba en particular, y entre las razones que hay detrás de esto se esconde un potente licor chino que utiliza al grano como materia prima. Al hablar de China no es dificil imaginar que se trata del licor más consumido en el mundo y eso suma presión a una demanda del cereal que empezó a repunta.
La provincia sembró este año unas 120 mil hectáreas, que podrían no parecer demasiadas al comparar con otros granos, pero muestre un rebote del cultivo que además obliga a tener en cuenta algo: no hubo mayor área sembrada porque en la Argentina no se conseguían más semillas. Fue un limitante dramático esta campaña.
En las últimas 13 campañas, el sorgo tuvo aún momentos de mayor marginalidad en la provincia, como fueron los ciclos de 2008/09 y la siguiente campaña, con menos de 50 mil hectáreas implantadas. Los mejores años, dentro de ese período, fueron 2011 a 2014, cuando fueron más de 150 mil. Allí comenzó un brusco descenso que se revirtió este año. A nivel nacional casi se destinaron un millón de hectáreas y existió el mismo limitante: la falta de semillas.
“Hay varios factores ahí que influyen y uno central es la nueva tecnología que tienen los híbridos de sorgo para poder usar herbicidas, graminicidas en posemergentes, que era uno de los problemas que tenía el cultivo. Otro tema importante es que apareció un mercado que se lleva este sorgo argentino, que le interesa mucho, y es el mercado de China, lo que hizo que el precio de sorgo que históricamente se ubicó 20 dólares por debajo del de maíz, ahora se ubique 20 dólares por encima del maíz. Pero además es un cultivo más barato, con un poder de adaptación a años más secos, y este año se anticipaba como más seco. Entonces, ese conjunto de cosas ha hecho al desarrollo del sorgo. Además volvió a tener precios a futuro, cosa que hacía mucho no ocurría, y aunque parezca mentira ya se están haciendo negocios de sorgo campaña 21/22”, explicó Alberto Morelli, presidente de Maizar, entidad que representa la cadena de cultivos de maíz y sorgo.
“El panorama siempre cambia cuando aparece un mercado y tiene precio. Y es un mercado que en China no tienen problema con el tanino, que sí es un problema de otros mercados, que es algo referido a los pájaros en Argentina (la alta presencia de taninos evita que los pájaros arrasen con los cultivos). Pero en este caso lo usan como materia prima de un licor que es el que más se consume en China”, indicó Morelli.