“El techo definió la morfología de la obra y sin embargo, por su disposición, casi no es posible ver su materialidad”.
Bajo un mismo techo
La "quinta fachada", que desde la superficie exterior pasa casi desapercibida en lo estructural, adquiere un rol morfológico preponderante y favorece tanto a las visuales como al comportamiento de la casa frente al clima.
El arquitecto Mariano Ambroggio cuenta a Puntal ADC cómo fue concebida la “Casa de un solo techo”, una vivienda unifamiliar construida en un barrio cerrado de Río Cuarto que tiene a esa “quinta fachada” como gran ordenador de los distintos ambientes que la conforman.
El equipo del estudio Ambroggio arquitectos se encomendó en primer lugar a escuchar las expectativas y necesidades del comitente, quien mostró un gran interés por lo ambiental y por el aprovechamiento de las visuales.
-¿Cuáles fueron los principales requerimientos del proyecto?
-Este cliente en particular tiene una especial conciencia sobre el cuidado del ambiente, sobre el uso eficiente de recursos y el consumo de energía, algo que muchas veces no es tan usual de encontrar en la gente. Por tal motivo, la frecuencia e intensidad de las precipitaciones y la protección del viento junto al aprovechamiento de la luz natural y las visuales fueron requerimientos puntuales que el proyecto debía atender.
-¿Cuál fue la idea de partida que marcaron los lineamientos de la obra?
-Pienso que uno no sabe qué va a ser de un proyecto hasta que habla con el cliente y visita el sitio donde va a construirse la obra. El famoso arquitecto del movimiento moderno Mies van der Rohe decía que al cliente hay que preguntarle sobre lo que le entusiasma y que la obra de arquitectura se resuelva de conocer al cliente. Con “Casa de un solo techo” pasó algo así: el proyecto se resolvió luego de varias reuniones y de rechazar las primeras opciones.
Protagonismo casi invisible
El rol del techo es preponderante pero desde la superficie exterior pasa casi inadvertido, pese a que recubre los 373 metros cuadrados de la casa.
“Sabemos que está presente, porque la inclinación del techo tiene una fuerza tal que identifica a la casa, pero su resolución tecnológica está oculta y, para muchos, hasta que ingresan a la casa es un misterio, y se preguntan: ‘¿Realmente es un solo techo?’”.
-¿Y lo es?
-Sí, sí. Es un solo techo. Realmente fue un gran desafío estructural. Es una sola cubierta inclinada con dos apoyos a los lados y casi sin estructura intermedia. Los muros norte y sur tienen 40 centímetros de espesor y soportan una losa casetonada de 35 centímetros.
-¿Cómo fue pensado el proyecto en función de las condiciones climáticas del lugar?
-El terreno tiene una orientación este-oeste, y tanto en su frente como en su fondo están las mejores visuales. La disposición del lote obligaba a que las fachadas de mayor desarrollo quedaran al norte y al sur y, por lo tanto, expuestas a vientos y lluvia. Esos elementos organizaron el partido: maximización de visuales y protección al clima.
Morfología
Ambroggio explica que la casa es un volumen robusto en el que “la quinta fachada”, que es su techo, define la jerarquía de los espacios.
“Mientras que los planos sur y norte están parcialmente horadados, las fachadas este y oeste son transparentes. A su vez, para garantizar la privacidad de los interiores expuestos, se trabajaron unas categorías de espacios patio y áreas semicubiertas que por otro lado protegen del sol”, señala el profesional.
Muchas veces, consideramos que en barrios cerrados son cuatro las fachadas a atender desde el diseño arquitectónico. En este caso particular, la “quinta fachada”, constituida por el techo, sienta las bases de la obra y articula los distintos componentes que la conforman.
Por Javier Borghi
[email protected]
las más leídas
Te puede interesar
- consejos
- espacios
- interiores