Lazcano, psiquiatra, y Bruno, diseñadora, dejaron atrás su vida en Argentina, donde dirigían la marca Umbaba, dedicada también a la indumentaria. “Vos sabés un poco los vaivenes que tiene este país. Más o menos en 2008 nos vimos forzados a migrar. Teníamos una empresa en Córdoba, también era textil. Llegó lo de Lehman Brothers, sumado a la dificultad de encontrar financiación y demás a nivel local, lo que hizo que tomara la determinación. Un poco pensando en empezar de cero con otra aventura, siempre estuvo en mente el hecho de venir a Europa y conocer, entonces nos embarcamos en eso. Llevó su tiempo, pero estamos intentando dar lo mejor”, explicó Lazcano.
La situación económica y las dificultades de nuestro país los empujaron a buscar nuevas oportunidades en España. Durante los primeros años, Lazcano se dedicó por completo a la medicina, mientras Bruno continuó su carrera en el diseño, llegando a obtener un puesto en Adidas, donde trabajó durante cuatro años antes de decidir dar un nuevo paso junto a su esposo: fundar Tinycottons.
El crecimiento de la marca fue paulatino, pero sostenido. Según Gerard, uno de los aspectos que permitió la diferenciación fue el enfoque en el diseño innovador y la calidad de los productos. Rápidamente captaron la atención de retailers de renombre como Le Bon Marché en Francia, Harrods en Londres y El Corte Inglés en España. “Nosotros decimos que somos la marca que los abuelos eligen por calidad, los padres por diseño, y los niños por la comodidad de la prenda. Nos posicionamos con esas tres premisas. No es algo que sea soplar y hacer botellas de un día para el otro. Todo se construye, y creo que encontramos ese nicho a partir del cual vamos trabajando”, señaló.
Además del diseño y la calidad del producto, otra de las claves para potenciar la marca fue el equipo y el involucrarse directamente en el proyecto, visitando distintas fábricas textiles. “Creo que todo se construye a medida que viajás, conocés y visitás mucho. Nosotros vamos y visitamos retailers y otras tiendas. Nuestros viajes, básicamente, son para eso. Viajamos mucho, sobre todo a Asia, para conocer el mercado y las tendencias, y traspasarlas a cada colección. Está bueno aprovechar los viajes para ir y visitar fábricas en función de lo que hace cada uno. Se va avanzando de a poco. Empezamos metiéndonos en los países nórdicos, Holanda, Bélgica, y después saltamos a Asia; Japón y Corea fueron los primeros que nos compraron. A partir de ahí nos expandimos en Asia, Europa y llegamos a EE. UU., que es nuestro principal mercado. Creo que la empresa, hoy por hoy, es eso que se repite cientos, miles de veces, de que ‘la empresa es la gente’; un poco es así. Si lográs crear un buen equipo, evidentemente vas a tirar para adelante y vas a llegar adonde quieras llegar”, resaltó
La situación de los emprendedores en Argentina y las diferencias con Europa
“Vemos a muchos argentinos que llegan y triunfan porque quizás el medio en el que se encuentran acá no es tan adverso. Creo que nosotros llevamos en los genes, por nuestros abuelos inmigrantes, el hecho de superarse e intentar sortear todos los obstáculos. Hay mucho talento en Argentina, y creo que si logramos poner el caldo de cultivo en nuestro país, podemos llegar muy, muy lejos. La materia gris está, pero falta que los políticos ayuden a generar mejores políticas para que un emprendedor se desarrolle”, expresó el fundador.
El cordobés también destacó las diferencias que enfrentan los emprendedores argentinos al comparar las oportunidades con España: “Hay muchos que triunfan afuera porque se favorece al emprendedor con medidas que son muy importantes para una empresa. Por darte algún ejemplo: a nosotros el gobierno de España nos financia nuestras ferias a nivel internacional (incluso siendo una empresa pequeña, nos preguntan: ‘¿Cuánto cuesta el stand? Tanto. Bueno, les financiamos la mitad para que se vayan afuera a vender’”.
En España las pequeñas y medianas empresas, que representan el 90% del sector, reciben apoyos que permiten su crecimiento, algo que no sucede en Argentina. “Yo visito Argentina dos veces al año y sé que hay micropymes que triunfarían rotundamente afuera, pero necesitan una ayuda por parte de los gobiernos para que eso suceda”, indicó.
Por qué todavía no está Tinycottons en Argentina
Al igual que a miles de emprendedores y empresarios que anhelan establecerse en Argentina, Gerard y Barb enfrentan desafíos significativos en su camino. Entre las principales dificultades se encuentran cuestiones burocráticas que complican el proceso de instalación de su empresa. Estas barreras no solo obstaculizan el avance de su proyecto, sino que también reflejan una problemática más amplia que afecta a quienes desean contribuir al crecimiento económico del país. “Hasta ahora fue por una cuestión netamente política y esto te lo digo como una empresa extranjera. La intención siempre está: ‘vamos para Buenos Aires, para Córdoba’. Pero tener que ir, pelear con aduana porque no nos dejan bajar un contenedor y demás, lo hace muy difícil. Creo que en algún momento, si se tiene que dar, se va a dar, pero tampoco somos una megaempresa. Queremos crecer y, actualmente, estamos con el foco en EE. UU. para poder crecer allí, pero a nuestro corazoncito le encantaría estar en Argentina si se diesen las condiciones”, agregó.
A pesar de la situación adversa, Lazcano cree que el país está avanzando en el camino correcto para facilitar el emprendimiento. “Nos pueden gustar o no ciertas cosas, pero está en el camino correcto”, señaló
El corazón argentino detrás del éxito internacional de Tinycottons y las ganas ayudar
La pasión de Gerard y Barb por Argentina trasciende la distancia geográfica y los años que llevan en España. A pesar de las críticas que enfrentan por ser considerados “menos argentinos” por haber criado a sus hijos en el extranjero, ellos defienden con fervor su identidad. “Nos critican diciendo que somos menos argentinos. Sobre todo me duele que nos digan que nuestros hijos son menos argentinos porque nacieron en Europa. Quiero decirles que en cada casa de argentinos que viven en el exterior, reina un clima de argentinidad al 100%. Llevamos a Argentina en el Corazón”, contó Gerard.
Esta conexión que tienen con sus raíces es inquebrantable y se manifiesta en su deseo de ayudar a otros compatriotas. “Intentamos vincularnos siempre con los argentinos. Hace unos días, estábamos hablando con un chico que también es de Córdoba, de la zona de Berrotarán. Él tiene una empresa de informática que está empezando y está trabajando en temas de inteligencia artificial y demás. siempre intentamos vincularnos porque es Argentina; te lleva a involucrarte y, de alguna manera, ayudarlo. Así que siempre estamos para ayudar a todos los argentinos que lleguen, a todos los cordobeses. Siempre que pueda ayudar a la Argentina de forma gratis y totalmente de corazón abierto, siempre lo voy a hacer”. Aunque la vida de sus hijos está cada vez más arraigada en Europa, el sueño de volver a vivir en Argentina persiste. “A nosotros nos gustaría vivir acá y allá”, concluyó.
El éxito de Tinycottons no solo es una prueba del talento y la perseverancia de Gerard y Barb, sino también del espíritu emprendedor argentino que, incluso lejos de casa, sigue mirando hacia su tierra con el deseo de contribuir y, algún día, regresar.