El domingo pasado se conmemoró el Día Mundial de la Investigación en Cáncer, desde la Caeme (Cámara Argentina de Especialidades Medicinales) destacaron cómo la investigación y el desarrollo en cáncer han logrado transformar el impacto de este conjunto de enfermedades, dado que “a la fecha se han identificado más de 200 tipos de cáncer diferentes”.
"Es necesario que Argentina siga teniendo un sistema científico y tecnológico tan fuerte como tiene ahora"
A días de la conmemoración mundial por la investigación contra el cáncer, el Dr. Osvaldo Podhajcer analiza el desarrollo científico, la prevención y la combinación de tratamientos ante la enfermedad
La cámara, que representa a las empresas farmacéuticas y biofarmacéuticas que investigan, desarrollan y comercializan medicamentos en el país, indicó en un comunicado que “la innovación científica ha permitido alcanzar una tasa de sobrevida promedio del 50% entre quienes son diagnosticados con cáncer, algo impensado poco tiempo atrás. Además, en los últimos años, se ha avanzado enormemente en el desarrollo de medicamentos para estadios avanzados o metastásicos de determinados tipos de cáncer, que están extendiendo la vida de las personas de manera significativa”.
Desde Salud & Ciencia hablamos con el Dr. Osvaldo Podhajcer, director del Laboratorio de Terapia Molecular y Celular de la Fundación Instituto Leloir, quien remarcó que “el trabajo en cáncer, podría definirse en dos aspectos fundamentales; la prevención y el tratamiento. Si la prevención no puede evitar la aparición de la enfermedad, lo importante es hacer el diagnóstico más precoz posible. En nuestro caso, trabajamos dos aspectos, hacemos estudios que permitan segmentar la población que padece la enfermedad, entre aquellos que van a responder de la mejor manera a los tratamientos convencionales. Y por otro lado, tenemos un equipo de trabajo muy fuerte que está trabajando en el desarrollo de nuevos biofármacos para tratar la enfermedad que ya existe en la persona”.
¿Cuáles son las principales terapias para el cáncer y las nuevas que aparecen?
Inicialmente se pensaba que la cirugía resolvía la mayor parte de los problemas. Después se empezó a trabajar sobre combinar la quimioterapia con la cirugía. La quimioterapia en esencia es un tratamiento muy bueno, pero empieza a haber resistencia al tratamiento. Lo último que existe es la inmunoterapia que busca tratar al paciente con un fármaco que dé una respuesta propia del organismo a la aparición de la enfermedad para que de algún modo pueda reemplazarla o estimular al propio organismo a defenderse contra la enfermedad. Hoy, la combinación de esas tres (cirugía, quimioterapia e inmunoterapia) es el armamento que se tiene dentro de lo que es las terapias oncológicas.
¿Cuánto se puede personalizar el tratamiento para mejores resultados?
Esa es una pregunta clave del avance de los últimos desde que empecé a trabajar con el genoma humano principios del 2000. Más que personalizar, uno puede estratificar, es decir, encontrar ciertos patrones en los tumores una vez que estos han sido sacados por cirugía que permitan anticipar si la persona va a responder o no al tratamiento que se le va a dar. Eso, de algún modo, es una segmentación del paciente enfermo y a la vez es un tratamiento personalizado. Lo que no significa que, encontrados estos patrones, esa persona va a responder exactamente igual que otra que tenga esos mismos patrones. Hay patrones dentro de la enfermedad que se desconocen. Sin embargo, es cada vez más importante la idea de personalizar el tratamiento no tanto por la positiva sino por la negativa. No darle al paciente un tratamiento que no le va a hacer efecto y que solo va a generarle efectos colaterales adversos.
¿Cómo se aborda la prevención en cáncer?
La prevención es fundamenta, el tema es que no es tan fácil asociar un único factor con la aparición de una enfermedad. Existen acciones muy claras que tienen impacto, por ejemplo, la radiación ultravioleta, el nivel de exposición al sol durante los horarios donde el sol es más fuerte, el cigarrillo o el fumar asociado con el cáncer de pulmón; algunos ingredientes conservantes de algunos productos. En líneas generales, no es un único predisponente el que va a causar la enfermedad. Sí existen factores que inevitablemente van a sumar. Ahora, sumado a eso hay factores predisponentes genéticos pero que son un porcentaje muy bajo de los casos (entre comillas) “hereditarios” en cáncer.
¿Por ejemplo?
Existe un gen determinado que se llama BRCA en cáncer de mama y de ovarios que está mutado y aumenta la predisposición para sufrir la enfermedad durante el transcurso de la vida. Eso no significa que haya un 100% de certeza de que va a tener la enfermedad pero existe un aumento en la predisposición a tenerla.
Desde su laboratorio hubo avances científicos, hace algunos meses, sobre cánceres ginecológicos…
Se trata de una eficiencia terapéutica de un adenovirus. Es un trabajo importante desde el punto de vista de terapias innovadoras. Los adenovirus son una herramienta más dentro del arsenal de la inmunoterapia, entre otros. Tienen la particularidad de que uno puede hacer cambios en el genoma y en lugar de que ese adenovirus infecte, como tradicionalmente lo hace, células normales; ahora infecta únicamente células malignas. Una vez que las infecta, las ataca, las mata. Además le agregamos genes que aumentan la respuesta inmunológica secundaria contra el tumor. Entonces no solo hay una terapia directa contra el tumor, sino también una respuesta inmunológica. El adenovirus está programado para atacar a un tumor y evitar atacar células normales, también genera una respuesta inmunológica antitumoral que hace que tumores a distancia o metástasis a distancia que no fueron tratadas también sea reducido en su tamaño y en algunos casos eliminadas. Son muchas las personas que trabajan en la búsqueda de biofármacos innovadores. Desde Río Cuarto, por ejemplo la organización Afulic, viene apoyando estas investigaciones desde hace mucho tiempo.
¿Le falta difusión a la ciencia?
Creo que sí. En Argentina se hace muy buena ciencia. Todo lo ocurrido a lo largo de la pandemia ha demostrado que los científicos son verdaderamente capaces de transformar los conocimientos adquiridos dentro del laboratorio en tangibles, en cosas que se puedan utilizar. Entiendo la pregunta, pero a veces parece que estamos hablando del sexo de los ángeles. Argentina tiene tres premios Nobel. La discusión no tendría sentido si no fuera porque hay ciertos candidatos a la presidencia que están discutiendo algo que yo creo que para la mayoría de la población es indiscutible y es necesario que la Argentina siga teniendo un sistema científico y tecnológico tan fuerte como el que tiene ahora y aún más.
Más números
Desde Caeme además indicaron que el 75% de los ensayos oncológicos iniciados en 2022 evalúa potenciales terapias contra tumores sólidos. Igualmente, aunque es pequeña la proporción de ensayos en oncohematología, estos crecieron un 30% entre 2017 y 2022, y en 2022 comenzaron más de 550. La mayoría de los ensayos oncológicos se centran en tipos de cáncer poco frecuentes (56% de los que se iniciaron en 2022). Actualmente, a partir de un relevamiento interno, del total de estudios clínicos en curso en nuestro país, el 25,4% investiga moléculas para distintos tipos de tumores sólidos y un 6,3% para enfermedades oncohematológicas.
Por Fernanda Bireni