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Cadena láctea: se desploma el consumo, que no encuentra piso

El primer trimestre cerró con números en rojo: caída del 21,4% en las ventas. La pérdida del poder adquisitivo de la clase media, clave

El consumo lácteo, especialmente el de los productos de mayor valor agregado, sigue en picada y no encuentra piso.

De acuerdo a la información oficial surgida de la Dirección Nacional de Lechería, en la comparación interanual (marzo/24 contra marzo/23) indicó una disminución en volumen de ventas del 21,4% y del 19,6% en litros de leche equivalentes.

Mientras que el acumulado del primer trimestre del año muestra una caída del 18,7% en volumen de productos y del 15,2% en litros de leche equivalentes (-16,1% en el promedio diario).Si la comparación se realiza contra el mes previo (febrero) muestra un crecimiento del 6,9% mientras que en litros de leche equivalente se incrementaron un 7,5%.

Un trabajo del Observatorio de la Cadena Láctea Argentina (Ocla), sobre los datos oficiales, advierte que puede observarse, analizando por grupo de productos, una caída muy importante en todos los rubros salvo quesos que cayó un 8,8% en litros equivalentes.

Los productos de mayor valor agregado y unitario como quesos de pasta muy blanda, quesos rallados, leches saborizadas, yogures, flanes y postres presentaron una gran caída asociada a las subas de precios y al retraso en el poder adquisitivo del sector medio de la población que demanda en mayor cuantía estos productos.

“Escenarios como el actual donde hay un fuerte deterioro de los ingresos reales de la población, hacen que proliferen las ‘ventas informales’ que obviamente ninguna estadística puede registrar y además han crecido fuertemente productos que por precio sustituyen el consumo de lácteos, como rayados, bebidas con lácteos, margarinas y otros similares”, alerta el trabajo del Ocla.

Por otra parte, destaca que el Balance Lácteo que dispone de los valores de producción, existencias, importaciones y exportaciones de información oficial, calcula por diferencia el consumo. Para el 1° trimestre de 2024 determinó una caída de consumo total del 17,3% y del 18,9% en el consumo per cápita, siempre medido en litros de leche equivalentes y en esta oportunidad corregido en cantidad días de cada trimestre”, indicó.

En detalle, para el primer trimestre del año, “se puede ver por un lado el descenso en el total de leches fluidas, algo que se viene dando en los últimos 8 años. Por otra parte, “se evidencia claramente cómo van creciendo en participación las leches no refrigeradas en detrimento de las leches refrigeradas, pero en estos últimos tres meses hubo una reversión a ese proceso, volviendo a recuperar algo de terreno las leches refrigeradas”, indica Ocla.

Del mismo modo, las leches saborizadas o chocolatadas, que presentaron una muy alta tasa de crecimiento en el año 2022 (34%) -y que era sólo por efecto de comparar con un año donde las ventas fueron extremadamente bajas- en 2023 crecen un 5,6% y ahora en 2024 se desploman un 45,4%, casi a niveles de pandemia. Situación muy similar presentan yogures, postres y flanes.

Para los quesos, el principal rubro de destino de elaboración y comercialización de productos, se da una situación de caída más atenuada donde se prioriza por precio, al peso (fraccionados) y con prevalencia de productos más commodities (cremoso, barra y duros “frescos”) que especialidades.

“A pesar de los comentarios, respecto al cuidado que hay que tener al analizar las bajas y subas de ventas de los diferentes productos en el período actual, lo que es contundente es que las ventas y por ende el consumo, presentan en los últimos años una tendencia a la baja en general y una primarización del mismo (productos más básicos: leches fluidas no refrigeradas, quesos al peso de segundas y terceras marcas y yogures bebibles de litro) en detrimento de aquellos productos de mayor valor agregado y por ende económico”, remarca el Ocla a modo de conclusión.

Esta situación “sin duda se da por un fuerte deterioro de los niveles de ingresos reales, fundamentalmente de los segmentos medios de la pirámide de ingresos, lo cual al margen de reducir el volumen de consumo, afecta el valor del mix de ventas haciendo que se facture un menor valor en las ventas internas”, concluyó.