La velocista volaba hacia Viena, Austria, y, desde allí, irá a Varsovia, Polonia, cuyo Gobierno le concedió una visa humanitaria, informó la agencia de noticias AFP, que citó a fuentes de la Cancillería polaca y a sus corresponsales en el aeropuerto de Tokio.
La velocista de 24 años llegó al aeropuerto de Narita, a las afueras de Tokio, desde la Embajada de Polonia, donde pasó las últimas dos noches tras alegar que su equipo había intentado forzarla a volver a su país.
Timanoskaya dijo que su entrenador le comunicó que debía dejar los Juegos Olímpicos de Tokio y regresar a Bielorrusia luego de que ella criticara a sus entrenadores y al comité olímpico bielorruso por ponerla en una carrera diferente a la que corre siempre.
La joven, que declinó hablar con la prensa al llegar al aeropuerto, tenía previsto inicialmente un vuelo directo Tokio-Varsovia con la compañía aérea polaca LOT. Sin embargo, su itinerario cambió a último momento, embarcando en un vuelo de Austrian Airlines con destino a Viena.
Timanoskaya dijo temer por su vida si regresa a Bielorrusia, donde la disidencia está siendo reprimida tras las cuestionadas elecciones del año pasado, en las que el presidente Alexander Lukashenko renovó el poder para un sexto mandato en unas elecciones cuestionadas por la oposición.
Ella fue una de las más de 2.000 figuras del deporte de Bielorrusia que firmaron una carta abierta pidiendo nuevas elecciones y la liberación de los presos políticos.
Su esposo huyó a Ucrania esta semana y la pareja deberá reunirse en Polonia, cuyo Gobierno es crítico del de Lukashenko.
Timanoskaya llegó a la Embajada de Polonia el lunes tras pasar la noche en un hotel del aeropuerto, luego de pedir ayuda para evitar lo que denunció como un intento de su equipo de obligarla a regresar a su país.
El primer ministro de Polonia, Mateusz Morawiecki, dijo ayer que conversó con la "valiente" Timanoskaya, quien "actualmente está siendo cuidada y está a salvo".
"Yo le aseguré que ella puede contar con el apoyo y la solidaridad de Polonia. En los próximos días, ella viajará a Varsovia, donde podrá prosperar sin obstáculos y, si así lo desea, recibirá más asistencia", publicó Morawiecki en Facebook.
El Comité Olímpico Internacional (COI) anunció que investigará al equipo bielorruso por el incidente, mientras activistas pidieron suspender al comité olímpico del país y que sus atletas compitan como neutrales.
La ONG Global Athlete dijo que "el supuesto secuestro de Timanoskaya es otro ejemplo del alarmante abuso de atletas que ocurre en Bielorrusia".
Lukashenko y su hijo Viktor, presidente del comité olímpico bielorruso, han sido vedados de los eventos olímpicos por intimidar a atletas por sus opiniones políticas.
Poco antes de los Juegos de Tokio, Lukashenko advirtió a las autoridades deportivas y atletas que esperaba resultados en Japón: "Piénsenlo antes de ir. Si regresan sin nada, mejor no regresen", advirtió.
El supuesto intento de devolver a Timanoskaya a Bielorrusia generó condenas internacionales. El secretario de Estado norteamericano, Antony Blinken, acusó al Gobierno de Lukashenko de "otro acto de represión trasnacional".
Lukashenko, en el poder desde 1994, provocó la ira internacional en mayo al enviar un avión caza a interceptar un vuelo de la aerolínea Ryanair en la ruta de Grecia a Lituania para detener a un disidente que iba a bordo.
El episodio olímpico ocurre en momentos en que la policía de Ucrania reveló que un activista bielorruso desaparecido, cuya ONG ayuda a sus compatriotas a huir de su país, fue encontrado ahorcado en un parque de Kiev.
La policía ucraniana dijo que abrió una investigación criminal y que no descarta que se trate de un "asesinato disfrazado de suicidio".
En tanto, la ONU pidió una "investigación a fondo, imparcial y efectiva" de su muerte.