Una moneda de fines del Siglo XIX, juegos de vajilla de plata, instrumentos musicales, dulces, juguetes y plantas fueron parte de la gran muestra de artesanías que en el predio de El Andino se montó desde el jueves de la semana pasada y que finalizó ayer a la noche.
Una multitud recorrió los más de 200 puestos de la Feria de Artesanías
Durante 4 días, miles de riocuartenses y vecinos de la región visitaron la muestra en El Andino. Ayer fue el día de mayor convocatoria. Hubo puestos de dulces, fiambres, instrumentos, plantas, tejidos y cuchillos, entre otros
Una gran concurrencia de público se vio entre el cálido día del sábado y el menos benévolo domingo. Pero ayer fue récord. Por momentos costaba mucho avanzar entre los distintos puestos montados al interior de las carpas y había que tener paciencia para poder preguntar y mirar en detalle algún producto.
La gran convocatoria de artesanos mostró un gran abanico de opciones. Muchos provenientes de distintos puntos del país, tan distantes como Mar del Plata o Jujuy, se encontraron en Río Cuarto.
En un pequeño puesto, muchas clientas miraban y preguntaban detalles y precios de collares, anillos o pulseras. Había muchos stands con ese tipo de productos. Fueron de los más consultados.
Entre los rubros más numerosos estaban también aquellos que ofrecían mates artesanales. Había de las más variadas formas y materiales, aunque se imponían los que “están más de moda hace unos años, que son los más grandes”, coincidían los artesanos. Algunos recordaban que son los mismos que “usaban los jugadores de la selección en el mundial de Qatar”, como explicando alguna razón de esa moda.
Los cuchillos artesanales son también un clásico de las ferias de este tipo. Por eso había artesanos de distintas provincias ofreciendo sus productos: trabajos hechos a mano con mangos de madera, astas de ciervo, entre otros. Allí había una notable “tribuna” masculina.
Las masetas también ocuparon muchos espacios dentro de las carpas montadas para la 26° Feria de Artesanías. Las consultas en esos puestos eran permanentes. Las plantas también son un rubro de alta demanda en ese contexto. “Estamos muy conformes con las ventas. Vino mucha gente, especialmente hoy -por ayer-”, explicó una vendedora ubicada en la punta de la carpa.
A un costado, un stand repleto de frascos de dulces tenía buena convocatoria de público. Había desde dulce de leche hasta membrillo, frutilla, naranja, damasco y también zapallos en almíbar.“Es un clásico que siempre se pide mucho”, explicó la vendedora.
Gastronomía
Afuera de las carpas había “otro mundo”: el espacio dispuesto para los stands gastronómicos y foodtrrucks. Las opciones allí también eran variadas y no faltaron las escenas alrededor del fuego que comenzó a ganar protagonismo a medida que la noche se extendía. Había alternativas rápidas como panchos, choripanes y hamburguesas, pero también alguna carne a las brasas. Muchos hicieron, antes de esa parada, un alto en los puestos de embutidos y quesos. Había una ruta gastronómica diversa para aprovechar.