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Báez Sosa: última audiencia del juicio en el día que se cumplen tres años del crimen

Se trata de uno de los crímenes que quedó registrado de principio a fin y que denostó ser un antes y después en torno a la "noche" de la localidad balnearia.

La última audiencia del juicio oral contra los ocho rugbiers acusados del crimen de Fernando Báez Sosa se llevará a cabo hoy cuando además se cumplen tres años del hecho, por lo cual se espera que sea una jornada más que emotiva en Dolores.

Aunque este miércoles solo habrá declaración de peritos solicitados por la defensa, el ojo estará puesto en la concentración de las 19 en el anfiteatro de Dolores donde familiares de Fernando realizarán una colecta solidaria para "que el dolor se transforme en ayuda".

Durante las 13 audiencias en el Tribunal Oral en lo Criminal 1 de Dolores desfilaron diversos testigos que dieron testimonio, entre ellos, se destacaron amigos de la víctima, personas que presenciaron el ataque y crimen, peritos de la Policía Federal, médicos, bomberos y efectivos policiales.

Además, ocurrió algo que pocos pensaban que iba a suceder, ya que, los rugbiers comenzaron a dejar atrás el "pacto de silencio" y el primero fue Luciano Pertossi, luego lo hizo Máximo Thomsen, el acusado más complicado, y ayer pidió la palabra Ciro Pertossi.

Como todos los días Silvino Báez y Graciela Sosa, padres de Fernando, están presentes en la sala del Tribunal escuchando la declaración de todos los testigos.

Crimen de Fernando Báez Sosa

El joven de 18 años fue asesinado el 18 de enero de 2020 a la salida del boliche Le Brique en Villa Gesell.

Fernando se había ido de vacaciones con sus amigos y, por una disputa dentro del local bailable, fueron sacados por el personal de seguridad.

Las imágenes del boliche muestran la salida de ambos grupos, uno desde la entrada principal de forma tranquila y otros desde la cocina de manera violenta.

Luego de eso llegó la emboscada. Enfrente al lugar, sobre la Avenida 3, Fernando recibió una piña por detrás y, en menos de un minuto, fue asesinado.

"Caducó", esa fue la palabra que utilizó uno de los rugbiers para describir cómo finalizó el ataque, mientras que otro dijo "de esto no se dice nada a nadie". Sangre, ropa rota, corridas, risas, festejos, abrazos, todo eso expresaron los jóvenes luego del crimen.

Sumado a este escenario, horas después, algunos de ellos se fueron a comer a un McDonalds ya sabiendo lo que habían ocurrido.

"Matar les dio hambre", sentenció Fernando Burlando.

Antes de las 10 del 18 de enero de 2020, Máximo Thomsen, Enzo Comelli, Matías Benicelli, Blas Cinalli, Ayrton Viollaz, y Luciano, Ciro y Lucas Pertossi fueron detenidos en la casa que alquilaban en El Bosque de Villa Gesell.

Falsas acusaciones, risas, allanamiento, pacto de silencio, todo eso se vivió desde aquella noche fatídica hasta el inicio del juicio oral, tres años después.

La autopsia reveló que Fernando murió de "un paro cardíaco producido por shock neurogénico debido a un traumatismo de cráneo".

Los padres del joven señalaron el martes: "Mi hijo era donador de órganos y, por los golpes que recibió en todo su cuerpo, no pudo donar nada".

Se trata de uno de los crímenes que quedó registrado de principio a fin y que denostó ser un antes y después en torno a la "noche" de la localidad balnearia.

Se dictó la imputación por "homicidio doblemente agravado por alevosía" por el concurso premeditado de dos o más personas y "lesiones leves" por las agresiones que sufrieron amigos de la víctima.

Ahora ocho jóvenes, todos menores de 24 años, están siendo juzgados en Dolores por el asesinato y se espera que a fines de enero el Tribunal de a conocer la sentencia, posiblemente prisión perpetua para todos.