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En la pospandemia, esperan más ventas de carne vacuna

Fue la conclusión del primer seminario internacional del IPCVA

Para la pospandemia, los mercados exigirán nuevas condiciones, pero eso no hace pensar que las ventas de carne vacuna argentina, tanto al mercado interno como hacia afuera del país, puedan llegar a caer. Más bien todo lo contrario. Según las estimaciones de la cadena, es posible pensar en un aumento sostenido para la próxima década, lo que daría gran previsibilidad al sector.

La visión de los productores, los industriales y los funcionarios argentinos fue uno de los ejes en la primera jornada del seminario internacional que organiza el Instituto de Promoción de la Carne Vacuna Argentina (IPCVA) con especialistas de todo el mundo.

Allí se analiza la producción y la comercialización de carne vacuna a nivel global durante y después del impacto de la pandemia de Covid-19. En ese marco, durante la primera jornada, que contó con la participación de especialistas nacionales e internacionales, la mirada argentina fue uno de los ejes principales.

La apertura de este encuentro internacional estuvo a cargo de Ulises Forte, presidente del Instituto, y Luis Basterra, ministro de Agricultura de la Nación.

“Todos sabemos que la cadena de ganados en carne argentina estuvo a la altura de las circunstancias durante la cuarentena, pero creo que tenemos que empezar a discutir cómo será el consumo y el comercio en el nuevo mundo”, dijo Forte. “Tenemos que enfrentar los nuevos desafíos y estamos preparados porque sabemos que la carne argentina es muy buena, de una altísima calidad”, agregó.

“Y como siempre decimos, no todo es Estado, no todo es público, no todo es privado, no todo es mercado: hay que empezar a congeniar entre el sector público y el privado para trabajar conjuntamente por el bien común”, dijo.

Por su parte, Basterra aseguró que “desde un primer momento entendimos que la pandemia tenía que ser abordada entre todos, en conjunto, poniendo lineamientos generales que nos permitan llevar adelante una actividad esencial preservando la vida”.

“El abastecimiento de nuestro mercado interno para garantizar el acceso a un alimento sano, inocuo y de calidad y sostener la cadena de comercialización externa para la generación de divisas fueron los objetivos que nos planteamos como sistema”, agregó.

De acuerdo a Basterra, la carne vacuna logró mantener su nivel de producción e incluso incrementarse en plena pandemia y “la región se presenta ante el mundo como un espacio privilegiado para la producción de carnes y granos, un entramado único que nos posiciona como un lugar estratégico de desarrollo de sector que deberemos saber aprovechar”.

Sobre el mercado chino, el ministro destacó que “ante la aparición de nuevos casos de covid 19 en Beijing en junio de este año comenzó a instrumentarse una serie de medidas de control adicional y testeo sobre las importaciones de alimentos con cadena de frío” y que esa situación “no ha logrado mermar la demanda de importaciones de carne por parte de China”.

“Es auspicioso para nuestro país, para la generación de divisas y para poder sostener nuestro sistema cómo se viene recuperando esta demanda. Tenemos que ajustarnos a los estándares que esta nueva situación nos demanda”, agregó.

En el cierre de su ponencia, el ministro concluyó que “desde el sistema de comercio exterior, nuestra cancillería, desde el ministerio de transporte, desde el área relacionada a puertos, a aduanas, estamos todos compenetrados para que los productores puedan seguir produciendo, los frigoríficos sigan transformando esta producción en carnes y en alimentos y que pueda seguir comercializándose”.

Plan estratégico de la industria

La visión de la industria frigorífica argentina fue expuesta por Germán Manzano (Socio Gerente en Cofrigo SRL), que aseguró que “la promoción de una dieta equilibrada y también de la sostenibilidad agroambiental son aspectos a tener en cuenta en el desarrollo de nuestro esquema de plan estratégico”, aunque reconoció que “la promoción de los vegetales, el reemplazo de las carnes, una campaña despiadada con datos parciales y sesgados contra la ganadería vacuna sin duda van a impactar también, así como la difusión de esa carne artificial que se producirá en laboratorio”.

En cuanto a las proyecciones para la post pandemia, Manzano señaló que “la Argentina pasaría de los 45 millones de habitantes actuales a unos 49 millones para 2030, lo que tendrá impacto en el consumo interno; eso agregaría unas 200.000 toneladas al nivel de consumo per cápita actual, y al momento de proyectar los destinos posibles de nuestras carnes y la participación de cada especie en nuestra dieta será parte de la cuenta”.

“De tal modo–continuó- que proyectar para la década un aumento paulatino de 1 millón de tonelada de carne con hueso, agregados a la faena histórica promedio de 3 millones de toneladas, es una estimación razonablemente sustentable, de igual modo que la faena de novillitos y vaquillonas más pesados permitirá integrar consumo y exportación atendiendo la demanda de mercado interno y exportando algunos otros cortes logrando la mejor integración posible”.

Según el especialista, la recría sobre campos naturales mejorados y la suplementación estratégica permitirán optimizar los resultados, asegurando el sabor y el rendimiento sin perder terneza.

“Me parece razonable movernos dentro de este rango de un crecimiento posible de 1 millón de toneladas y si le restamos a esa estimación las 200 mil toneladas que absorbería el mercado interno nos quedarán 800.000 toneladas equivalentes con hueso que representaría duplicar las exportaciones del año record 2019”, aseguró. “Para trabajar con esa estrategia competitiva, para toda la industria y la cadena, deberíamos optar por movernos entre competitividad y diferenciación”, finalizó.