Tomar la decisión de afrontar la remodelación de una vivienda o un espacio de trabajo implica dar un paso que merece pensar bien el camino a seguir.
Consejos a tener en cuenta al momento de remodelar tu casa
Una correcta planificación y tener en cuenta nociones básicas van a permitir llegar al objetivo deseado sin “morir en el intento”.
Las causas previas que nos lleven a tomar esa decisión pueden ser múltiples y pueden estar fundamentadas en el deseo de aprovechar mejor o más los ambientes, cambiarle la cara a nuestro espacio de vida, ganar en funcionalidad o incluso reforzar una estructura que por el paso de los años merezca ser atendida, entre otras.
“Afrontar una remodelación implica atender una problemática que la persona que habita el lugar tiene en algún sector de su vivienda, o bien, en su totalidad”, cuenta a Puntal ADC el arquitecto Federico Dabove, del estudio D + d Arquitectura.
En ese contexto, resalta la importancia de contar con el asesoramiento profesional al momento de proyectar modificaciones y las etapas para conducir las acciones hacia un destino seguro. “Muchas veces nos pasa de llegar a ver una vivienda y directamente nos cuentan qué es lo que quieren hacer, qué quieren modificar, qué construir como nuevo y cómo es que lo quieren. Pero en ocasiones proponemos algo totalmente diferente, con menos modificaciones, y resulta algo más eficiente que terminan reconociéndonos, y eso es posible porque técnicamente podemos identificar las posibilidades o limitaciones de una construcción previa”, expresa el arquitecto.
Otros de los factores a tener en cuenta serán la mano de obra específica para atender la intervención, la elección de los materiales adecuados y el conocimiento de las normativas vigentes, entre otras.
La ayuda de un profesional no sólo permitirá establecer los plazos de cada una de las etapas de la intervención sino que también contribuirá a definir el costo de la remodelación y modificar variables ajustables a un presupuesto.
Relevar el estado general
El primer paso será conocer el estado general de la obra a intervenir y determinar si se encuentra en condiciones de soportar modificaciones.
“En el paso siguiente, tras conocer la problemática y su posible solución, entra en juego el presupuesto con el que se cuenta y, por lo tanto, la elección de los materiales. Se le debe sumar el tiempo con el que se cuenta, sobre todo si la vivienda está habitada, para poder optar también por un sistema constructivo u otro”, detalla el profesional, para agregar: “De este último punto surge el tipo de mano de obra necesaria”.
Es importante que se conozca cuál es el presupuesto que se dispone para afrontar la remodelación de modo que se pueda estipular la demanda de costos desde el inicio hasta su culminación.
El sistema constructivo definido determinará también la mano de obra que se requiere y cada especificidad tendrá consigo un costo que impactará en el presupuesto final.
Es importante también tener en cuenta las normativas que inciden sobre una posible reforma, tanto las exigencias municipales como las que pueda tener de manera interna un consorcio, en el caso de que se trate de un inmueble integrado en un complejo habitacional o torre en altura.
“Siguiendo este proceso de toma de decisiones se puede llegar a dar solución al problema detectado de un modo más eficiente”, concluye el profesional.
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