De acuerdo al último informe de la Guía Estratégica para el Agro, de la Bolsa de Comercio de Rosario “en el 2008 hubo grandes tormentas a fines de noviembre que no se han dado en este 2022. También hubo una recuperación de las lluvias a partir de fines de enero que es poco probable en el 2023”. ¿Por qué se toma como referencia lo que pasó en el ciclo 2008/09?
Las peores dos campañas de las últimas dos décadas han sido la 2017/18 y la 2008/09. La primera empezó con abundante agua en los suelos, pero las lluvias desaparecieron desde mediados de diciembre hasta mediados de marzo. En cambio, en el ciclo 2008/09, la falta de agua precedía a la siembra: la sequía estuvo presente durante todo el ciclo triguero. El trigo 2008/09 fue un gran fracaso productivo a nivel nacional tal como sucedió este año. Y en soja, lamentablemente, el ciclo 2008/09, con 18 millones de hectáreas sembradas y expectativas de producción de 50 millones de toneladas, terminó con una cosecha de solo 31 millones.
A mediados de marzo, la Guía Estratégica alertaba sobre la posibilidad de una tercera “Niña” consecutiva. A medida que se iba profundizando el escenario de falta de agua en la región pampeana durante la campaña triguera, se insistía en que el productor tenía que prepararse para enfrentar el peor escenario de granos gruesos de los últimos 20 años.
Finales de noviembre 2008 vs 2022
En el ciclo 2008/09 el área más afectada era el este, en especial el sureste: Buenos Aires, Entre Ríos y el SE santafesino. A esta altura del año (2022), gran parte del norte y este de la región pampeana muestran los niveles más bajos de agua en el suelo considerando las estadísticas de los últimos 30 años.
La situación es más grave que en el 2008 en Santa Fe, Entre Ríos y norte de Córdoba. Esto se refleja en la comparación del mapa de anomalía de las reservas hídricas al 27 de noviembre de 2008 con la actual (30 de noviembre).
Lamentablemente, sin los eventos de lluvias que se dieron en diciembre del 2008, la tendencia es que la situación se agrave al 20 de diciembre de este año.
En el caso de la región núcleo: las lluvias de finales de noviembre del 2008 cuadriplicaron a las del 2022
“Noviembre asfixiante por temperaturas históricas”, apuntaba una cita del informe de la campaña 2008/09 de la Guía. “Es una notable coincidencia con noviembre del 2022: las máximas de la semana pasada y esta se mantuvieron en un promedio de 40ºC y 42ºC en la región núcleo”, indicó el informe. Pero lo que no sucedió esta vez son las lluvias que cerraron el mes en el 2008: una gran tormenta había dejado acumulados de 80 a 140 milímetros, muy lejos de los 10 a 40 de finales de noviembre 2022. Aparte, en la primera quincena de diciembre del 2008 se sucedieron lluvias que complementaron las tormentas de noviembre en la región central, mejorando aún más la situación de las reservas.
¿Se pueden repetir las lluvias claves que salvaron a la región central en enero del 2009?
En aquel ciclo hubo una situación que fue crítica para la producción argentina de soja. La Bolsa citaba en un informe de campaña 2008/09: “La recuperación de humedad se sostuvo a partir del 25 de enero (del 2009). Hubo lluvias de 60 a 140 milímetros que llegaron a Córdoba, Santa Fe, Entre Ríos, Chaco y a parte del norte de Buenos Aires. Esto fue muy importante para la recuperación”.
¿Qué posibilidades hay de que vuelva a suceder algo así? El consultor Alfredo Elorriaga responde: “Lamentablemente, vemos que una recuperación sostenida del estado hídrico de los suelos podría darse a partir de febrero o marzo de la mano de condiciones globales más favorables para Argentina. No puede descartarse que suceda lo que todos estamos deseando: eventos extraordinarios que sean efectivos. Pero lejos de ser generalizados se darían de forma puntual, en determinados momentos y en algunas zonas que sean favorecidas”.
Para los próximos días se esperan algunos eventos en los que “las mejores posibilidades las tiene la provincia de Buenos Aires, como sucedió hasta ahora. De todas maneras se tratarían de lluvias modestas”, dijo el consultor.