A lo largo de la Champions, que concluyó el domingo en el Estadio da Luz de Lisboa, el polaco Robert Lewandowski anotó 15 goles y el alemán Serge Gnabry otros nueve, pero quiso el destino que el verdugo de Paris Saint-Germain fuera un hijo de la casa: Kingsley Junior Coman.
En efecto, nacido en la capital francesa el 13 de junio de 1996, el ensortijado Coman es el jugador más joven en debutar con la camiseta del PSG, a los 16 años, ocho meses y cuatro días en una derrota de 3-2 a manos del Sochaux.
Tras pasar una temporada en Juventus de Turín, a finales de agosto de 2015 se incorporó al Bayern Munich y, pese a la desdicha de sufrir varias lesiones, siempre dio la talla y, de hecho, con el gol de ayer, un preciso cabezazo que superó la estirada del arquero costarricense Keylor Navas, suma 33 con la camiseta del club bávaro.
El 18 de septiembre de 2019, en Belgrado, el mismo Coman había señalado el primero de los 42 goles que Bayern Munich concretó en once partidos.
En el acumulado de la primera fase venció por 9-0 a Estrella Roja de Serbia, por 10-3 a Tottenham Hotspur de Inglaterra y por 5-2 a Olympiakos de Grecia; mientras que, en octavos de final, alcanzó un total de 7-1 con Chelsea, en cuartos aplastó al Barcelona de Lionel Messi por 8-2 y en semifinal a Olympique de Lyon con un inapelable 3-0.
Los catalanes resultaron los únicos en superar a los alemanes en porcentaje de la tenencia de la pelota (51 a 49), pero como la cantidad está íntimamente relacionada con la calidad, quedó como un simple dato anecdótico: aquella noche, en la capital lusa, Bayern remató 26 veces y marcó ocho goles, en tanto el Barsa marcó dos, pero remató apenas siete veces.
Además de un notable dominio territorial establecido en la enorme mayoría de los cotejos y de sumar 241 disparos al arco, Bayern Munich estuvo en desventaja en el score nada más que 14 minutos, tres con Tottenham y 11 con Olympiakos.
Los autores de los goles que merodearon un promedio de cuatro por partido fueron Robert Lewandowski (15), Serge Gnabry (9), Thomas Müller (4), Kingsley Coman (3), Philippe Coutinho (3), Cristian Tolisso (3), Joshua Kimmich (2), Iván Perisic (2) y León Gotetzka (1).
En el primer tramo, el equipo fue dirigido por el croata Niko Kovac pero, tras una derrota de 5-1 con Eintracht Frankfurt en noviembre de 2019, fue relevado por el alemán Hans-Dieter Flick, que de inmediato dispuso ajustes -sobre todo del medio campo hacia atrás- con resultados inmediatos y al cabo excepcionales.
Bayern Munich se quedó con la Bundesliga por octava temporada consecutiva y ayer postergó la eterna quimera de los petrodólares qataríes: ganar una Champions que para el coloso de Bavaria ya es una marca registrada, por cuanto también había coronado en 1973-74, 1974-75, 1975-76, 2000-2001 y 2012-2013.
Los once que salieron a jugar el decisivo partido con PSG fueron Manuel Neuer en el arco; Joshua Kimmich, Jerome Boateng, David Alaba y Alphonso Davies en la defensa; León Goretzka, Thiago Alcántara y Thomas Müller en el medio y Serge Gnabry, Robert Lewandowski y Kigsley Coman en el ataque.
En la final entraron como relevos Niklas Süle, Philippe Courinho, Corentin Tolisso e Iván Perisic y en otros partidos tuvieron minutos Javi Martínez, Bernard Pavard, Lucas Hernández, Jorshua Zirkzee y Alvaro Odriozola, en tanto que resultaron campeones sin pisar el césped el arquero Sven Ulreich, Ron-Thorben Hoffmann, Mickaël Cuisance, Lars Lukas Mail, Saarpret Singh, Malik Tillman, Jamal Musiala y Akwo Arrey-Mbi.